La historia detr¨¢s del pap¨¢ que jugaba para que su hija se riera de las bombas
Abdalla y su familia se refugian de la guerra desde principios de mes en casa de un amigo en la castigada Idlib. El v¨ªdeo con los juegos que hace con la ni?a para que las bombas no le afecten conquista la Red
Mehmet Algan y Abdalla Mohamed se conocieron hace siete a?os en Estambul (Turqu¨ªa). Un amigo en com¨²n les present¨®. Mehmet, de 34 a?os, sigue trabajando en la ciudad turca, pero Abdalla, de 32 a?os y sirio de nacimiento, se encuentra refugiado de la guerra en la ciudad de Sarmada, cerca de la frontera sirio-turca, en la castigada provincia de Idlib. Junto a ¨¦l est¨¢n su esposa y su hija de tres a?os. El pasado s¨¢bado, 15 de febrero, Mehmet, como en otras ocasiones, llam¨® a Abdalla para preguntarle c¨®mo iba la cosa. Este le cont¨® lo que hac¨ªa muchos d¨ªas con su hija, Salwa, para que el estruendo diario de las bombas no golpeara su peque?o coraz¨®n de tres a?os. Jugaba un poco al enga?o para proteger a su ni?a. Jugaba a que lo que sonaba no era la guerra, sino otra cosa mucho m¨¢s divertida. Y mand¨® un v¨ªdeo mostr¨¢ndoselo a su amigo Mehmet. Era otra cara del cruento conflicto sirio.
"Me envi¨® el v¨ªdeo y me afect¨® mucho", dice en un intercambio de mensajes Mehmet, que trabaja en Estambul para la Asociaci¨®n M¨¦dica para Expatriados Sirios (SEMA, en sus siglas en ingl¨¦s). En un principio, este se lo ense?¨® a su mujer, lo habl¨® con ella y puso un mensaje de texto, sin la grabaci¨®n, en su cuenta de Twitter. Pero quer¨ªa mostrar el v¨ªdeo. Le pidi¨® permiso a Abdalla y este se lo dio. La sonrisa y carcajada de padre e hija cada vez que jugaban conquistaron la Red ¡ªacumula al cierre de este art¨ªculo 1,3 millones de retuits y 2,5 millones de visualizaciones¡ª. "?Es un avi¨®n o un proyectil?", le pregunta Abdalla a su hija mientras la graba con el m¨®vil, ella a su vera, en pie sobre un sof¨¢. "Un proyectil", quiere adivinar Salwa. "Cuando caiga hay que re¨ªrse", prosigue Abdalla. "?Ha ca¨ªdo!". Risotadas de los dos bien grandes.
Este diario ha contactado con Abdalla, tremendamente atareado por el ¨¦xito medi¨¢tico de su v¨ªdeo. "Juego con Salwa cuando caen las bombas", dice en un intercambio de audios a trav¨¦s de WhatsApp, "para que la personalidad de mi hija no se vea influida por la guerra". No esconde a la peque?a de tres a?os. Comparte m¨¢s de una veintena de v¨ªdeos y fotos de su d¨ªa a d¨ªa con Salwa, jugando con sus mu?ecas, correteando por la casa, hablando los dos, padre e hija, paseando por las calles de tierra de Sarmada ¡ªla madre, m¨¢s pudorosa, no aparece junto a ellos¡ª. "La idea me vino de los fuegos artificiales a los que juegan los ni?os", prosigue Abdalla. "Transform¨¦ la idea de los fuegos artificiales para mi hija". Y funciona.
Abdalla, proveedor de servicios de Internet, logr¨® convencerla de que aquello era un juego de ni?os, petardos que lanzaban en la calle para divertirse. Este joven sirio huy¨® junto a su esposa e hija de la ciudad de Saraqib, a unos 50 kil¨®metros de Sarmada, a principios de febrero. Ahora la familia vive en casa de un amigo. El r¨¦gimen de Bachar el Asad atacaba por cielo y tierra a las milicias armadas rebeldes, aposentadas all¨ª, en uno de los puntos clave en la batalla desatada por la conquista de Idlib, en el oeste del pa¨ªs. Ellos quieren cruzar a Turqu¨ªa, como muchos del casi mill¨®n de desplazados que se agolpan en la frontera, del lado sirio.
?ekim s?ras?nda kar??daki tepelere hava sald?r?s? d¨¹zenlenmesi ¨¹zerine, baba-k?z g?zlerimizin ?n¨¹nde d¨¹nyan?n en zor oyununu oynad?.@Emusa87 pic.twitter.com/YmNBcUQ4uj
— Burak Karacaoglu (@brkkrcgl) February 18, 2020
El pasado lunes, cuando el v¨ªdeo volaba por la Red sin apenas datos sobre padre e hija, la agencia de noticias turca Anadolu busc¨® y localiz¨® a Abdalla. El reportero Esref Musa, seg¨²n cuenta a este diario, le grab¨® junto a su hija. En una de las escenas, Abdalla saca a la ni?a a la terraza. Sobre la colina al fondo de la imagen cae un proyectil. Mientras el estruendo se va apagando, el pap¨¢ se lo muestra a Salwa se?alando hacia la humareda. Luego siguen jugando a que eso no tiene que ver con la guerra, a que son cosas de chiquillos.
"Espero que el v¨ªdeo", contin¨²a Abdalla durante la conversaci¨®n con este diario, "sea difundido en todos los lugares del mundo para que transporte una nueva idea que, a mi juicio, ning¨²n padre hab¨ªa pensado antes". Hasta ahora, al menos, nada as¨ª tuvo tanto eco.
La charla con Abdalla, a trav¨¦s de WhatsApp, finaliza. ?l hace la ¨²ltima pregunta:
- ?Nos pod¨¦is ayudar a salir de la guerra?
Este art¨ªculo ha contado con la colaboraci¨®n de Antonio Pita.
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