La misteriosa desaparici¨®n de los jefes del az¨²car bielorruso
Tras d¨ªas de especulaciones, el presidente Lukashenko revela que el KGB tiene bajo custodia a los directores de las cuatro azucareras estatales por corrupci¨®n
Aquel lunes, Dmitri Y¨¦gorov,?director de la gran empresa azucarera de Skidel, en el oeste de Bielorrusia, no se present¨® al trabajo. Tampoco fue el martes. Ni V¨ªktor Mir¨®nov, responsable durante m¨¢s de dos d¨¦cadas de la azucarera Zh¨¢binka. Se empez¨® a rumorear que ambos hab¨ªan sido ¡°convocados a Minsk¡±. No volvieron a pisar la f¨¢brica. El viernes anterior, Mija¨ªl Kristan¨®vich y Nikolai Pr¨²dnik, jefes de las otras dos empresas de az¨²car del pa¨ªs decidieron tomarse unas vacaciones inesperadas. Durante d¨ªas, nada se supo sobre el paradero de los directores de las cuatro azucareras del antiguo estado sovi¨¦tico. Y Bielorrusia empez¨® a elucubrar sobre su suerte, que ya se pronosticaba muy poco dulce.
Pr¨²dnik y Kristan¨®vich nunca llegaron a su destino vacacional. El Embraer 175 en el que viajaban de Minsk a M¨²nich, de la compa?¨ªa bielorrusa de bandera Belavia, dio un giro cuando sobrevolaba Polonia y aterriz¨® de forma imprevista en Grodno (al oeste de Bielorrusia). All¨ª, ante la mirada at¨®nita de los pasajeros, que tem¨ªan alg¨²n problema t¨¦cnico o incluso una amenaza terrorista, un equipo policial subi¨® a bordo y se llev¨® a dos hombres y sus acompa?antes. M¨¢s tarde se supo que eran ambos directivos y sus familias.
Once d¨ªas despu¨¦s, el presidente Aleksander Lukashenko revel¨® lo que la mayor¨ªa del pa¨ªs sospechaba, que los jefes de las cuatro empresas azucareras hab¨ªan sido arrestados por el KGB. Y permanecen bajo custodia del servicio secreto bielorruso, que a¨²n conserva el acr¨®nimo de los tiempos sovi¨¦ticos (el ¨²nico que no lo ha renombrado) y, seg¨²n los cr¨ªticos, tambi¨¦n algunas de sus pr¨¢cticas. Est¨¢n imputados por soborno, malversaci¨®n de fondos y estafa junto a otras siete personas ¡ªentre trabajadores y altos funcionarios¡ª en lo que se conoce ya como el caso del az¨²car. El suceso ha sacudido el pa¨ªs.
Lukashenko, que gobierna con pu?o de hierro Bielorrusia desde hace 25 a?os, reconocible por su caracter¨ªstico y cuidado bigote y a quien se suele denominar el "¨²ltimo dictador de Europa", coment¨® que hab¨ªa sido ¨¦l quien orden¨® las detenciones y mand¨® retornar el avi¨®n. En las inspecciones se encontr¨® que los acusados ten¨ªan ¡°docenas de coches de lujo, apartamentos, mansiones y una gran cantidad de dinero en efectivo¡±, asegur¨® el presidente bielorruso, a quien la televisi¨®n p¨²blica suele mostrar en visitas e inspecciones a granjas, f¨¢bricas o escuelas, como quien controla personalmente la gesti¨®n del pa¨ªs. ¡°No se les golpe¨®, no se les meti¨® los dedos en la puerta. Se les plant¨® y se les exigi¨® la verdad. Y confesaron¡±, asegur¨® Lukashenko el martes, en una de esas visitas televisadas, esta vez a una productora de papel.
