El juicio contra la supuesta ¡°hija oculta¡± de Buteflika retrata a la Argelia corrupta
Una misteriosa mujer que se lucr¨® mediante el acceso privilegiado al expresidente desencadena el procesamiento de altos cargos
Durante un tiempo fue presentada ante la ¨¦lite del poder en Argelia como la supuesta la ¡°hija oculta¡± del entonces presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika. Se la conoc¨ªa como la se?ora Maya. Pero ella niega haberse presentado nunca como descendiente del jefe de Estado. Y la verdadera naturaleza de su relaci¨®n no ha sido aclarada. Durante los 20 a?os en que Buteflika ejerci¨® como jefe de Estado casi nadie oy¨® hablar de ella. Pero los que mandaban en el pa¨ªs sab¨ªan qui¨¦n era, d¨®nde viv¨ªa y cu¨¢ntos perros ten¨ªa. Se llamaba en realidad Nachinachi Zoulikha-Chafika, viv¨ªa en el chal¨¦ n¨²mero 143 de la calle Moretti, en el Club de los Pinos, el barrio privado de Argel donde reside buena parte de la clase dirigente argelina. Y era la propietaria de dos perros, adiestrados por la polic¨ªa. Ahora tiene 66 a?os y dos hijas adultas.
Su mundo comenz¨® a tambalearse en 2017, cuando el hermano menor del presidente, Said Buteflika, de 62 a?os, impuls¨® un registro en su casa. La se?ora Maya declar¨® despu¨¦s que Said la detestaba a causa de su ¡°proximidad¡± con Abdelaziz. Pero aquella pesquisa qued¨® en un susto. Zoulikha-Chafika sigui¨® escondiendo billetes en su residencia de Los Pinos, como si fuera impune a cualquier orden judicial, mientras la mayor¨ªa de los 42 millones de argelinos ignoraba todo sobre ella.
Todo cambi¨® cuando el 2 de abril del a?o pasado, Buteflika se vio obligado a dimitir despu¨¦s de tres meses de manifestaciones gigantescas. Tres meses despu¨¦s de su salida, la polic¨ªa entr¨® en el n¨²mero 143 de la calle Moretti y confisc¨® 270.000 euros, 30.000 d¨®lares (25.400 euros), 9,5 millones de dinares argelinos por valor de 630.000 euros y 25 kilos de joyas por valor de 1,3 millones de euros. Y entonces la sociedad argelina descubri¨® a la ¡°cortesana de la rep¨²blica¡±, como la bautiz¨® L¡¯Expression. Se juzg¨® y el pasado 14 de octubre Zoulikha-Chafika fue condenada a 12 a?os de c¨¢rcel por ¡°blanqueo de dinero en el marco de una asociaci¨®n criminal organizada¡± y ¡°solicitud y aceptaci¨®n de ventajas indebidas recibidas de un funcionario¡±. Su ca¨ªda arrastr¨® tambi¨¦n al antiguo director general de la polic¨ªa, Abdelghani Hamel (65 a?os) y a dos exministros: Mohamed Ghazi (71), de Trabajo; y Abdelghani Zaalane (55), de Transporte, por su participaci¨®n en los hechos cuando eran delegados del Gobierno de Or¨¢n y de Chlef, respectivamente. Cada uno de ellos ha sido condenado a 10 a?os de prisi¨®n. Las dos hijas de la se?ora Maya tambi¨¦n fueron condenadas a cinco a?os de prisi¨®n firme.
El diario argelino Le Soir se?al¨® que Zoulikha-Chafika fue una comerciante textil de escasa fortuna hasta el final de la d¨¦cada de los noventa. En 2001 se present¨® ante el entonces presidente -quien llevaba solo dos a?os como jefe de Estado- como la hija de un viejo amigo de Buteflika, antiguo combatiente ya muerto de la guerra de la independencia (1954-1962). Y le pidi¨® que le ayudara a sacar adelante el proyecto de un parque de atracciones en Chlef, un municipio de 44.000 habitantes situado a 200 kil¨®metros al oeste de Argel. El presidente deleg¨® la tarea en su secretario particular, Mohamed Rougab. Y el secretario llam¨® al wali (delegado del Gobierno) de Chlef, quien no solo les concedi¨® el terreno para el proyecto, sino otros tantos que Maya asign¨® a nombre de sus hijas.
Los medios argelinos publicaron que ¡°Madame Maya¡± y sus dos hijas viajaban a menudo a Europa, sobre todo a Espa?a, y que en cada uno de esos viajes sacaban entre 10.000 y 15.000 euros en met¨¢lico gracias a la falta de supervisi¨®n de la polic¨ªa de fronteras. Publicaron que hab¨ªan transferido a Espa?a de forma ilegal un mill¨®n y medio de euros y se hab¨ªan comprado un chal¨¦ y dos apartamentos. Ella declar¨® en el juicio que solo posee un bien en Espa?a, por valor de 40.000 euros. Los diarios tambi¨¦n publicaron que sus perros estaban adiestrados por polic¨ªas, que el chal¨¦ estaba protegido con c¨¢maras instaladas por la polic¨ªa y que las dos empleadas que trabajan en su casa eran funcionarias cuya n¨®mina corr¨ªa a cargo del Ministerio de Trabajo.
Farid Alilat, corresponsal para Argelia del semanario Jeune Afrique, y autor de la biograf¨ªa Bouteflika, l¡¯histoire secr¨¨te refleja en conversaci¨®n telef¨®nica c¨®mo la falta de informaci¨®n todav¨ªa deja una inc¨®gnita en la naturaleza de la relaci¨®n entre el presidente y la mujer: ¡°Buteflika nunca tuvo hijos. Pero durante gran parte de su vida Buteflika recibi¨® a muchas mujeres en su residencia particular. Y a menudo se mostraba generoso con ellas. Yo no s¨¦ qu¨¦ tipo de relaci¨®n manten¨ªa con madame Maya, pero no creo que la haya recibido una sola vez¡±.
Hamel, el antiguo jefe de la polic¨ªa, declar¨® en el juicio que ¨¦l siempre crey¨® que Maya era la hija de Buteflika. Pero neg¨® haber intervenido para que unos agentes le adiestraran sus dos perros. El diario El Watan recordaba en su cr¨®nica del juicio que el tribunal no aclar¨® c¨®mo edific¨® la se?ora Maya su estatus de ¡°hija escondida¡± de Buteflika, que fue lo que le permiti¨® amasar su fortuna. ¡°El proceso concluye dejando un gusto amargo¡±, reflejaba el diario. Y se cierra sin que haya transcendido ninguna foto de ella. Y sin la comparecencia del propio Buteflika.
El antiguo presidente contin¨²a en libertad sin cargos, a sus 83 a?os, mientras aquellos que actuaron por obediencia debida al propio Buteflika, a su hermano menor o a su secretario privado, solo les queda observar este cap¨ªtulo de la historia argelina desde la c¨¢rcel.
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