Con Caetano Veloso, Brasil es Brasil
El m¨²sico y sus hijos hicieron transmiten en vivo sus grandes ¨¦xitos, delicadas sorpresas y algo de pol¨ªtica
Fueron casi cinco meses de cuarentena viendo un reality show con fragmentos de la vida cotidiana de Caetano Veloso en su cuenta de Instagram, filmado por una insistente Paula Lavigne. La compa?era y representante del artista le reclam¨® tanto que hiciera un concierto para sus fans que acab¨® popularizando en las redes sociales la etiqueta #LiveALenda. Despu¨¦s de los flashes de genialidad sobre los misterios de la kombucha, su gusto por la pa?oca ¨Cun dulce de cacahuete¨C, sus cr¨ªticas a quienes escriben mal palabras relacionadas con el sexo y sus lecturas de Heidegger y Nietzsche, Caetano finalmente acept¨® hacer el tan esperado directo. El pijama estilo Jo?o Gilberto fue dejado de lado, pero estaba presente los zapatos que le regal¨® Preta, la hija de Gilberto Gil. Estaba tambi¨¦n toda la potencia de quien, a sus 78 a?os cumplidos el viernes 7 de agosto, canta con la voz limpia, reflexiona sobre s¨ª mismo y sobre el mundo y trata de reanimar a Brasil.
Con sus tres hijos, Moreno, Zeca y Tom, Caetano cant¨® grandes ¨¦xitos, algunos catapultados por las telenovelas de la cadena Globo, que ahora tambi¨¦n le serv¨ªa de escenario, por streaming. Con Trilhos urbanos, Reconvexo y Sert?o, nos record¨® que lo mejor de ese Brasil es Bah¨ªa. Moraes Moreira, antiguo integrante del grupo Novos Baianos, tuvo finalmente su merecido homenaje. Fallecido el 13 de abril de un infarto, ya en plena cuarentena, fue recordado en Coisa acesa, un samba que compuso con Fausto Nilo.
Tambi¨¦n estuvo en el repertorio la envolvente Tigresa, inspirada en la actriz Zez¨¦ Motta, as¨ª como los recuerdos de la desilusi¨®n amorosa con Queixa. Zeca cant¨® su reciente ¨¦xito, Todo homem, Tom se lanz¨® con Talvez, y Caetano interpret¨® por primera vez Pardo, una canci¨®n que compuso el a?o pasado y la grab¨® la cantante C¨¦u. Tambi¨¦n ofreci¨® algunas joyas sacadas del ba¨²l de los recuerdos, como Diamante verdadeiro, preciosamente cantada por Maria Beth?nia en los setenta. ?xitos como Sampa, Qualquer coisa, Le?ozinho y Desde que o samba ¨¦ samba no se quedaron afuera.
Y hubo tambi¨¦n un llamado a la reacci¨®n social. Caetano record¨® las cientos de muertes de ind¨ªgenas durante la pandemia y cant¨® que ¡°un indio descender¨¢ de una estrella colorida, brillante¡±. No dej¨® pasar la oportunidad para pedir apoyo a la movilizaci¨®n convocada por la Articulaci¨®n de los Pueblos Ind¨ªgenas para este domingo, as¨ª como para la campa?a de recaudaci¨®n de fondos para el Ballet Folcl¨®rico de Bah¨ªa. La protesta de quien se ve a s¨ª mismo perdido frente a tanto sufrimiento y tanta incertidumbre pol¨ªtica cobr¨® fuerza con ¡°mientras los hombres ejercen sus podridos poderes / morir y matar de hambre, de rabia y de sed / son tantas veces gestos naturales¡±. Caetano tambi¨¦n nos recuerda, en Nine Out of Ten, que aqu¨ª estamos, vivos.
En cierto momento, hizo una cr¨ªtica directa al Gobierno de Bolsonaro. ¡°La situaci¨®n es dura, realmente. Brasil no tiene un ministro de Salud que haya llegado como tal. Y el Ministerio de Medio Ambiente parece estar en contra del medio ambiente¡±, dijo Caetano. ¡°Son situaciones muy graves que nosotros, como brasile?os, estamos afrontando. ?Pero tiramos adelante? S¨ª tiramos, porque Brasil es Brasil¡±, zanj¨®. Son¨® como un llamado optimista a la resiliencia, te?ido de melancol¨ªa.
Fue lo que hizo que Nu com a minha m¨²sica cobrara nuevos sentidos: ¡°Veo una senda clara para mi Brasil, a pesar del dolor / V¨¦rtigo visionario que no carece de seguidor / Desnudo con mi m¨²sica y, sacando eso, solamente amor / Vislumbro ciertas cosas desde donde estoy¡±. El directo evoc¨® la misma fe convencida y corp¨®rea que emerge de sus palabras en Verdad tropical. ¡°Es que pienso y act¨²o como si supiese en la carne cu¨¢les son las potencialidades verdaderas de Brasil, por haber entablado un di¨¢logo con sus motivaciones profundas ¨Cy simplemente no concluyo que seamos un mero fracaso fatal¡±, escribi¨® Caetano en el cap¨ªtulo que narra su experiencia en el carnaval de Salvador, en 1972, pleno auge de la dictadura militar, despu¨¦s de dos a?os de exilio en Londres.
El mismo viernes en el que conocimos ¨Cpor un video en las redes sociales¨C la historia de Matheus, un repartidor negro que fue humillado por un cliente blanco por su clase social y el color de su piel, en¨¦simo caso de racismo sin pudor en ese pa¨ªs, Caetano y sus hijos fueron, en una hora y media de transmisi¨®n, de la celebraci¨®n del pueblo negro en Milagres do povo al ¡®samba de roda¡¯ How Beautiful Could a Being Be. Todo para recordar que existe un Brasil que vale la pena, y que est¨¢ lejos de ser un t¨®pico. Como dijo cierta vez el escritor portugu¨¦s Valter Hugo M?e sobre Caetano y Chico Buarque, ¡°en cualquier cabeza sana del mundo ellos representan al Dios posible¡±.
Babelia
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