Una foto trucada de un soldado australiano degollando a un ni?o afgano enfrenta de nuevo a Pek¨ªn y Canberra

Las relaciones entre China y Australia, uno de los principales suministradores de materias primas al gigante asi¨¢tico, contin¨²an su peligroso deterioro, entre reproches y represalias casi diarios. Este lunes, el desencadenante del nuevo estallido ha sido una fotograf¨ªa trucada que un portavoz chino ha colgado en su perfil de Twitter, en la que un soldado australiano parece a punto de degollar a un ni?o afgano. El primer ministro en Canberra, Scott Morrison, ha exigido al Gobierno en Pek¨ªn que elimine esa imagen ¡°repugnante¡±.

En la foto, el soldado sonr¨ªe mientras sostiene un cuchillo ensangrentado contra la garganta de un ni?o que, a su vez, sujeta una cabra blanca. A modo de suelo se ve una bandera australiana y otra afgana, esta ¨²ltima dividida en piezas de puzle. En una esquina de la imagen se lee la frase ¡°?no tengas miedo, te traemos la paz!¡±

Al tuitearla, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino Zhao Lijian incluye el comentario ¡°conmocionado por el asesinato de civiles y prisioneros afganos por parte de soldados australianos¡±. Su mensaje ha suscitado un enorme malestar en Australia, donde algunos legisladores han pedido represalias diplom¨¢ticas.

El tuit del portavoz chino hac¨ªa referencia a un informe oficial australiano, hecho p¨²blico el pasado d¨ªa 19, que se?ala que fuerzas de elite australianas mataron a 39 civiles y prisioneros en Afganist¨¢n de manera il¨ªcita durante su despliegue en ese pa¨ªs entre 2005 y 2016. El Ej¨¦rcito australiano ha recomendado la investigaci¨®n de 36 supuestos cr¨ªmenes de guerra y ha comenzado los tr¨¢mites para la expulsi¨®n de trece militares.

¡°Condenamos esos actos de manera firme y pedimos que rindan cuentas¡±, agregaba Zhao en su tuit. Este portavoz ya protagoniz¨® un serio roce diplom¨¢tico entre Estados Unidos y China en marzo al hacerse eco en esta red social de una teor¨ªa, sin fundamento, que acusa a soldados estadounidenses de traer el coronavirus a Wuhan durante los juegos militares que se celebraron en esa ciudad en octubre del a?o pasado.

Morrison ha exigido una disculpa del Ministerio de Exteriores chino y ha pedido a Twitter la retirada del mensaje del portavoz. ¡°Es completamente escandaloso y no se puede justificar de ninguna manera¡±, ha declarado. ¡°Es una foto falsa y una calumnia terrible contra nuestras magn¨ªficas Fuerzas Armadas y los hombres y mujeres que han llevado ese uniforme en los ¨²ltimos cien a?os¡±.

El Gobierno chino, no obstante, ha hecho caso omiso de las exigencias. La portavoz jefe de Exteriores en Pek¨ªn, Hua Chunying, ha reiterado las acusaciones de su colega en la rueda de prensa diaria del Ministerio. ¡°La parte australiana ha reaccionado con tanta dureza al tuit de mi compa?ero, ?quiere eso decir que piensan que el asesinato a sangre fr¨ªa de civiles afganos inocentes est¨¢ justificado, mientras que la condena de otras personas a esos cr¨ªmenes no lo est¨¢?¡±.

El incidente es el ¨²ltimo en una serie cada vez m¨¢s larga entre los dos pa¨ªses, importantes socios comerciales. Aunque los lazos han sido tensos desde hace a?os, en 2020 se han deteriorado de modo dr¨¢stico desde que Australia exigi¨® una investigaci¨®n independiente sobre los or¨ªgenes de la pandemia de coronavirus que atenaza al mundo y que tuvo su primer foco en la ciudad de Wuhan, en el centro de China. Canberra tambi¨¦n ha excluido al gigante tecnol¨®gico chino Huawei de su red 5G.

A su vez, Pek¨ªn ha impuesto varias medidas de presi¨®n contra productos australianos como la carne de vacuno, el mineral de hierro o la madera, desde la suspensi¨®n de importaciones hasta la imposici¨®n de aranceles punitivos, pasando por prolijas inspecciones aduaneras. La semana pasada anunci¨® impuestos aduaneros contra el vino australiano superiores al 200%, una medida que ya hizo poner el grito en el cielo al Gobierno de Morrison.

En septiembre, los dos ¨²ltimos corresponsales australianos destinados en China tuvieron que abandonar el pa¨ªs precipitadamente por temor a ser detenidos. Otra periodista australiana de origen chino permanece bajo arresto.

Pek¨ªn ha negado cualquier responsabilidad en el deterioro de los lazos y, en cambio, ha enviado al Gobierno australiano una lista de 14 agravios que exige que Canberra solucione. Entre ellos se encuentran las cr¨ªticas de laboratorios de ideas y medios australianos contra China.