Libia abre una v¨ªa al alto el fuego duradero con la apertura de infraestructuras clave
Las partes enfrentadas en el pa¨ªs acuerdan reabrir el transporte a¨¦reo y por carretera
Por fin, una buena noticia sobre Libia. Representantes militares de las dos partes enfrentadas han acordado durante una reuni¨®n de 48 horas en la ciudad suiza de Ginebra abrir las rutas a¨¦reas y terrestres. El viernes pasado ya se produjo un buen signo premonitorio cuando se reanudaron los vuelos entre Tr¨ªpoli, la capital situada en el oeste, y Bengasi, principal ciudad del este.
La conexi¨®n a¨¦rea llevaba 18 meses suspendida, desde que el mariscal Jalifa Hafter, de 76 a?os, hombre fuerte del este, intent¨® conquistar Tr¨ªpoli en abril de 2019. Hafter se vio obligado a retirarse en junio, tras 14 meses de asedio infructuoso. Desde entonces, apenas ha habido enfrentamientos. Pero las espadas siguieron en alto. Y as¨ª permanecen. Cada facci¨®n con sus drones, sus bater¨ªas antia¨¦reas y sus mercenarios listos para actuar.
En Tr¨ªpoli se encuentra el Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN), ¨²nico reconocido por la comunidad internacional, y la sede de la National Oil Company (NOC), ¨²nica autorizada a exportar el petr¨®leo, que genera el 95% de los ingresos fiscales. Tr¨ªpoli solo cuenta con el apoyo militar de Turqu¨ªa. Por su parte, a Bengasi, cuyo representante m¨¢s visible es el mariscal Hafter, lo apoyan Emiratos ?rabes Unidos, Egipto, Rusia y en ocasiones puntuales Francia.
La ONU, que tantos reveses se ha llevado en Libia desde que intent¨® forjar la paz entre las partes en 2015, sigue siendo la gran impulsora de las negociaciones de paz. Su representante especial ante Libia, Stephanie Williams, anunci¨® este mi¨¦rcoles en Ginebra que la llamada Comisi¨®n Militar Conjunta 5+5, que integra a cinco miembros por cada parte libia, acord¨® abrir todas las carreteras que conectan las ciudades y regiones.
La apertura ser¨¢ especialmente importante para el sur del pa¨ªs, una zona ¡°tradicionalmente marginada y privada de servicios b¨¢sicos, como entrega de carburantes y dinero en efectivo¡±, seg¨²n Williams. Tambi¨¦n ser¨¢ muy beneficiosa la llegada de vuelos hacia Seba, la capital administrativa del sur.
Estos acuerdos vienen gest¨¢ndose desde que la ONU y la canciller alemana, Angela Merkel, impulsaron en enero la Conferencia de Berl¨ªn, donde se dieron cita los principales jefes de Estado con influencia sobre Libia para impulsar la paz. All¨ª naci¨® la idea de estructurar las negociaciones en tres campos: el econ¨®mico, el pol¨ªtico y el de seguridad. Este ¨²ltimo ser¨ªa emprendido por la llamada Comisi¨®n Militar Conjunta 5+5, que se ha reunido desde febrero hasta en cuatro ocasiones en Ginebra. Han sido necesarios ocho largos meses para que las conversaciones den sus primeros frutos. La representante de la ONU se mostr¨® este mi¨¦rcoles optimista sobre una posible firma de alto el fuego permanente.
Otro de los acuerdos alcanzados por la Comisi¨®n Militar Conjunta es el de impulsar una reestructuraci¨®n de la guardia encargada de custodiar las instalaciones de petr¨®leo. El pa¨ªs lleg¨® a producir 1,8 millones de petr¨®leo durante la dictadura de Muamar el Gadafi. En el ¨²ltimo a?o, a pesar de los enfrentamientos, exportaba 1,2 millones. Pero el mariscal Hafter decidi¨® bloquear esta industria desde el 17 de enero de este a?o y solo accedi¨® a levantar parcialmente el bloqueo a partir del 18 de septiembre. Ahora mismo, la industria intenta recuperar su ritmo que durante los ocho meses de bloqueo solo alcanz¨® los 100.000 barriles diarios.
Los seis millones de habitantes de Libia vienen sufriendo desde hace varios a?os no solo los problemas inherentes a cualquier guerra, sino los de la corrupci¨®n, la inseguridad ciudadana y los cortes de luz y de agua. Durante los ¨²ltimos meses ha habido protestas de ciudadanos tanto en el oeste como en el este del pa¨ªs. En su mayor¨ªa, fueron duramente reprimidas.
El analista Jalel Harchaoui, investigador en el Clingendael Institute de La Haya, cree que para alcanzar los acuerdos de este mi¨¦rcoles ha sido clave el di¨¢logo entre Turqu¨ªa y Rusia, ¡°dos pa¨ªses que no son amigos pero tienen muy claro lo que quieren¡±. No obstante, Harchaoui se muestra m¨¢s ¡°circunspecto¡± que ¡°optimista¡±. ¡°El hecho de que llevemos cinco meses sin enfrentamientos directos no significa gran cosa", indica. "Las fuerzas siguen movi¨¦ndose sobre el terreno. Los turcos afianzan su presencia militar. Y los mercenarios rusos controlan varios campos de petr¨®leo, cosa que no ocurr¨ªa hace seis meses¡±.
El objetivo de la ONU, seg¨²n Harchaoui, ser¨¢ formar un verdadero Gobierno de unidad nacional que integre a las dos partes. ¡°Habr¨¢ seguramente un ministro del Interior proturco en Tr¨ªpoli. Y un viceministro, o figura semejante, antiturco en Bengasi. ?Ser¨¢ eso posible? ?Habr¨¢ un pol¨ªtico fuerte en Tr¨ªpoli que no pueda poner el pie en Bengasi y otro en Bengasi que no pueda pisar la capital? No lo s¨¦. Tampoco hay que olvidar que hay divisiones y conflictos en el interior de cada facci¨®n¡±.
Por su parte, Micha?l Tanchum, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Navarra, se?ala: ¡°Hay que tener en cuenta las protestas ciudadanas en las dos partes. Ninguna soluci¨®n funcionar¨¢ sin que haya un Gobierno de unidad m¨¢s responsable respecto a las necesidades cotidianas de los libios¡±.
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