La oposici¨®n que decidi¨® enfrentarse a Nicol¨¢s Maduro en Venezuela

La convocatoria a las elecciones parlamentarias de 2020 en Venezuela es el resultado de un pacto pol¨ªtico entre las fuerzas chavistas y una peque?a facci¨®n de partidos formalmente opositores, agrupados en la plataforma de la llamada Mesa de Di¨¢logo Nacional. El acuerdo est¨¢ concebido para dar un piso institucional a los procesos consultivos de la revoluci¨®n bolivariana, apartar del camino a los sectores de la desobediencia liderados por Juan Guaid¨® y contribuir, al mismo tiempo, al crecimiento de estas formaciones emergentes.

El Gobierno de Nicol¨¢s Maduro ha dado la bienvenida a aquellas organizaciones dispuestas a reconocer a Miraflores (sede del Gobierno venezolano) y participar en sus t¨¦rminos en la consulta, y ha otorgado ciertas cuotas de poder a algunos pol¨ªticos de estos partidos, particularmente en la conformaci¨®n de la nueva directiva del Consejo Nacional Electoral (CNE). Dos de los cinco rectores de la CNE, Leonardo Morales y Luis Fuenmayor, representan a esta corriente.

Fueron algunos de estos pol¨ªticos opositores los que, cinco meses antes, le pidieron al Tribunal Supremo de Justicia, af¨ªn al chavismo, declarar la omisi¨®n legislativa (falta de potestad legal) de la Asamblea Nacional, liderada por Juan Guaid¨®, presidente encargado reconocido por 60 pa¨ªses, para nombrar al nuevo comit¨¦ electoral. El Supremo venezolano se pronunci¨® a favor pocas horas despu¨¦s.

Los pol¨ªticos de la Mesa de Di¨¢logo Nacional -espacio coloquialmente llamado ¡°la mesita¡± en Venezuela y que re¨²ne un sector de la oposici¨®n, en di¨¢logo con el chavismo- dise?aron algunas modificaciones para las elecciones legislativas, aumentando en m¨¢s de 100 el n¨²mero de diputados del Parlamento unicameral venezolano (277 en total), y dejando reservada la elecci¨®n de 40 esca?os al ¡°voto lista¡±, con el que se elige a formaciones con listas nacionales ¡ªel resto de esca?os se reparten entre candidatos regionales votados en cada distrito electoral, cada uno con un peso proporcional a la poblaci¨®n¡ª. El oficialismo tuvo manos libres para comprar nuevas m¨¢quinas electorales, sobre cuya licitaci¨®n y auditor¨ªa nada se sabe. Con estas decisiones, chavistas y opositores est¨¢n buscando ensanchar y compartir espacios de poder.

Los partidos disidentes que han decidido asistir a las parlamentarias no se presentan unidos a las elecciones del 6 de diciembre, circunstancia que hace a¨²n m¨¢s factible una c¨®moda victoria chavista en el proceso. Estos opositores han tenido presencia en la publicidad electoral de radio y televisi¨®n y han asistido a debates televisados en contra de pol¨ªticos chavistas.

Aunque convergen en torno a la convicci¨®n de presentar sus candidatos a esta consulta, por muy cuestionada que sea, tienen diferencias de enfoque e intereses. El argumento m¨¢s invocado es el que ha expresado Claudio Ferm¨ªn, l¨ªder del movimiento Soluciones: la necesidad de combatir la polarizaci¨®n pol¨ªtica actual; no empe?arse en derrotar al Gobierno, sino en concentrarse en la gente; no responderle al chavismo con la palabra oposici¨®n.

De todos los partidos de la denominada ¡°mesita¡± es Avanzada Progresista la organizaci¨®n pol¨ªtica de mayor tama?o y la m¨¢s dispuesta a presentarle cr¨ªticas a Maduro y su gesti¨®n. Est¨¢ liderada por Henri Falc¨®n (exgobernador del Estado de Lara y militante chavista hasta 2009.

Tambi¨¦n asisten el Movimiento al Socialismo, partido que tuvo protagonismo en la pol¨ªtica venezolana de los a?os noventa; Soluciones, de Ferm¨ªn, otro pol¨ªtico que fue popular hace 20 a?os; Cambiemos, organizaci¨®n conducida por Timoteo Zambrano, y la corriente del pastor evang¨¦lico Javier Bertucci, quien compiti¨® contra Maduro en las impugnadas elecciones presidenciales de 2018. En l¨ªneas generales, se trata de pol¨ªticos socialdem¨®cratas con una interpretaci¨®n de la crisis venezolana muy similar a la que en Espa?a puede tener sobre el tema venezolano Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.

M¨¢s all¨¢ de la Mesa de Di¨¢logo Nacional, asiste a esta elecci¨®n, tambi¨¦n por su cuenta, la formaci¨®n Primero Venezuela. Se trata de un pu?ado de parlamentarios opositores acusados de ser sobornados por el Gobierno para arrebatarle la presidencia de la Asamblea Nacional a Juan Guaid¨®. Despu¨¦s de aquellos sobornos, el Supremo venezolano, controlado por el chavismo, ha emitido sentencias forzando el cambio de las direcciones de los partidos opositores Primero Justicia y Acci¨®n Democr¨¢tica, aliados de Guaid¨®, para facilitar su participaci¨®n electoral, usando para ello dirigentes menos beligerantes. La circunstancia ha servido para confundir a parte de la ciudadan¨ªa en un pa¨ªs en el cual ya campea la censura oficial.

Tambi¨¦n asiste a la consulta el novel movimiento Unidad y Cambio, fundado por el veterano dirigente socialcristiano Eduardo Fern¨¢ndez y dirigido por Mercedes Malav¨¦, adem¨¢s de otros peque?os grupos de la democracia cristiana.

Aunque son fustigados con frecuencia por su obstruccionismo en contra de Guaid¨® y su actitud complaciente con el Gobierno, el grueso de estos dirigentes ha defendido sin matices los espacios institucionales que puedan ser defendidos; no abandonar la cl¨¢usula del voto; procurar acuerdos con el chavismo para salir del marasmo econ¨®mico; centrar la gesti¨®n m¨¢s en la emergencia social que en el cambio pol¨ªtico, y procurar soluciones a la crisis de la democracia en el mediano y largo plazo.