Retorno a la casilla de salida con nuevas reglas en Oriente Pr¨®ximo
Con Biden, Israel tendr¨¢ que volver a lidiar con los palestinos y la soluci¨®n de los dos Estados y afrontar la restauraci¨®n del tratado nuclear con Ir¨¢n
A Joe Biden, joven senador dem¨®crata reci¨¦n elegido, le impresion¨® la reuni¨®n que mantuvo en 1973, en uno de sus primeros viajes oficiales, con la entonces l¨ªder de Israel, Golda Meir, poco antes de la Guerra de Yom Kipur. Casi medio siglo despu¨¦s, el presidente electo de Estados Unidos sigue siendo visto como un firme aliado del Estado jud¨ªo. Con ¨¦l regresa al consenso instalado en la Casa Blanca desde Lyndon B. Johnson (1963-1968) hasta l...
A Joe Biden, joven senador dem¨®crata reci¨¦n elegido, le impresion¨® la reuni¨®n que mantuvo en 1973, en uno de sus primeros viajes oficiales, con la entonces l¨ªder de Israel, Golda Meir, poco antes de la Guerra de Yom Kipur. Casi medio siglo despu¨¦s, el presidente electo de Estados Unidos sigue siendo visto como un firme aliado del Estado jud¨ªo. Con ¨¦l regresa al consenso instalado en la Casa Blanca desde Lyndon B. Johnson (1963-1968) hasta la disrupci¨®n que ha representado el mandato del republicano Donald Trump. Israel tendr¨¢ que volver a lidiar con la soluci¨®n de los dos Estados: contener la expansi¨®n de los asentamientos y renunciar a la anexi¨®n de Cisjordania, pero el previsible retorno a la casilla de salida a partir de enero conllevar¨¢ tambi¨¦n nuevas reglas de juego para los palestinos, tras el reconocimiento de Jerusal¨¦n como capital israel¨ª y el traslado de la Embajada desde Tel Aviv, donde el resto de los pa¨ªses (con la ¨²nica excepci¨®n de Guatemala) siguen manteniendo sus legaciones diplom¨¢ticas.
Mientras las felicitaciones de los l¨ªderes internacionales se suced¨ªan en cascada, Benjam¨ªn Netanyahu mantuvo silencio durante m¨¢s de 12 horas. ¡°Joe, hemos mantenido una larga y c¨¢lida relaci¨®n personal desde hace casi 40 a?os y s¨¦ que eres una gran amigo de Israel¡±, salud¨® finalmente a trav¨¦s de Twitter la victoria del dem¨®crata. Mientras meditaba la repuesta en la noche del s¨¢bado el primer ministro israel¨ª, que a¨²n encabeza con una foto en compa?¨ªa de Trump su cuenta en la red social, miles de manifestantes gritaban ante su residencia oficial en Jerusal¨¦n: ¡°Hoy [cae] Trump, ma?ana le seguir¨¢ Netanyahu¡±. Su siguiente tuit fue precisamente para el mandatario saliente: ¡°Gracias por reconocer Jerusal¨¦n y el Gol¨¢n, por plantar cara a Ir¨¢n, por los hist¨®ricos acuerdos [de normalizaci¨®n de relaciones con tres pa¨ªses ¨¢rabes] y por elevar nuestra alianza hasta cotas sin precedentes¡±.
En 2010, cuando Biden visit¨® Israel por primera vez en calidad de vicepresidente de EE UU, el primer ministro Netanyahu orden¨® construir un nuevo asentamiento de colonos en Jerusal¨¦n Este, traspasando la l¨ªnea roja trazada por la Administraci¨®n de Barack Obama. No parece que la afrenta vaya a tener consecuencias para el Estado jud¨ªo, aunque puede afectar a la relaci¨®n personal con el jefe del Gobierno hebreo. El presidente electo ¡°pertenece al ala m¨¢s proisrael¨ª del Partido Dem¨®crata, y lleg¨® a definirse como un ¡®sionista¡¯ para expresar su admiraci¨®n por Israel¡±, sosten¨ªa este domingo el columnista Nahum Barnea en las p¨¢ginas de Yedioth Ahronoth.
