El misterioso informante con noticias de Al Qaeda
La revelaci¨®n de la muerte de un veterano yihadista egipcio en agosto en Ir¨¢n deja a la vieja guardia de Bin Laden pr¨¢cticamente liquidada. La noticia la hizo circular un internauta sin identificar
La historia es de novela de espionaje, quiz¨¢ de John Le Carr¨¦. Unos motoristas israel¨ªes a punta de pistola, un asesinato en un barrio pr¨®spero de Teher¨¢n, coches agujerados a balazos; dos v¨ªctimas ligadas al terrorismo, informaciones falsas, tapaderas, desmentidos¡ y Estados Unidos en la sombra, en su ya larga guerra contra todo lo que huela a Osama Bin Laden y Al Qaeda. La pel¨ªcula fue desvelada el 14 de noviembre por The New York Times en un art¨ªculo firmado por cuatro reporteros. Seg¨²n lo publicado, Abu Mohamed al Masri, de unos 58 a?os, veterano yihadista egipcio, fiel lugarteniente de Bin Laden, fue abatido junto a su hija, Miriam, de 27 a?os. Las ¨®rdenes vinieron de Washington; la ejecuci¨®n, de agentes israel¨ªes. La operaci¨®n tuvo lugar el 7 de agosto, pero nadie, o casi nadie, lo sab¨ªa.
El doble asesinato apareci¨® en las noticias de la prensa iran¨ª aquel d¨ªa de agosto, s¨ª, pero se dijo de las v¨ªctimas que eran un profesor de historia liban¨¦s y su hija. The New York Times revel¨® las identidades. Miriam era adem¨¢s la viuda de Hamza Bin Laden, heredero del l¨ªder terrorista saud¨ª, tambi¨¦n liquidado por EE UU el pasado a?o. Pero el peri¨®dico neoyorquino no fue el primero en desentra?ar este asesinato, un golpe casi mortal a la antigua c¨²pula de Al Qaeda y que se prev¨¦ genere divisi¨®n entre sus fieles. La noticia ya estaba en la Red desde hac¨ªa casi un mes. Solo hab¨ªa que encontrarla.
Entre los primeros que lo hicieron estuvo el Middle East Media Research Institute (MEMRI), un organismo fundado a finales de los 90 en Washington por los israel¨ªes Yigal Carmon y Meyrab Wurmser. Este instituto de an¨¢lisis vio lo siguiente: un internauta con usuario @awrakmuhajir hab¨ªa compartido el 19 de octubre en la red social Rocket.Chat ?una plataforma de trabajo colectivo, de moda ¨²ltimamente entre ac¨®litos del Estado Isl¨¢mico? un art¨ªculo en el que contaba que la informaci¨®n dada en la prensa iran¨ª sobre los dos muertos en Teher¨¢n no era correcta sino m¨¢s bien una treta para encubrir la muerte de Al Masri y as¨ª evitar acusaciones contra Ir¨¢n por actuar de aparente refugio para Al Qaeda.
El autor de tal art¨ªculo, seg¨²n dec¨ªa el texto, contaba con informaci¨®n exclusiva de fuentes en la vieja guardia yihadista de tiempos de Afganist¨¢n. Buceando en la Red a partir del usuario @awrakmuhajir, con perfil tambi¨¦n en Twitter, se llega al original de esta suerte de exclusiva, un documento pegado en justepaste.it, web que permite subir a Internet material de todo tipo y que, en ocasiones, otras plataformas vetar¨ªan. El usuario que subi¨® el 19 de octubre a esta p¨¢gina el art¨ªculo que identificaba en primicia a Al Masri y su hija usa como nombre ¡°anbajassam¡±, que traducido del ¨¢rabe significar¨ªa algo as¨ª como Noticias Jassim.
El rastro dejado en la Red a partir del art¨ªculo conduce a un perfil de Facebook personal. Ah¨ª es donde se presenta Jassim como reportero independiente, casado y padre de tres hijos, educado y nacido en Emiratos ?rabes Unidos, donde a¨²n residir¨ªa. En el primer post en el que publica la historia sobre Al Masri y su hija, ese 19 de octubre, dice: ¡°Nuestro m¨¢s sincero agradecimiento a nuestras fuentes, que contribuyeron a brindar informaci¨®n valiosa para la realizaci¨®n de esta investigaci¨®n de prensa¡±. Sube dos versiones diferentes de la noticia, con alguna peque?a variaci¨®n, pero el contenido es el mismo.
