Salvini convierte los comicios de Emilia Roma?a en un asalto al Gobierno de Roma

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El l¨ªder de la ultranacionalista Liga, Matteo Salvini, celebr¨® este s¨¢bado en Maranello el ¨²ltimo gran acto de campa?a para las elecciones del d¨ªa 26 en la regi¨®n de Emilia Roma?a. Este hist¨®rico feudo de la izquierda es una plaza decisiva para el Ejecutivo italiano. La tierra que mostr¨® la divisi¨®n de Italia hasta la ca¨ªda del fascismo y sirvi¨® para llevar a cabo los experimentos pol¨ªticos de la izquierda es hoy un nuevo laboratorio. Si la coalici¨®n que lidera la Liga se impone, el exministro del Interior exigir¨¢ elecciones anticipadas en el pa¨ªs.

Matteo Salvini tiene una chaqueta y un sombrero distinto para cada ciudad. Este s¨¢bado por la tarde, en el ¨²ltimo gran mitin de la campa?a de Emilia Roma?a, subi¨® al escenario con una gorra de Ferrari y un chaleco rojo. Maranello es la patria de la legendaria marca de autom¨®viles, orgullo de sus habitantes y de la regi¨®n. Y el hiperactivo l¨ªder de la Liga, que se ha recorrido toda la regi¨®n en el ¨²ltimo mes, quiso subirse a ese carro. Una t¨¦cnica habitual para sumar un pu?ado de votos que, en estos momentos, le vendr¨¢ bien para unos comicios ins¨®litamente igualados en una regi¨®n donde la derecha, desde la ca¨ªda del fascismo, nunca so?¨® con gobernar.

Una victoria el 26 de enero servir¨ªa a Salvini para presionar en Roma y tratar de deslegitimar el acuerdo alcanzado entre el Partido Dem¨®cratico (PD) y el Movimiento 5 Estrellas en septiembre. ¡°Tienen miedo, est¨¢n aterrorizados. El domingo me dar¨¦is poderes para ir a verles y mandarles a casa¡±, ha lanzado el l¨ªder de la Liga en referencia al Ejecutivo que preside Giuseppe Conte. La candidata de la Liga en la regi¨®n, Lucia Borgonzoni, ahond¨® en esa idea y tir¨® del inventario de soberanismo y xenofobia que tan bien le ha funcionado hasta ahora a la Liga en otras regiones.¡°Si son n¨®madas, que empiecen a andar¡±, lanz¨® en referencia a los campos de gitanos que pretende desmantelar si gana los comicios.

Emilia Roma?a ha estado gobernada por la izquierda y la democracia cristiana desde que se fund¨® la Rep¨²blica Italiana. La regi¨®n, la segunda m¨¢s rica de Italia (detr¨¢s de Lombard¨ªa) y formada por dos grandes ¨¢reas que siempre tuvieron la agricultura en el centro del debate social y econ¨®mico, es un laboratorio pol¨ªtico en Italia que conviene observar. Aqu¨ª se consumaron los primeros experimentos comunistas, se eligi¨® al primer diputado socialista (Andrea Costa), tom¨® fuerza el fascismo (Mussolini naci¨® en Predappio) y se vivieron las primeras grandes huelgas agrarias que sirvieron luego como probeta para la nueva identidad de los sindicatos.

Las elecciones de Emilia Roma?a, justo cuando el pa¨ªs se encuentra m¨¢s dividido que nunca en las ¨²ltimas d¨¦cadas y el Gobierno en Roma atraviesa enormes dificultades para seguir adelante, marcar¨¢n a fuego el futuro del Ejecutivo y las decisiones que deber¨¢ tomar de ahora en adelante. Nadie cree que vaya a caer al d¨ªa siguiente. Ni siquiera en los pr¨®ximos meses, porque el objetivo ¡ªalgo optimista¡ª es llegar a 2022 para elegir al nuevo presidente de la Rep¨²blica.

Pero el Ejecutivo deber¨¢ cambiar de rumbo, embarcarse en una operaci¨®n de fondo que incluir¨¢ la refundaci¨®n ya en marcha del PD y nuevas medidas que devuelvan la ilusi¨®n y la confianza a sus votantes. En cualquier caso, si se impone la Liga el domingo, Salvini reclamar¨¢ insistentemente elecciones anticipadas ¡ªcomo ya adelant¨® este s¨¢bado en Maranello¡ª al considerar que su coalici¨®n posee ya m¨¢s de la mitad de las regiones de Italia y los ciudadanos est¨¢n claramente decantados hacia sus propuestas (una imagen bastante ajustada a la realidad, por otra parte).

La idea de fondo es que el segundo Ejecutivo de Conte, carente de proyecto y enfrascado en diarias discusiones entre los partidos que lo constituyen, se form¨® solo para frenar su llegada al poder este verano y ha perdido ya toda legitimidad. El proceso de mutaci¨®n de la regi¨®n en un nuevo baluarte de la derecha, sin embargo, empez¨® hace ya tiempo. En las ¨²ltimas elecciones europeas, la Liga gan¨® en 252 ayuntamientos frente a los 76 del PD. Si se tienen en cuenta los apoyos recibidos por la coalici¨®n de derecha (Liga, Forza Italia y Hermanos de Italia) respecto a la izquierda, la diferencia tambi¨¦n est¨¢ clara. Un 44,4% respecto al 39,6%. Adem¨¢s, el Movimiento 5 Estrellas en la regi¨®n no contribuye a nada m¨¢s que a desequilibrar todav¨ªa m¨¢s la balanza con solo un 13% de apoyos.

Lealtad a la Liga

El PD tiene en estas elecciones un candidato fuerte. Stefano Bonaccini es ya gobernador de la regi¨®n y es un hombre apreciado incluso por la derecha. Muchos votantes de la Liga aseguran estos d¨ªas en privado que si no fuera por la fidelidad a su partido, quiz¨¢ le votar¨ªan. Pero justamente, la lealtad en la formaci¨®n de Salvini es sagrada, y los sondeos internos les permiten sonre¨ªr: seg¨²n uno de los principales candidatos en las listas del centroderecha, estar¨¢n ya cuatro puntos por delante de la izquierda (Salvini lo dio a entender tambi¨¦n durante el mitin de Maranello).

El candidato de la izquierda es el mejor que pod¨ªan tener, concluyen todos estos d¨ªas en Emilia Roma?a. Pero el problema es que la marca del PD est¨¢ tan deteriorada que ni siquiera en una zona hist¨®ricamente entregada a este partido Bonaccini ha querido utilizarla para presentarse a los comicios. En lugar de hacerlo, ha elegido una marca blanca y una lista c¨ªvica que le permita surfear en el descontento de sus votantes tradicionales. Cada d¨ªa, sin embargo, la carrera se complica m¨¢s.