Sin noticias de una familia uigur en China tras aparecer en una investigaci¨®n period¨ªstica
Pek¨ªn corta toda comunicaci¨®n entre una mujer uigur, a la que niega viajar al extranjero con sus hijos, su marido exiliado en B¨¦lgica y las autoridades belgas, tras la publicaci¨®n de 'Los papeles de China'
El nombre del ciudadano uigur Ablimit Tursun, de 51 a?os, apareci¨® a finales del pasado noviembre en art¨ªculos publicados en el marco de la investigaci¨®n Los papeles de China, que el Consorcio Internacional de Periodismo de Investigaci¨®n (ICIJ, en sus siglas en ingl¨¦s) llev¨® a cabo con la participaci¨®n de varios medios, entre ellos, EL PA?S. Seg¨²n cont¨® este diario, Ablimit,?exiliado en Gante (B¨¦lgica), hab¨ªa tenido que dejar a su mujer y cuatro hijos en Xinjiang, en el noroeste de China, para evitar una posible detenci¨®n por las autoridades de Pek¨ªn tras conocer el arresto de un hermano. Unos d¨ªas despu¨¦s de la publicaci¨®n, el 3 de diciembre, Ablimit convers¨® con su familia como de costumbre. Fue la ¨²ltima vez; se cort¨® toda comunicaci¨®n. Ni ¨¦l ni las autoridades belgas, que han seguido el caso, han podido contactar con ellos desde hace dos meses. Pek¨ªn lo impide. Se encuentran bajo control f¨ªsico y vigilancia electr¨®nica en su casa de Urumqi, capital de Xinjiang.
Ablimit fue uno de tantos rostros que ilustraron la filtraci¨®n de documentos oficiales del r¨¦gimen chino a la que tuvo acceso el ICIJ el pasado a?o. Estos papeles, firmados en 2017 por miembros del Partido Comunista de China en la regi¨®n de Xinjiang, describieron por vez primera con sello oficial el funcionamiento de los centros de confinamiento en los que est¨¢n encerrados alrededor de un mill¨®n de uigures, seg¨²n cifras de la ONU, acusados de separatismo o terrorismo. La etnia uigur (unos 11 millones de habitantes en el noroeste del pa¨ªs) es minoritaria en China ¡ªlos ciudadanos han son mayor¨ªa¡ª, pero mayoritaria en la regi¨®n de Xinjiang. Los uigures profesan el islam.
"El contacto entre el padre [de los ni?os] y su esposa est¨¢ roto desde principios de diciembre de 2019", ha se?alado a este diario el Ministerio de Exteriores de B¨¦lgica, "y lo est¨¢ tambi¨¦n entre nuestra Embajada en Pek¨ªn y la familia". Ablimit, comerciante de azafr¨¢n, estaba de viaje a finales de 2017 por Turqu¨ªa cuando le informaron de la detenci¨®n e internamiento de su hermano. Nunca supo por qu¨¦. Ante el temor de correr la misma suerte, decidi¨® no regresar y viajar a B¨¦lgica, solicitar asilo e iniciar el proceso de reunificaci¨®n de su familia, su mujer, Horriyet Abdulla, y sus cuatro hijos (Rehime, Imran, Yunus y Hediche).
Y as¨ª fue. No obstante, como reflejaban los documentos de Los papeles de China, el macrosistema de vigilancia de Pek¨ªn controla y persigue a los ciudadanos uigures que quieren viajar fuera de territorio chino y por tanto obtener permisos de pa¨ªses extranjeros.
Horriyet, de 43 a?os, lleg¨® en secreto el pasado 26 de mayo a la capital china para pedir los visados en el consulado belga. La misi¨®n diplom¨¢tica le inform¨® de que tardar¨ªan en tenerlos al menos dos meses. Pero la polic¨ªa china ya sab¨ªa que Horriyet y sus cuatro hijos estaban all¨ª para obtener los papeles y reunirse con su marido en Gante, as¨ª que no pod¨ªan dejar la legaci¨®n o ser¨ªan detenidos. La mujer se opuso a marcharse, discuti¨® con los funcionarios belgas ¡ªseg¨²n el relato de Ablimit, que iba siguiendo todo a trav¨¦s del m¨®vil de una de sus hijas¡ª, pero estos acabaron sacando a la familia del consulado y la dejaron en manos de las fuerzas de seguridad chinas. El 31 de mayo, agentes de seguridad chinos llevaron a los cinco de vuelta a Urumqi.
En una conversaci¨®n mantenida en noviembre, Ablimit lamentaba la actuaci¨®n de los funcionarios belgas, que en tan solo unos d¨ªas y tras la publicaci¨®n de la historia en la prensa emitieron los visados. Ya era tarde, la familia estaba de vuelta en Urumqi y sin posibilidad de viajar. "A t¨ªtulo humanitario", ha manifestado a este diario el Ministerio de Exteriores belga, "nuestra Embajada solicita la cooperaci¨®n de las autoridades chinas para obtener informaci¨®n de la se?ora Abdulla y sus hijos, as¨ª como la manera de establecer contacto directo con ellos".
Desde su regreso a la fuerza a Urumqi, a finales del pasado mayo, pocos han sido los que han podido visitar a Horriyet y sus hijos en su domicilio, vigilado como la mayor¨ªa de los hogares de esta ciudad de mayor¨ªa uigur por una suerte de gran hermano tecnol¨®gico. La investigadora alemana Hanna Burdorf, doctorando en la Universidad de Newcastle, de 31 a?os, pudo hacerlo el 11 de septiembre de 2019. Junto a un reportero cruz¨® la mara?a de controles de entrada y entr¨® en casa de Horriyet. "Estuve dos o tres horas con ellos; Horriyet ten¨ªa fiebre, se sent¨ªa enferma". Cada vez que alguien llamaba a la puerta, contin¨²a esta alemana, era un sobresalto para la familia.
Los ni?os estaban bien, pero su madre se encontraba, ya entonces, destrozada psicol¨®gicamente. Cuando Horriyet se qued¨® sola con sus invitados les dijo: "Nadie puede entender por lo que hemos pasado". No entr¨® en detalles. Se refer¨ªa a los primeros 18 d¨ªas tras su detenci¨®n y traslado desde Pek¨ªn en los que estuvo incomunicada, sin poder hablar con Ablimit, con la visita diaria de las autoridades locales. Fueron 18 d¨ªas, ahora van ya dos meses.
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