El caso, en el que responsables de toda la industria del az¨²car est¨¢n bajo el foco, no tiene precedentes en Bielorrusia, comenta la analista econ¨®mica Olga Loiko. El m¨¢s sovietizado de los antiguos pa¨ªses de la URSS apenas registra casos de corrupci¨®n dom¨¦stica o a peque?a escala (mordidas a polic¨ªas, funcionarios o m¨¦dicos), se?ala Loiko. Aunque no son infrecuentes sucesos en el ¨¢mbito empresarial. P¨²blico o privado, afirma la experta bielorrusa.
Pero el caso de ¡°la mafia del az¨²car¡± ¡ªcomo lo llaman los medios estatales despu¨¦s de que se hiciesen p¨²blicas las detenciones¡ª llega adem¨¢s en un momento interesante para las elecciones presidenciales de este verano. ¡°La coincidencia entre la revelaci¨®n del delito y el inicio de la campa?a es probablemente accidental, pero beneficioso para las autoridades", se?ala Loiko. Bielorrusia (9,5 millones de habitantes), con una econom¨ªa de semi-mercado ¡ªy un PIB per c¨¢pita en paridad de poder adquisitivo de unos 20.000 d¨®lares anuales, seg¨²n datos del Banco Mundial¡ª, est¨¢ embarcada en una intensa negociaci¨®n con Rusia sobre el precio del petr¨®leo, del que es muy dependiente, que puede poner en riesgo su estabilidad econ¨®mica.
Mientras, el az¨²car est¨¢ en todas las casas, es un tema cercano y comprensible. Tambi¨¦n importante para Bielorrusia, que en los a?os noventa nacionaliz¨® las empresas azucareras y que hace dos, ante la ca¨ªda de los precios mundiales del producto, fij¨® un m¨ªnimo para la venta interna: unos 63 c¨¦ntimos de euro. Una regulaci¨®n que ha permitido modernizar y mantener la industria pero que afecta al bolsillo de los bielorrusos (con un salario m¨ªnimo anual de unos 375 euros). Ahora, tras el esc¨¢ndalo del caso del az¨²car, todo eso podr¨ªa cambiar.
Los directivos acusados se aprovechaban de esa regulaci¨®n, seg¨²n los datos divulgados por el presidente Lukashenko y por la Fiscal¨ªa General. Los cuatro jefes de las azucareras bielorrusas y el director de la empresa estatal exportadora crearon una compa?¨ªa fantasma en Rusia y le vend¨ªan a precios bajos un az¨²car que no se llegaba a exportar, sino que se vend¨ªa en Bielorrusia al precio regulado, de forma que los acusados se embolsaban la diferencia. Adem¨¢s, los empresarios comercializaban el producto a intermediaros rusos a precios inferiores y por cada tonelada recib¨ªan comisi¨®n.
¡°Cada a?o, la cantidad de sobornos se estima en cientos de miles de d¨®lares¡±, asegur¨® el portavoz del KGB, Konstantin Bychek, citado por el portal independiente bielorruso Tut.by, que ha hecho un intenso seguimiento del caso. Los jefes del az¨²car bielorruso contaban adem¨¢s con una baza interna: alguien les avisaba de las inspecciones y les proteg¨ªa de revisiones indiscretas. Vlad¨ªmir Tijin, un alto cargo del Ministerio del Interior, considerado uno de los popes de la lucha anticorrupci¨®n en el pa¨ªs ¡ªy que cuenta con varias denuncias de opositores por vulneraci¨®n de los derechos humanos¡ª, ha sido detenido como parte del caso. Se sospecha que fue ¨¦l, jubilado en diciembre, quien dio el chivatazo a Pr¨²dnik y Kristan¨®vich para que huyeran.
Los acusados se enfrentan hasta a 15 a?os de c¨¢rcel. ¡°Aqu¨ª estamos tratando de construir e innovar para que la gente tenga un salario y mientras esos bastardos est¨¢n robando insolentemente a plena luz del d¨ªa¡±, recalc¨® tajante el presidente Lukashenko. Y advirti¨®: ¡°Que todos los directores tomen nota¡±.
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