Johnson amenaza con abandonar en junio la negociaci¨®n con la UE si Bruselas no acepta sus condiciones
El Reino Unido rechaza alinearse con las regulaciones comunitarias en el futuro acuerdo comercial
Boris Johnson quiere evitar a toda costa entrar en un laberinto de negociaciones interminables con Bruselas y suma de pr¨®rrogas que arruin¨® el mandato de su predecesora, Theresa May. El Gobierno del Reino Unido ha publicado este jueves el documento base con las aspiraciones de lo que debe ser, a su entender, la futura relaci¨®n comercial con la UE tras la salida del club el pasado enero.?Ambas partes se dieron un periodo de transici¨®n para cerrar el acuerdo, que concluye el pr¨®ximo 31 de diciembre.
"El Gobierno no extender¨¢ el periodo de transici¨®n establecido en el Acuerdo de Retirada. De este modo, queda un tiempo limitado pero suficiente para que el Reino Unido y la UE lleguen a un acuerdo. Estamos comprometidos en trabajar de un modo r¨¢pido y firme, y en celebrar el n¨²mero apropiado de reuniones de alto nivel dise?adas por la Declaraci¨®n Pol¨ªtica [firmada junto al Acuerdo de Retirada] desde ahora hasta junio", dice el documento de Downing Street. Si a partir de esa fecha no se ha alcanzado un borrador suficientemente amplio y comprensivo de la voluntad de las partes, prosigue el texto, el Reino Unido decidir¨¢ si le merece la pena seguir en la mesa de negociaci¨®n o prefiere concentrarse en los preparativos internos para que se produzca una salida ordenada de la UE a final de a?o.
Londres exige a Bruselas que le permita negociar un acuerdo comercial similar al que la UE tiene con Canad¨¢, y rechaza la pretensi¨®n de las instituciones comunitarias de permanecer alineado con las normas del club en materia comercial, laboral, medioambiental o de ayudas de Estado a las empresas. El Gobierno de Johnson insiste, adem¨¢s, en recuperar su "libertad en materia de regulaci¨®n" y rechaza someter las futuras disputas al arbitrio del Tribunal Europeo de Justicia. Londres acusa a sus hasta ahora socios de imponer condiciones mucho m¨¢s "onerosas" que las que exige a otros pa¨ªses como Canad¨¢, Jap¨®n o Estados Unidos.
El Reino Unido ya no reconocer¨¢ las ?rdenes Europeas de Arresto
"El Reino Unido no buscar¨¢ seguir participando en el mecanismo de la Orden Europea de Arresto dentro de su futura relaci¨®n con la UE. A cambio, el nuevo acuerdo deber¨¢ dise?ar mecanismos de extradici¨®n r¨¢pida, basados en los Acuerdos de Entrega cerrados por la Uni¨®n Europea con Noruega e Islandia, que entraron en vigor en 2019, pero con salvaguardas m¨¢s apropiadas para las individuos que las que proporciona la Orden de Arresto Europea". El documento base con las condiciones del Gobierno de Johnson para negociar un futuro acuerdo con la UE establece claramente, dentro de su pretensi¨®n de preservar la cooperaci¨®n judicial y policial con Bruselas, que el Reino Unido nunca ha estado c¨®modo con este mecanismo expeditivo que agiliza las capturas y entregas de presuntos delincuentes. Su legislaci¨®n interna, y su propia jurisprudencia, no ha dejado de poner trabas y barreras que desvirtuaban la pretensi¨®n del sistema. Se vio con claridad cuando fue emitida la orden contra la exconsejera de la Generalitat de Catalunya, Clara Ponsat¨ª. Acusada de sedici¨®n, huy¨® a Escocia para evitar el juicio del Tribunal Supremo. La respuesta inicial del Gobierno brit¨¢nico, calificando de "desproporcionados" los delitos de lo que se acusaba a la pol¨ªtica catalana y suspendiendo la entrega, solo pudo subsanarse con conversaciones pol¨ªticas de ¨²ltima hora. Pero dej¨® clara la incomodidad de los brit¨¢nicos con un mecanismo que forma parte sustancial del entramado de cooperaci¨®n judicial de una instituci¨®n, la UE, de la que ya no forman parte.
Bruselas reaccion¨® este jueves con cautela ante la declaraci¨®n de intenciones de Boris Johnson. ¡°Es prematuro especular sobre el resultado de las negociaciones, que empiezan el lunes¡±, asegur¨® una portavoz de la Comisi¨®n Europea, informa Llu¨ªs Pellicer. Los dos equipos negociadores, encabezados por Michel Barnier y David Frost, empezar¨¢n a negociar la semana de lunes a jueves que viene en Bruselas.
