Iowa, la gran batalla del centro

Un conjunto de tres edificios de ladrillo a las afueras de Newton, un pueblo del centro de Iowa, ofrece un revelador microcosmos del momento en que se encuentra la batalla que se libra estos d¨ªas por el futuro del Partido Dem¨®crata de Estados Unidos. Se trata de un renovado pol¨ªgono comercial, producto de una de esas iniciativas que busca devolver el vigor a un cad¨¢ver del esplendor industrial, que un d¨ªa alberg¨® una boyante f¨¢brica de electrodom¨¦sticos. Casi desierto y cubierto por un manto de nieve, su aspecto desangelado oculta algunas claves de las primarias dem¨®cratas que arrancan en este rinc¨®n del pa¨ªs este lunes.

Los bajos de uno de los edificios sirven de sede a la campa?a de mujeres por Elizabeth Warren, candidata que se lo juega todo en Iowa, en su disputa con un Bernie Sanders que le ha arrebatado el liderazgo en el sector de la izquierda. No hay nadie dentro del local. En una ventana, un cartel anuncia un evento¡­ el 17 de enero. Ah¨ª sigue, como ¨²nico signo de actividad, 13 d¨ªas de celebrarse.

Un poco m¨¢s abajo tiene su sede la campa?a local de Amy Klobuchar, que busca capitalizar una reciente inercia para hacerse un hueco en el grupo de cabeza. En el interior, un par de mesas, ordenadores, bolsas de merchandising y, en una gran pizarra, una lista de nombres de celebridades locales para mantener viva la llama. ¡°Tenemos gente que sigue haciendo campa?a por ella, pero s¨ª que es importante que los votantes vean a la candidata en la recta final¡±, admite el ¨²nico voluntario presente en el local. Porque Klobuchar, igual que Warren y Sanders, es senadora. Y eso les ha mantenido las ¨²ltimas dos semanas pr¨¢cticamente encerrados en el Capitolio en calidad de miembros del jurado en el juicio por el impeachment de Donald Trump. Circunstancia que han aprovechado los otros candidatos, especialmente el ex vicepresidente Joe Biden y Pete Buttigieg, exalcalde de South Bend (Indiana), para pisar el acelerador en la recta final de la primera gran prueba.

Ah¨ª est¨¢ Joe Biden. Su nombre y su mensaje plasmados en el autob¨²s aparcado ahora detr¨¢s del edificio que alberga a la campa?a de Warren. El p¨²blico empieza a llegar para la reuni¨®n con votantes que celebra esta tarde en el pol¨ªgono. El candidato viene de otro evento en la localidad de Waukee y despu¨¦s celebrar¨¢ otro en Ottumwa. La tradici¨®n dice que en Iowa el contacto directo con los votantes es clave, y es el terreno en el que mejor se desenvuelve Biden.

¡°Cada cuatro a?os la democracia empieza en Iowa, y siempre os hab¨¦is tomado esa responsabilidad muy en serio¡±, dice el candidato, ante medio centenar de votantes. No le falta raz¨®n. Caprichos de la historia han convertido a este Estado en la primera prueba de las primarias de los partidos, el lugar para contrastar las tendencias, enfrentar por primera vez los sondeos a la realidad. En los pueblos de Iowa, una democracia de 250 millones de votantes se convierte en un asunto de t¨² a t¨². Los vecinos no se toman su papel a la ligera.

David Moseley, por ejemplo, ha viajado solo casi 3.000 kil¨®metros desde Seattle para ver a los candidatos y as¨ª poder tomar una decisi¨®n. Funcionario jubilado de 72 a?os, se sienta solo en la ¨²ltima fila del evento de Biden. ¡°Esta noche ver¨¦ a Pete y despu¨¦s a Warren y a Sanders¡±, asegura. ¡°Hace cuatro a?os estaba con Hillary Clinton, pero ahora no descarto a nadie. Votar¨¦ por el candidato que vea con m¨¢s posibilidades de derrotar a Trump¡±. Lo mismo har¨¢ Patricia Cooke, vecina de Newton de 70 a?os, que se define como ¡°una yonki de la pol¨ªtica¡±. Su coraz¨®n, explica, est¨¢ con Klobuchar, pero a¨²n no ha decidido su voto. ¡°Veo a otros candidatos con mucha energ¨ªa, y nuestro deber es asegurarnos de que no haya cuatro a?os m¨¢s de Trump. Se lo debemos al mundo¡±, explica.

