Veracruz busca los huesos de la verg¨¹enza

Dos peritos echan tierra de las fosas en un tamiz y mientras, dos se?oras miran en silencio a unos metros de distancia. Las se?oras llevan cubrebocas y libretas; una el pelo corto y otra recogido en un mo?o. Los peritos usan palas, cargan la tierra en la malla y luego levantan el aparejo y lo mueven de lado a lado. La tierra cae al piso y la esperanza es que alg¨²n hueso aparezca ah¨ª encima, sobre la malla del tamiz. Dos metros m¨¢s all¨¢, se alcanza a ver la laguna entre las hojas de los ¨¢rboles. Las se?oras solo se mueven para aplastar mosquitos a manotazos y tomar notas. Est¨¢n todos a la sombra pero el calor, pese al invierno, pesa. Todos sudan.

Menos conocido que el de Colinas de Santa Fe, el cementerio clandestino de Arbolillo, en Alvarado, 40 kil¨®metros al sur del Puerto de Veracruz, debi¨® de ser un infierno similar a aquel. Hasta la fecha, las autoridades han encontrado aqu¨ª los restos de al menos 238 personas en varias decenas de fosas. En Colinas, la red de fosas clandestinas m¨¢s grande jam¨¢s encontrada en M¨¦xico, fueron 300.

En Arbolillo van 238 pero podr¨ªan ser m¨¢s. Desde hace unas semanas, la fiscal¨ªa estatal, que cambi¨® de manos hace unos meses, ha encontrado nuevos restos donde no deber¨ªa haber nada. Los anteriores responsables de la fiscal¨ªa realizaron dos b¨²squedas aqu¨ª mismo y dieron por concluidos los trabajos en septiembre de 2018.

Los actuales administradores de la fiscal¨ªa, cercanos al gobernador Cuitl¨¢huac Garc¨ªa, del partido Morena, culpan a sus predecesores, cercanos al anterior gobernador, Miguel ?ngel Yunes, del PAN. El colectivo de familiares de desaparecidos Solecito, impulsor de las b¨²squedas en Veracruz desde hace a?os, culpa igualmente a los anteriores. Su portavoz, Lucy D¨ªaz, explica: "La ¨²ltima b¨²squeda de ellos fue en agosto de 2018 y en un mes ya hab¨ªan encontrado restos de m¨¢s de 160 personas. Es imposible que estuviera bien".

La de ahora es la tercera b¨²squeda y empez¨® en noviembre. Los nuevos responsables ya han encontrado 280 fragmentos de hueso que los otros obviaron, seg¨²n datos de H¨¦ctor Ronz¨®n, jefe de servicios periciales. O no los vieron o no quisieron verlos. Entre los fragmentos figuran un cr¨¢neo y un f¨¦mur. D¨ªaz, que eleva la cifra de fragmentos a m¨¢s de 500, revela que la semana pasada los investigadores encontraron una osamenta entera. Esta semana la sacar¨¢n.

Una posible disculpa para el anterior equipo es que el terreno de las fosas yace a la orilla de la laguna de Alvarado y se inunda completamente en temporada de lluvias, esto es, de abril a octubre o noviembre. La pen¨²ltima b¨²squeda, la de agosto de 2018, tuvo lugar en plenas lluvias y los trabajos no debieron de ser del todo f¨¢ciles. Eso no explica sin embargo por qu¨¦ los investigadores no esperaron a que dejara de llover para continuar y cerraron la b¨²squeda en septiembre.

Marcela Aguilera, coordinadora de investigaciones ministeriales de la actual fiscal¨ªa, argumenta: "Podemos concluir que hab¨ªa un abandono en este tema. Se han iniciado expedientes de investigaci¨®n en la fiscal¨ªa anticorrupci¨®n por el manejo de este tema".

Lanchas y cuerpos

Es una imagen vieja en M¨¦xico: fosas, peritos, mujeres apuntando datos en libretas, ranchos medio ocultos, eternos momentos de espera. Hace un mes, el Gobierno federal inform¨® de que el n¨²mero de desaparecidos en el pa¨ªs era mayor de lo que se pensaba. Son m¨¢s de 60.000 desde 2006. Es decir, un aumento del 50% respecto a estimaciones anteriores.

Las se?oras que miran a los peritos prefieren no decir sus nombres, pero s¨ª cuentan sus casos. Una de ellas busca a su hijo, que desapareci¨® en la esquina de su casa en mayo de 2016. Se llama Jos¨¦ Guillermo y entonces ten¨ªa 24 a?os. La otra busca a su hermano y su cu?ado, desaparecidos el 25 de diciembre de 2014, d¨ªa de Navidad, cuando contaban 35 y 50 a?os. Los tres desaparecieron en el Puerto de Veracruz. No saben c¨®mo, qui¨¦n lo hizo, ni por qu¨¦. Y si lo saben no lo dicen. Las dos se?oras piensan que igual acabaron aqu¨ª.