Barnier asegur¨® a trav¨¦s de su cuenta de Twitter que ¡°toma nota¡± del mandato del Reino Unido y que siguen firmes con los compromisos recogidos en la declaraci¨®n pol¨ªtica firmada entre los dos bloques. ¡°Queremos una asociaci¨®n ambiciosa y justa con el Reino Unido en el futuro¡±, a?adi¨®.
La Comisi¨®n da por descontado desde el pasado mes de enero que a lo largo de la negociaci¨®n habr¨¢ varios momentos de tensi¨®n. Uno de ellos se producir¨¢ en junio, cuando ambas partes deban evaluar los avances logrados para valorar la posibilidad de una pr¨®rroga y Johnson, seg¨²n prev¨¦ Bruselas, rechace esa posibilidad. El otro momento cr¨ªtico ser¨¢ en octubre, cuando queden solo tres meses para que vuelva a producirse una salida desordenada. La inc¨®gnita es si entonces Johnson dar¨¢ marcha atr¨¢s.?
La UE ya ha dejado claro que la dimensi¨®n de las relaciones comerciales con el Reino Unido no tiene nada que ver con las de Canad¨¢, y teme que los brit¨¢nicos act¨²en desde el exterior del club como un socio desleal. Cuanto mayores sean las divergencias regulatorias, han advertido a Londres, menos firmes ser¨¢n los lazos entre ambas partes. Bruselas ha ofrecido a su antiguo Estado miembro un futuro acuerdo libre de aranceles o cuotas, pero exige el compromiso con su estructura normativa. "Ocurra lo que ocurra, el Gobierno del Reino Unido no negociar¨¢ ning¨²n acuerdo que no le permita retener el control sobre sus propias leyes y vida pol¨ªtica. Eso significa que no aceptaremos ninguna obligaci¨®n de que nuestras leyes est¨¦n alineadas con las de la UE, o que las instituciones de la Uni¨®n Europea, incluido su Tribunal de Justicia, tengan jurisdicci¨®n alguna sobre el Reino Unido", dice la declaraci¨®n de principios firmada por Downing Street.
Johnson y su equipo de Gobierno defienden ante la opini¨®n p¨²blica brit¨¢nica la idea de que el Reino Unido ya est¨¢ por delante de la UE en materia medioambiental, laboral o de protecci¨®n de los consumidores, y que es uno de los pa¨ªses de Europa que menos ayudas p¨²blicas destina a la empresa privada. Es una cuesti¨®n de buena fe, vienen a defender, que Bruselas acepte la palabra y el compromiso de su futuro socio sin mayores exigencias, del mismo modo que Londres no impondr¨ªa condiciones extraordinarias a los pa¨ªses comunitarios. Detr¨¢s de los argumentos pol¨ªticos se adivina la voluntad del Gobierno de Johnson de dejar correr los plazos sin dar muestras de flexibilidad, para alcanzar a final de a?o el Brexit duro que llevan persiguiendo durante mucho tiempo los euroesc¨¦pticos que han ayudado al primer ministro a alcanzar el poder.
El Reino Unido propone adem¨¢s que en materia de pesca ambas partes alcancen acuerdos fuera del marco general del futuro tratado, en los que cada a?o se establezcan las cuotas de acceso y captura en sus aguas respectivas. Bruselas insiste en que la pesca debe formar parte del acuerdo definitivo.
En el sector de servicios (seguros y finanzas), fundamental en la econom¨ªa del Reino Unido, Londres persigue un acuerdo de equivalencia y reciprocidad. "El Reino Unido y la UE ya se han comprometido a llevar a cabo valoraciones unilaterales de equivalencia, distintas a las que se prev¨¦n en el futuro Acuerdo de Libre Comercio [prefigurado en la Declaraci¨®n Pol¨ªtica]. El hecho de que el Reino Unido abandone ahora la Uni¨®n Europea con esas mismas normas ya vigentes proporciona una base firme para elaborar esas valoraciones completas de equivalencias antes de finales de junio de 2020", asegura el equipo negociador de Downing Street en su texto.
El Gobierno del Reino Unido ya elabor¨® en 2018 un an¨¢lisis sobre las consecuencias que tendr¨ªa para la econom¨ªa brit¨¢nica un acuerdo con la UE similar al de Canad¨¢. Se concluy¨® entonces que el producto interior bruto (PIB) del pa¨ªs podr¨ªa sufrir un descenso del 5% en el plazo de 15 a?os. Johnson y su equipo se han negado hasta la fecha a publicar sus propias estimaciones futuras respecto al tipo de pacto que persiguen con la UE, pero no dan su brazo a torcer, y ya han comenzado a indicar a las empresas brit¨¢nicas que se preparen para ajustar sus negocios a un entorno m¨¢s similar al general que establecen las reglas de la Organizaci¨®n Mundial del Comercio que al de un acuerdo comercial detallado con Bruselas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.