Biden sabe que a¨²n hay muchos indecisos, y sabe cu¨¢l es su prioridad. Por eso no menciona a sus rivales dem¨®cratas y se centra en el verdadero enemigo a batir. ¡°No ha habido nunca unas primarias tan importantes, porque Donald Trump es el presidente de Estados Unidos y no podemos permitir que siga si¨¦ndolo cuatro a?os m¨¢s¡±, les dice a los votantes. ¡°Necesitamos un l¨ªder capaz no solo de unir al partido, sino de unir al pa¨ªs¡±.

Con Sanders y Warren encerrados en el Capitolio, las ¨²ltimas dos semanas en Iowa han sido una lucha por el trono del centro entre Biden y Pete Buttigieg, que el mismo jueves celebr¨® nada menos que cuatro eventos en el norte del Estado. Biden, favorito a nivel nacional, parte tambi¨¦n con ventaja respecto a Buttigieg en los sondeos de Iowa, donde Sanders, tambi¨¦n retenido en el Senado, le saca una ligera ventaja.

Por eso el ex vicepresidente ha apostado todas sus fichas en este Estado. Ha desviado a Iowa recursos econ¨®micos que hab¨ªa reservado para las siguientes citas, sabedor de que un mal resultado aqu¨ª podr¨ªa perjudicar su capacidad de recaudar fondos. Los candidatos necesitan recursos para afrontar grandes citas como la del Supermartes, el pr¨®ximo 3 de marzo, donde se disputan 14 Estados, algunos tan importantes como California, que reparte medio millar de delegados, diez veces m¨¢s de los que est¨¢ en juego en Iowa.

La operaci¨®n financiera de Biden tiene una vulnerabilidad respecto a la de otros candidatos, sobe todo Sanders. Mientras la del favorito de la izquierda se basa en peque?as donaciones online, la de Biden depende m¨¢s de grandes donantes, que podr¨ªan peligrar ante un resultado decepcionante en Iowa.

As¨ª parecen haberlo entendido los republicanos, que han abierto otro frente a la campa?a del ex vicepresidente. El multitudinario mitin de Trump el jueves en Des Moines, donde atac¨® a Biden con extrema dureza, fue la avanzadilla de una gran ofensiva que han desplegado este fin de semana para minar las posibilidades del candidato centrista. Los senadores han aprovechado los focos del juicio a Trump para convertirlo en una especie de impeachment paralelo a Biden, al que acusan sin pruebas de corrupci¨®n en la trama ucrania que est¨¢ en la base de los cargos contra el republicano. Adem¨¢s, en una operaci¨®n sin precedentes, Trump ha enviado a Iowa al vicepresidente Pence y a m¨¢s de 80 oficiales, entre ellos los legisladores que m¨¢s han atacado a Biden, para hacer campa?a antes de la cita. Y hasta un senador de Florida ha pagado anuncios televisivos en Iowa para atacar al candidato dem¨®crata.

Biden, claro, ha recogido el guante, tratando de convertir la ofensiva en un argumento ganador. ¡°Me pregunto por qu¨¦ viene todos esos republicanos¡±, dijo el candidato en Newton. ¡°Vienen porque quieren pararme, porque saben que si me convierto en el candidato voy a ganar a Trump. Nunca en mi vida he visto a un presidente tan preocupado por qui¨¦n va a ser el candidato dem¨®crata¡±, concluy¨®.