Como si se tratara de reiniciar un dispositivo bloqueado, el Gobierno de Israel deber¨¢ reajustar algunos par¨¢metros en los lazos bilaterales con Washington. Biden hab¨ªa anticipado durante la campa?a que mantendr¨¢ la sede de la Embajada de EE UU en Jerusal¨¦n, aunque reabrir¨¢ el Consulado General en la Ciudad Santa, que ejerce de facto como legaci¨®n diplom¨¢tica ante la Autoridad Palestina. El rais Mahmud Abbas le ha felicitado de forma inequ¨ªvoca con un llamamiento a resucitar unas relaciones muertas desde hace casi tres a?os, cuando Trump dio la patada al tablero del consenso internacional sobre Jerusal¨¦n como futura capital conjunta para israel¨ªes y palestinos.
La reapertura de la representaci¨®n de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) en Washington y el retorno de la ayuda econ¨®mica estadounidense, incluida la concedida hasta 2018 a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), son se?ales que se esperan en Ramala para regresar a la mesa de di¨¢logo con Israel en las condiciones fijadas por el secretario de Estado John Kerry en 2014. ¡°Es previsible que la nueva Administraci¨®n recupere la relaci¨®n con los palestinos e intente reabrir la v¨ªa de las negociaciones¡±, precisa Sara Feuer, investigadora del Instituto de Seguridad Nacional en Tel Aviv.
¡°No esperamos una transformaci¨®n milagrosa, pero al menos se detendr¨¢ la pol¨ªtica destructiva de Trump¡±, puntualiza la hist¨®rica dirigente de la OLP, Hanan Ashrawi, que particip¨® en la delegaci¨®n palestina en la Conferencia de Paz de Madrid en 1991. Para Biden, el retorno a la casilla de salida como mediador aparentemente m¨¢s imparcial en la soluci¨®n de los dos Estados es apenas una cl¨¢usula de estilo. Oriente Pr¨®ximo, en general, y la cuesti¨®n palestina, en particular, han dejado de ser una prioridad en Estados Unidos.
Pol¨ªticos y analistas de Israel parecen ahora mucho m¨¢s preocupados por un eventual renacimiento del acuerdo nuclear con Ir¨¢n, suscrito por Obama en 2015 y del que Trump se descolg¨® tres a?os despu¨¦s. ¡°Una reactivaci¨®n del pacto nuclear amenaza con desatar la tensi¨®n estrat¨¦gica¡±, alerta John Rynhold, analista y profesor de la Universidad de Bar Ilan (afueras de Tel Aviv). El ministro Tzachi Hanegbi ha ido m¨¢s all¨¢ al advertir de que ¡°Israel se puede ver forzado a un violento enfrentamiento con Teher¨¢n¡± si Washington vuelve a negociar con el r¨¦gimen iran¨ª.
En Jordania, que se dispone a celebrar elecciones legislativas esta semana, el rey Abdal¨¢ II ha recibido con alivio el relevo en la Casa Blanca, que bajo la Administraci¨®n republicana ha presionado al monarca hachem¨ª para que aceptara el llamado ¡°acuerdo del siglo¡±, el plan de paz de Trump frontalmente rechazado por los palestinos. El anuncio de la campa?a de Biden de que la nueva presidencia supervisar¨¢ de cerca el respeto a los derechos humanos entre sus aliados ha generado esperanza en Egipto, donde se multiplican en los ¨²ltimos a?os las denuncias sobre abusos contra detenidos. Su presidente, Abdelfat¨¢ al Sisi, ha mantenido una estrecha relaci¨®n con el presidente republicano, quien en un comentario humor¨ªstico lleg¨® a definirle como su ¡°dictador favorito¡±.