Una Constituci¨®n con perspectiva de g¨¦nero en Chile
El movimiento feminista impuls¨® la adopci¨®n de una nueva ley fundamental, que ser¨¢ redactada por un ¨®rgano paritario
La nueva Constituci¨®n chilena, adem¨¢s de ser la primera nacida en democracia, estar¨¢ redactada de forma paritaria entre hombres y mujeres. Los ciudadanos decidieron reemplazar la Carta fundamental vigente, un texto de 1980 adoptado durante la dictadura de Augusto Pinochet, por abrumadora mayor¨ªa ¡ª78% frente al 21%¡ª en un plebiscito celebrado el pasado 25 de octubre. El movimiento feminista chileno, que ha sido la punta de lanza de las manifestaciones sociales que arrancaron en octubre de 2019, empuj¨® a la clase pol¨ªtica y encontr¨® de aliadas a expertas y dirigentes de izquierda y derecha. As¨ª, el 11 de abril del pr¨®ximo a?o ser¨¢n elegidos en votaci¨®n universal los 155 miembros que tendr¨¢n la oportunidad hist¨®rica de abrir paso a una Constituci¨®n con perspectiva de g¨¦nero, en un pa¨ªs que apenas en 2017 despenaliz¨® el aborto, ilegal hasta entonces en todos los supuestos.
El organismo ¡ªcuyos miembros ser¨¢n elegidos exclusivamente para redactar la Constituci¨®n¡ª deber¨¢ elaborar el texto en el plazo m¨¢ximo de un a?o y este tendr¨¢ que ser aprobado en un plebiscito con car¨¢cter vinculante. Los expertos calculan que la nueva ley fundamental chilena comenzar¨¢ a regir en el tercer cuatrimestre de 2022.
¡°Muchos aspectos del proceso son extraordinarios. Pero sin duda, lo m¨¢s excepcional para Chile y el mundo es que el ¨®rgano constituyente que tendr¨¢ la responsabilidad de gestar la nueva Constituci¨®n ser¨¢ paritario, es decir, que se asegura que entre un 45% y un 55% de sus componentes ser¨¢n mujeres¡±, explica Miriam Henr¨ªquez, profesora de Derecho Constitucional de la Universidad Alberto Hurtado. ¡°Otros pa¨ªses hicieron un esfuerzo enorme, como Ecuador y T¨²nez, que incorporaron la paridad en las listas electorales y alcanzaron resultados cercanos al 30%. Todo ello sit¨²a a Chile a la vanguardia de las formas en que se genera un nuevo pacto social¡±, analiza la acad¨¦mica.
Las protestas masivas y la violencia estallaron en Chile en octubre de 2019, poniendo en peligro incluso la democracia en el pa¨ªs. A mediados de noviembre pr¨¢cticamente todas las fuerzas pol¨ªticas y el Gobierno de derechas de Sebasti¨¢n Pi?era apostaron por una salida institucional a la crisis: un plebiscito para decidir si los ciudadanos quer¨ªan reemplazar la Constituci¨®n vigente que, aunque reformada en 53 ocasiones en las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas, nunca hab¨ªa logrado unir a los chilenos ni gozar de legitimidad, en parte por su origen. En marzo pasado, el Congreso aprob¨® el proyecto de ley que establec¨ªa la paridad para la convenci¨®n que redactar¨ªa la nueva carta magna. A los pocos d¨ªas, el 8 de marzo, las chilenas mostraron de nuevo su fuerza en las calles, durante la celebraci¨®n del D¨ªa Internacional de la Mujer. Despu¨¦s, en plenas protestas, exportaron al mundo el himno contra el patriarcado, El violador eres t¨², del colectivo feminista Lastesis.
¡°El clima social, cultural y pol¨ªtico que se genera con la movilizaci¨®n de octubre de 2019 ¡ªy antes con el movimiento de mujeres y feminista¡ª, empuja la propuesta de paridad, que permea distintos sectores de mujeres en el mundo pol¨ªtico y en el Parlamento¡±, explica Adriana Mu?oz, presidenta del Senado, una hist¨®rica feminista del centroizquierda. ¡°Entre nosotras nos empezamos a encontrar en una especie de bancada transversal de diputadas y senadoras de distintos partidos pol¨ªticos. Fue un proceso bastante in¨¦dito¡±, relata Mu?oz, que desde la llegada a la democracia en 1990 en el Congreso fue impulsora de las leyes de divorcio, filiaci¨®n (que acab¨® con las categor¨ªas de hijos leg¨ªtimos o ileg¨ªtimos), violencia intrafamiliar, feminicidio o la reforma del C¨®digo Civil, que antes perjudicaba a las mujeres en casos de infidelidad en el matrimonio.