El rancho donde miran las se?oras se llama Punta M¨¦dano y mide apenas unos cientos de metros de ancho, el espacio que deja el mar por un lado y la laguna por otro. Punta M¨¦dano. As¨ª lo llama por lo menos el fiscal Vicente Romero, que se encarga de supervisar el trabajo en las fosas desde el terreno. "Aqu¨ª ten¨ªan que traer los cuerpos en lanchas", dice, "porque si ves las caracter¨ªsticas del lugar, cuando llueve se inunda... Aunque es dif¨ªcil saber", a?ade, pisando con tiento su propia idea, como si resbalara.

La coordinadora Aguilera no acaba de comprar esta teor¨ªa, aunque tampoco plantea una alternativa. Lo cierto es que la entrada del rancho, donde se quedan los veh¨ªculos, dista unos 500 metros de las fosas. Ahora que no llueve, los autom¨®viles ni siquiera llegan hasta aqu¨ª.

Que las lanchas y la laguna se hayan convertido en parte de la acci¨®n y el escenario criminal es en s¨ª doloroso y abre cantidad de interrogantes sobre c¨®mo actuaban los asesinos. Sobre c¨®mo habr¨ªan llegado a las lanchas y c¨®mo llevaron los cuerpos hasta este punto de la laguna. Sobre qu¨¦ vieron los pescadores. La laguna de Alvarado es hogar de cientos, que la cruzan cada d¨ªa en busca de robalos, jureles, mojarras y bagres.

Cerca de Punta M¨¦dano funciona precisamente la cooperativa de pescadores de Arbolillo. Alejandro S¨¢nchez, de 28 a?os, saca una red de una barca y la deja junto a la orilla. ?l nunca vio nada, ni llev¨® ning¨²n cuerpo a ning¨²n lado, pero ofrece su embarcaci¨®n para ver el frente costero de Punta M¨¦dano.

Dos marinos

La coordinadora Aguilera y el jefe de periciales Ronz¨®n explican que la secretar¨ªa de Marina encontr¨® este predio en 2017. "Ellos buscaban a dos marinos que hab¨ªan desaparecido", cuenta Aguilera. Fue entonces cuando se hizo la primera b¨²squeda. En marzo de 2017, la fiscal¨ªa anunci¨® el hallazgo de 47 cr¨¢neos. Un a?o m¨¢s tarde, en agosto de 2018, lleg¨® la segunda b¨²squeda. 190 cr¨¢neos m¨¢s. De noviembre a la semana pasada apareci¨® uno m¨¢s. En contextos as¨ª, los fiscales usan un concepto, n¨²mero m¨ªnimo de personas, que tiene relaci¨®n directa con la cantidad de cr¨¢neos hallados en el lugar. El cr¨¢neo es un hueso grande, ¨²nico y vital: no hay otro igual en el cuerpo humano. El hallazgo de una falange, un metatarso, puede significar muchas cosas. Pero el de un cr¨¢neo no.

De las 238 personas -cr¨¢neos- encontradas hasta ahora en Arbolillo, solo 19 han sido identificadas. De esas 19, la que antes desapareci¨® fue en julio de 2016 y la m¨¢s tard¨ªa, en enero de 2017. Es decir, que menos de dos meses antes de que los investigadores empezaran a trabajar en Arbolillo, alguien a¨²n tiraba cuerpos all¨ª.

Desde la lancha del pescador Alejandro, el frente costero de Punta M¨¦dano luce silencioso y pesado, una mole verde, inm¨®vil. La vegetaci¨®n es tan tupida en la orilla que no se alcanzan a ver las fosas, ni los peritos con su tamiz, ni las dos se?oras, ni el fiscal Romero. Mucho menos el camino de entrada del rancho. Solo, si acaso, un trozo de cinta amarilla, la cinta que delimita la parte de las fosas.

Tras su primera negativa, insistir al pescador con historias sobre barcas cargadas de restos de cuerpos, cruzando la laguna a medianoche, resulta una p¨¦rdida de tiempo. El silencio se apodera de la lancha, que se mueve despacio, atrapada en el ronroneo sordo del motor. La embarcaci¨®n llega frente a la punta, la parte m¨¢s sure?a del rancho. "?Hasta aqu¨ª?", dice el pescador. Enfrente, el silencio, la quietud. Es dif¨ªcil ignorar que la belleza de este lugar nunca volver¨¢ a ser completa.