Al margen de misterios, la caza de Al Masri est¨¢ cerca de poner la puntilla a aquella Al Qaeda que hace casi 20 a?os hizo temblar al mundo con los atentados del 11-S. All¨¢ por septiembre de 2015, el medio especializado Long War Journal recog¨ªa de fuentes en el entorno yihadista que cuatro veteranos de Al Qaeda hab¨ªan sido puestos en libertad en Ir¨¢n ?aparentemente a cambio de la liberaci¨®n de un diplom¨¢tico iran¨ª secuestrado en Yemen?. Entre ellos estaba el egipcio Al Masri, asesinado en agosto, pero tambi¨¦n Abu Khayr al Masri y Khalid Aruri, que viajaron despu¨¦s a la trinchera yihadista en Siria, donde los drones de EE UU dieron con sus huesos. Entre los cuatro se encontraba tambi¨¦n Saif al Adel, exmilitar egipcio y hombre fuerte en la organizaci¨®n terrorista. Como el resto de sus camaradas, Al Adel, que tendr¨¢ unos 60 a?os seg¨²n la ficha del FBI, fue un referente en los campos de entrenamiento de Afganist¨¢n. Est¨¢ se?alado por los atentados en las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania en 1998. Al Adel, que se sepa, est¨¢ vivo y es quiz¨¢ el gran hombre fuerte tras el a¨²n n¨²mero uno, Ayman al Zawahiri, de 69 a?os.
Pero hay m¨¢s. Tras la muerte de Bin Laden en mayo de 2011, la fundaci¨®n de an¨¢lisis Jamestown, como muchos otros think tanks, trat¨® de averiguar qui¨¦n formaba a¨²n parte del Consejo de la Shura, el ¨®rgano de gobierno del grupo terrorista: de entre los ide¨®logos estaban Abu Yahya al Libi y Abdulrahman Attiya al Libi. Los dos acabaron liquidados por drones en Pakist¨¢n. Se nombraba tambi¨¦n a un tal Abu Khalid al Madani, del que hab¨ªa poca informaci¨®n. Tambi¨¦n fue alcanzado unos a?os despu¨¦s por un avi¨®n no tripulado en Afganist¨¢n. EE UU est¨¢ detr¨¢s de todas estas muertes.
De este ministerio ideol¨®gico quedar¨ªa vivo el yemen¨ª Abdul Majid Al Zindani, de unos 78 a?os, apuntado en la lista de referentes de Al Qaeda en la Pen¨ªnsula Ar¨¢biga ?otros de los que acompa?aban en aquellos v¨ªdeos de Bin Laden y Zawahiri en torno al 11-S, el kuwait¨ª Abu Gaith, de 55 a?os, portavoz del grupo, cumple cadena perpetua en una prisi¨®n norteamericana?.
Todo esto no quiere decir que Al Qaeda desaparezca. Seg¨²n establece en cada uno de sus informes el equipo que investiga la amenaza terrorista para el Consejo de Seguridad de la ONU, la red tiene capacidad para atentar. Sus ramas o grupos regionales en el Sahel (AMQI), la Pen¨ªnsula Ar¨¢biga (AQPA), el Cuerno de ?frica (Al Shabab) y, sin duda, Afganist¨¢n-Pakist¨¢n, mantienen su agenda del terror local, aunque el crecimiento y el trono de la yihad violenta vaya virando hacia el Estado Isl¨¢mico. Pero la marca, esa Al Qaeda Central a la que se atribuyeron, organizando o inspirando, atentados como el 11-S, 11-M o el 7-J, ha sido machacada, especialmente en la ¨²ltima d¨¦cada.
Y la puntilla la anunci¨® en primicia un internauta desconocido, una muestra m¨¢s de que la red de Bin Laden quiz¨¢ no est¨¦ muerta, pero s¨ª herida de gravedad.
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