La soledad de la embajada de EE UU en Jerusal¨¦n refleja el rev¨¦s diplom¨¢tico a Netanyahu
Un a?o despu¨¦s del traslado de la legaci¨®n diplom¨¢tica solo Guatemala ha seguido los pasos de Trump

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Estados Unidos e Israel exhiben su fuerza coordinada en Oriente Pr¨®ximo, pero est¨¢n solos en Jerusal¨¦n. ?nicamente el Gobierno de Guatemala ¡ªinspirado por el fanatismo de cristianos evang¨¦licos que ven en el Estado jud¨ªo una se?al del final de los tiempos¡ª ha seguido los pasos de Donald Trump para trasladar su embajada a la Ciudad Santa. Ejecutada hace un a?o en medio de un ba?o de sangre en la frontera de Gaza, la decisi¨®n del presidente norteamericano que rompi¨® con d¨¦cadas de consenso internacional no ha sido secundada por mandatarios ultraconservadores como el brasile?o Jair Bolsonaro o el h¨²ngaro Viktor Orb¨¢n, que se han limitado a abrir oficinas comerciales o culturales.
En mayo de 2018, Benjam¨ªn Netanyahu declaraba abierta la carrera para obsequiar con terrenos y otras facilidades a los diez primeros pa¨ªses que trasladasen su embajada a Jerusal¨¦n. Paraguay fue el ¨²nico que dio un paso adelante tras el pistoletazo de salida del primer ministro israel¨ª, de la mano del entonces presidente Horacio Cartes. Pero el Gobierno de Asunci¨®n dio marcha atr¨¢s apenas cuatro meses despu¨¦s para restablecer en Tel Aviv la sede de su legaci¨®n diplom¨¢tica. El nuevo jefe de Estado, Mario Abdo revirti¨® la orden de su predecesor.
La soledad de la Embajada estadounidense en un edificio consular perif¨¦rico pr¨®ximo a la L¨ªnea Verde, la zona de separaci¨®n que divid¨ªa Jerusal¨¦n hasta hace 52 a?os ¡ªsolo acompa?ada por la oficina guatemalteca en un parque empresarial de las afueras¡ª, constata el fracaso del efecto multiplicador al que aspiraba Netanyahu. El inter¨¦s de Trump en consolidar el voto de la derecha cristiana que apuntal¨® su victoria electoral en 2016 parece haber primado sobre su relaci¨®n estrat¨¦gica con Israel a ojos del mundo.
Tras la creaci¨®n del Estado jud¨ªo ¡ªhace ahora 71 a?os, a ra¨ªz de la partici¨®n de la Palestina bajo mandato brit¨¢nico¡ª Jerusal¨¦n deb¨ªa contar, seg¨²n Naciones Unidas, con estatuto internacional. En la guerra librada entre 1948 y 1949 con varios pa¨ªses ¨¢rabes, la ciudad qued¨® dividida en un sector occidental, en el que el Gobierno hebreo fij¨® su capital, y otro oriental, con poblaci¨®n palestina y bajo control jordano. El Ej¨¦rcito israel¨ª ocup¨® en 1967 Jerusal¨¦n Este ¡ªque incluye la Ciudad Vieja y los santos lugares¡ª, y la Kneset (Parlamento) lo anexion¨® en 1980.
La resoluci¨®n 478 del Consejo de Seguridad prohibi¨® entonces la presencia de misiones diplom¨¢ticas. Todas las legaciones en Jerusal¨¦n, entre ellas las de 12 pa¨ªses latinoamericanos, se trasladaron a Tel Aviv. Los ¨²ltimos en mudarse fueron Costa Rica y El Salvador.
La presi¨®n de los grandes ganaderos de Brasil, que exporta cada a?o al mundo isl¨¢mico carne halal (con aval religioso) por un monto de 5.000 millones de d¨®lares, se impuso sobre la promesa electoral de Bolsonaro para trasladar la sede de la embajada a Jerusal¨¦n. Hace dos meses, durante su primera visita oficial como presidente a Israel, solo pudo ofrecer el gesto simb¨®lico de anticipar la apertura de una oficina de negocios.
Los Gobiernos derechistas europeos que mantienen estrechas relaciones con Netanyahu. no han roto la unidad de acci¨®n en el seno de la UE. Su m¨¢xima representante diplom¨¢tica, Federica Mogherini, defiende el consenso internacional sobre el estatuto final de Jerusal¨¦n, supeditado a un acuerdo de paz duradero entre israel¨ªes y palestinos.
El presidente de la Rep¨²blica Checa, el ultraconservador Milos Zeman, se mostr¨® favorable a trasladar la embajada a la Ciudad Santa, pero el Gobierno de Praga vet¨® su iniciativa, reducida finalmente a un centro cultural. En Rumania, es la primera ministra, la derechista Vlorica Dancila, la que ha visto frenado su fervor proisrael¨ª por el jefe del Estado, quien tiene reservada la competencia de determinar la sede de las legaciones.
A pesar de ejercer un poder sin contrapesos en Hungr¨ªa, el populista Orb¨¢n tampoco se ha separado de las directrices de Bruselas en Oriente Pr¨®ximo. En su ¨²ltima visita a Israel, se limit¨® a anunciar la apertura de una oficina comercial en Jerusal¨¦n, la misma decisi¨®n que ha adoptado la vecina Eslovaquia.
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