El oriente boliviano prepara protestas para la toma de posesi¨®n del delf¨ªn de Evo Morales

En una decisi¨®n que indica cu¨¢l ser¨¢ su actitud frente al nuevo Gobierno de Bolivia, los dirigentes ¡°c¨ªvicos¡± de la regi¨®n boliviana de Santa Cruz no reconocen la victoria de Luis Arce en las elecciones presidenciales y programan un paro de actividades de 24 horas para el pr¨®ximo viernes. Los mandatarios piden que la Justicia detenga el juramento de Arce, previsto para el 8 de noviembre, y que se realice una auditor¨ªa sobre la fiabilidad de los comicios. Sospechan que estos han sido fraudulentos, aunque no han mostrado pruebas que sustenten esta presunci¨®n.

El presidente del Tribunal Supremo Electoral, Salvador Romero, ha declarado que el proceso ¡°est¨¢ concluido¡± y que ya se han entregado a los mandatarios las credenciales que legalizan su condici¨®n. Ha recordado que todas las misiones de observaci¨®n, inclusive la de la Organizaci¨®n de Estados Americanos, a la que los c¨ªvicos pretenden responsabilizar de la auditor¨ªa, han dado su opini¨®n favorable sobre la limpieza de lo realizado el 18 de octubre. Arce obtuvo el 55% de los votos, 26 puntos porcentuales m¨¢s que su inmediato seguidor, Carlos Mesa.

El Comit¨¦ C¨ªvico Pro Santa Cruz, que en 2019 dirigi¨® las protestas que llevaron al entonces presidente Evo Morales a renunciar, ha declarado el paro bajo la presi¨®n de grupos juveniles radicales que han estado agitando y moviliz¨¢ndose desde que se supo que el candidato de Morales hab¨ªa ganado y el Movimiento al Socialismo (MAS) volver¨ªa a dirigir la marcha del pa¨ªs. Ciertos sectores de la poblaci¨®n, generalmente de clase media, que viven en los barrios m¨¢s acomodados de las ciudades y son mayoritarios en Santa Cruz, rechazan apasionadamente al MAS y a Morales. Los acusan de haber hecho fraude en las elecciones de 2019 y muchos otros delitos. Los representantes m¨¢s radicales de estos sectores insistieron en que no se permitiera participar al MAS en las nuevas elecciones, pero fracasaron. Ahora le reprochan amargamente eso al Tribunal Electoral y a los partidos de centroderecha que se opusieron al veto y postularon la necesidad democr¨¢tica de ganarle al MAS en las urnas.

Algunos cientos de personas llegaron a congregarse en torno a cuarteles policiales para pedir un golpe que librara a Bolivia del retorno del MAS. En 2019, la polic¨ªa se amotin¨®, contribuyendo al derrocamiento de Morales. Estos manifestantes combinaban las arengas dirigidas a los uniformados con rezos en la calle, de rodillas y con la manos extendidas hacia el cielo.

Tanto el gobernador de Santa Cruz, Rub¨¦n Costas, como el excandidato Luis Fernando Camacho, el m¨¢s votado en esta regi¨®n, respaldan la demanda de una auditor¨ªa. Camacho tampoco ha reconocido la victoria de Arce, aunque los parlamentarios de su partido est¨¢n ocupando los cargos para los que fueron elegidos.

Los dirigentes del Comit¨¦ C¨ªvico fueron tomados como rehenes por unas horas por los grupos radicales, hasta que la polic¨ªa tuvo que intervenir sus oficinas y rescatarlos. Los j¨®venes les demandaban declarar un paro indefinido de labores, tal como esta instituci¨®n hizo el a?o pasado despu¨¦s de rechazar igualmente las elecciones de entonces.

El presidente del Comit¨¦, R¨®mulo Calvo, declar¨® a la prensa que no pod¨ªa poner al Comit¨¦ al servicio de intereses partidarios, que no identific¨®. As¨ª que concedi¨® ¨²nicamente un d¨ªa de paro en el interior de la regi¨®n y otro, el del viernes, en la capital, Santa Cruz de la Sierra. A diferencia del a?o pasado, esta vez algunos ciudadanos cruce?os rechazaron la idea de volver a la huelga, en especial al encontrarse con los bloqueos de calle que los activistas realizan desde hace varios d¨ªas. Bolivia vive una muy grave situaci¨®n econ¨®mica. Desde octubre de 2019 no ha podido trabajar de forma normal m¨¢s que tres meses, perjudicada primero por la crisis pol¨ªtica y luego por la pandemia. Por eso, Luis Arce ha tuiteado: ¡°Despu¨¦s de casi un a?o de crisis econ¨®mica y social, es tiempo de reconstruir la Patria¡±, y ha concluido: ¡°Las movilizaciones solo retrasan la reactivaci¨®n, generaci¨®n de empleos e ingresos¡±.