La polit¨®loga Pamela Figueroa fue una de las expertas que a finales de 2019 protagoniz¨® la discusi¨®n sobre paridad en la mesa t¨¦cnica donde se negociaron las condiciones y normas del plebiscito y de la convenci¨®n, en caso de que se resolviera reemplazar la carta magna. ¡°Para que la convenci¨®n tuviera mayor legitimidad, necesitaba ser inclusiva¡±, recuerda ahora. La acad¨¦mica de la Universidad de Santiago explica que hubo dos elementos fundamentales que antecedieron al acuerdo. En primer lugar, la Ley de Cuotas impulsada en el segundo Gobierno de Michelle Bachelet (2014-2018), que oblig¨® a los partidos pol¨ªticos a presentar un porcentaje no menor del 40% de mujeres entre sus candidatas. ¡°Debut¨® en las parlamentarias de 2017 y se pas¨® de un 16% a un 23% de presencia de mujeres en el Congreso. Aun as¨ª, Chile es uno de los pa¨ªses que tiene menos representaci¨®n de mujeres en su Parlamento¡±, explica Figueroa.
Un segundo precedente fue la votaci¨®n paritaria que se realiz¨® en el Colegio de Abogados el a?o pasado. La f¨®rmula t¨¦cnica que se ha adoptado para la convenci¨®n constitucional se inspira en la votaci¨®n interna de la organizaci¨®n. Se elegir¨¢n los 155 constituyentes con las mismas reglas de la C¨¢mara de Diputados, es decir, con un sistema proporcional. Pero se implementar¨¢n las llamadas listas cebras [cremallera], entre mujeres y hombres, siempre encabezadas por una mujer. Al final del proceso, ¡°se aplica una correcci¨®n similar a la que se realiz¨® en el Colegio de Abogados¡±, se?ala la acad¨¦mica.
Hubo muchas dificultades, porque ¡°existen muchos prejuicios contra la paridad, que cambia las posibilidades de los hombres, que son los que se eligen mayoritariamente¡±, explica Figueroa. Recalca que a no ser que haya 100% de proporcionalidad, ¡°todos los sistemas electorales son mecanismos de transformaci¨®n de votos en esca?os¡± y que ¡°los estudios comparados muestran que si no hay acci¨®n positiva, es muy dif¨ªcil que se llegue a una incorporaci¨®n plena de las mujeres, cuando en pa¨ªses como Chile son el 52% de la poblaci¨®n¡±.
Que la convenci¨®n est¨¦ constituida por el mismo n¨²mero de mujeres que de hombres no implica necesariamente que la Constituci¨®n tenga una impronta feminista, es decir, que establezca un ¡°compromiso con la protecci¨®n de la igualdad de las mujeres en el ejercicio de sus derechos y que reconozca que son agentes morales de su propio desarrollo y que no deben ser sustituidas por otras personas en la toma de decisiones¡±, seg¨²n explica Yanira Z¨²?iga, acad¨¦mica de la Facultad de Ciencias Jur¨ªdicas y Sociales de la Universidad Austral de Chile y experta en temas de g¨¦nero. ¡°Pero la evidencia acumulada con respecto a los efectos de un aumento de la presencia de mujeres en los procesos de producci¨®n de norma jur¨ªdica ¡ªprincipalmente en Parlamentos¡ª muestra que crecen las posibilidades de que se construyan agendas de g¨¦nero¡±, indica la doctora Z¨²?iga.
Subordinaci¨®n estructural
La constitucionalista chilena Claudia Sarmiento explica que la perspectiva de g¨¦nero deber¨ªa cruzar las distintas discusiones constitucionales, incluso el sistema de Gobierno: ¡°Chile tiene un sistema hiperpresidencialista, donde se concentra en una misma mano much¨ªsimos poderes. ?Favorece o no la condici¨®n de las mujeres?¡±, se pregunta la abogada. ¡°Una Constituci¨®n atrinchera los intereses m¨¢s importantes y la forma en que se distribuye el poder. Si hasta ahora ha mantenido un cierto statu quo respecto de la subordinaci¨®n estructural que afecta a las mujeres, es importante tener presente de qu¨¦ forma la carta fundamental podr¨ªa ser o no un motor de movilizaci¨®n de la igualdad. Es decir, qu¨¦ tipo de Estado vamos a necesitar para que la equidad sea relevante en Chile¡±, reflexiona Sarmiento.
Enumera asuntos que no est¨¢n en la Constituci¨®n chilena vigente, como la autonom¨ªa sexual y reproductiva o las reglas para a combatir la violencia contra las mujeres. Sarmiento afirma que no existen en el mundo ejemplos de una Constituci¨®n feminista, aunque la francesa ¡°tiene un principio que evoca paridad¡±, ni tampoco lo considera extra?o: ¡°Las mujeres hemos estado hist¨®ricamente relegadas del proceso pol¨ªtico. Y su ausencia garantiza que no se incorpore su mirada en las pol¨ªticas p¨²blicas¡±, comenta.
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