Macron lanza el combate contra el ¡°separatismo islamista¡± en Francia

Francia quiere controlar de d¨®nde viene y a d¨®nde va el dinero extranjero para financiar mezquitas y otros lugares de culto. Adem¨¢s, va a poner fin al programa que permite el env¨ªo de imanes formados y financiados por terceros pa¨ªses. De igual manera, transformar¨¢ los programas de ense?anza con profesores pagados por Gobiernos for¨¢neos para tener un mayor control sobre estos profesionales y las materias que imparten. As¨ª lo anunci¨® el presidente Emmanuel Macron este martes al lanzar su ¡°estrategia de lucha contra el separatismo islamista¡±, el t¨¦rmino recientemente acu?ado por el Ejecutivo franc¨¦s en sustituci¨®n del m¨¢s habitual ¡°comunitarismo¡±, pero cuyo sentido sigue siendo el mismo: un ¡°proyecto pol¨ªtico antidemocr¨¢tico y antirrepublicano¡± que en su extremo lleva a la radicalizaci¨®n y que, en cualquier caso, constituye una de las principales amenazas a la seguridad y a los valores de la sociedad francesa. Esa peligrosa deriva comienza en las escuelas, en los lugares de culto ¡ªmuchos financiados por potencias extranjeras con intereses oscuros¡ª y en los propios barrios, a menudo deprimidos y con problemas de marginalizaci¨®n, drogas y pobreza que crean presas m¨¢s f¨¢ciles para la radicalizaci¨®n en quienes se sienten abandonados por el Estado. Y all¨ª es, afirm¨® Macron, donde hay que comenzar o redoblar la lucha.

¡°Nuestro enemigo es el separatismo¡± islamista, sostuvo Macron al t¨¦rmino de una visita ¡°sobre el terreno¡± a uno de estos barrios con problemas de marginalidad sensibles a la radicalizaci¨®n, Bourtzwiller, en la ciudad alsaciana de Mulhouse. ¡°El separatismo es incompatible con la libertad y la igualdad, es incompatible con la indivisibilidad de la Rep¨²blica y la necesaria unidad de la naci¨®n¡±, insisti¨®.

Pero ese separatismo islamista, admiti¨® el mandatario, ha sabido hacerse fuerte all¨ª donde el Estado desapareci¨® o perdi¨® fuerza, como en los 150 barrios de toda Francia que hoy son se?alados como reductos islamistas. ¡°El separatismo se alimenta de la ausencia de una oferta alternativa en los campos social, deportivo, escolar, cultural, sanitario. Hay que reforzar y acompa?ar a las asociaciones y colectividades territoriales¡± porque ¡°cuando la Rep¨²blica no mantiene sus promesas, otros intentan reemplazarla¡±, subray¨®.

La ¡°estrategia¡± contra el ¡°separatismo islamista¡± consta de varios pilares que buscan atender esas carencias. Macron defini¨® este martes dos prioridades: ¡°Retomar el control y luchar contra influencias extranjeras, en particular en escuelas y en lugares de culto¡±, y ¡°organizar mejor¡± estos ¨²ltimos, con un mayor control de la formaci¨®n de los imanes y otros representantes encargados de transmitir un mensaje religioso que, en demasiadas ocasiones, trasciende lo pol¨ªtico.

En materia educativa, Macron anunci¨® el fin del programa ELCO (Ense?antes de lengua y cultura de origen) que, desde 1977, permite que profesores educados y pagados en otros pa¨ªses (actualmente 9: Argelia, Croacia, Espa?a, Italia, Marruecos, Portugal, Serbia, T¨²nez y Turqu¨ªa) puedan dar clases en Francia. El programa, en el que participan unos 80.000 alumnos franceses, tiene un problema, subray¨® Macron: muchos profesores no dominan el franc¨¦s y el Estado no tiene control alguno sobre lo que ense?an, lo que ha dado problemas en materia de radicalizaci¨®n en no pocos casos.

Salvo con Turqu¨ªa, con la que no se ha llegado a¨²n a un acuerdo, ese programa ser¨¢ sustituido a partir de septiembre con la apertura y financiaci¨®n de ¡°puestos para ense?antes internacionales de lengua extranjera¡±, pero que controlen el franc¨¦s y est¨¦n sometidos a un control por parte del sistema educativo galo.

El Gobierno tambi¨¦n tiene en su mira a las mezquitas. Se trata de ¡°controlar mejor la financiaci¨®n extranjera de lugares de culto para garantizar su transparencia¡±, explic¨® Macron. ¡°Necesitamos transparencia sobre el origen y finalidad del dinero. De d¨®nde viene, a qui¨¦n le llega y para qu¨¦ sirve¡±, subray¨®. Y no son solo los lugares de culto, tambi¨¦n se trata de qui¨¦nes ejercen en ellos. Francia tiene una separaci¨®n estricta entre Estado e Iglesia, pero ello no quita que el primero pueda asegurarse de que en la segunda ¡°se respetan las leyes de la Rep¨²blica¡±.

En este sentido, anunci¨® el fin progresivo del denominado sistema de ¡°imanes consulares¡±, la llegada cada a?o a predicar en las mezquitas francesas de hasta 300 imanes formados por Argelia, Marruecos y Turqu¨ªa. La idea es reducir progresivamente este programa mientras se refuerza la formaci¨®n en Francia de nuevos imanes, una tarea para la cual el Gobierno ha dado hasta marzo de plazo al Consejo Franc¨¦s de Culto Musulm¨¢n de ¡°formular propuestas claras¡±.

¡°Necesitamos imanes formados en Francia y que respeten las normas de la Rep¨²blica¡±, dijo Macron.

Imanes europeos contra la radicalizaci¨®n

Una idea apoyada desde Par¨ªs, donde este martes se celebr¨® la primera Conferencia Europea de Imanes contra la Radicalizaci¨®n Isl¨¢mica, en la que participaron un centenar de imanes llegados de toda Europa. Precisamente uno de los problemas, se se?al¨® durante la primera jornada, es la falta de formaci¨®n de los imanes. Solo el 10% de los imanes de Francia ha estudiado teolog¨ªa, denunciaron, lo que hace que este sector sea muy permeable a menudo a radicalizaciones pol¨ªticas.

Durante tres d¨ªas, los participantes discutir¨¢n la situaci¨®n y formular¨¢n propuestas para acabar con este ¡°veneno¡± y ¡°enfermedad¡± del islam, como lo defini¨® el organizador de la cita, el im¨¢n Hassem Chalghoumi, im¨¢n de la mezquita de Drancy y presidente del Instituto de formaci¨®n del Islam de Francia.

¡°El islam pol¨ªtico ha salido de las mezquitas y est¨¢ en los barrios. Ha tomado como rehenes a los j¨®venes, a las asociaciones deportivas, a todos los barrios. En Francia tenemos 150 barrios bajo la influencia del islamismo. Ha sobrepasado las mezquitas¡±, advirti¨® a este diario Chalghoumi, que por su lucha contra la radicalizaci¨®n ha sido amenazado y lleva escolta.