Luis Lacalle Pou consuma el final de 15 a?os de Gobiernos de izquierda en Uruguay
El l¨ªder conservador asume la presidencia con las promesas de un nuevo rumbo econ¨®mico y mano dura contra la inseguridad
En una jornada de calor abrasador, Luis Lacalle Pou se convirti¨® este domingo en el octavo presidente de Uruguay desde el regreso de la democracia, en 1985. Al frente de una coalici¨®n de derechas, el nuevo mandatario iniciar¨¢ una serie de ambiciosas reformas que podr¨¢n foco en luchar contra la inseguridad p¨²blica y cambiar el rumbo econ¨®mico del pa¨ªs.
Luis Lacalle Pou, hijo y bisnieto de presidentes y dirigentes del Partido Nacional, tendr¨¢ el desaf¨ªo de mantener consolidada una coalici¨®n de varios partidos que incluye al ultraderechista Cabildo Abierto, sacar adelante en el Parlamento una ley de procedimiento r¨¢pido con m¨¢s de 400 art¨ªculos y hacer frente a la oposici¨®n del Frente Amplio, coalici¨®n de izquierdas que perdi¨® las elecciones del pasado mes de octubre por menos de 40.000 votos luego de 15 a?os ininterrumpidos en el Gobierno.
Quiz¨¢ por ello, Lacalle Pou dedic¨® su discurso ante el Parlamento (primer acto protocolario de la jornada) a detallar su acci¨®n de gobierno para los pr¨®ximos cinco a?os ante el pa¨ªs y los numerosos invitados extranjeros, que incluyeron al rey Felipe VI y a los presidentes de Brasil, Paraguay, Chile, Colombia y Bolivia, entre otros. El presidente de Argentina, Alberto Fern¨¢ndez, no viaj¨® a Montevideo por el discurso de apertura de sesiones previsto en el Parlamento en su pa¨ªs.
Lacalle Pou expuso la situaci¨®n econ¨®mica de Uruguay, advirti¨® sobre su d¨¦ficit y anunci¨® pol¨ªticas de austeridad, el establecimiento de una regla fiscal y la apertura de un debate sobre una reforma urgente del sistema de seguridad social y de pensiones. El lunes, en su primera jornada de gobierno, el l¨ªder blanco (color que identifica al Partido Nacional) prometi¨® reunir a todos los integrantes de las fuerzas de seguridad del Estado para tomar medidas contra la inseguridad p¨²blica, una de sus prioridades.
A media jornada y con el tr¨¢mite legislativo concluido, el sol segu¨ªa sin dar tregua y por menos de dos horas Uruguay tuvo dos presidentes. Fue el lapso de la liturgia republicana en el que Luis Lacalle Pou recorri¨® los pocos kil¨®metros que separaban el Palacio Legislativo de la Plaza Independencia, donde lo esperaba Tabar¨¦ V¨¢zquez para darle la banda presidencial.
Lacalle Pou recorri¨® ese tramo final en el Ford V8 club Cabriolet que perteneci¨® a su abuelo, Luis Alberto de Herrera, uno de los fundadores del Partido Nacional. Lo escoltaban decenas de gauchos a caballo con banderas blancas y azules que simbolizan la cercan¨ªa del PN con el campo y el interior de Uruguay. En la plaza esperaba V¨¢zquez, primer presidente izquierdas de la historia de Uruguay, quien a las 16:24 horas se quit¨® la banda, se la puso a su sucesor y se fue caminando para su casa, convertido en un ciudadano m¨¢s.
Leyes urgentes
El principal proyecto de la ¡°coalici¨®n multicolor¡± que gobierna ya Uruguay es la tramitaci¨®n de una Ley de Urgente Consideraci¨®n (LUC) que consta de 457 art¨ªculos sobre temas tan variados como la seguridad, la reforma de la educaci¨®n, las relaciones laborales o la pol¨ªtica econ¨®mica. El formato de la tramitaci¨®n hace que si el parlamento no logra su aprobaci¨®n en los plazos establecidos (y que suman unos tres meses en su conjunto), la ley queda aprobada autom¨¢ticamente. Mezcla de medida de emergencia y de ley ¨®mnibus, la oposici¨®n considera que la LUC vulnera la Constituci¨®n, ya que muchas de sus medidas no son urgentes. Como muestra ha se?alado, en tono ir¨®nico, que uno de sus art¨ªculos otorga la autorizaci¨®n para que las carnicer¨ªas puedan fabricar chorizos artesanales.
El cap¨ªtulo m¨¢s amplio de la LUC tiene que ver con la lucha contra la inseguridad p¨²blica e incluye el aumento de las penas para los menores infractores, la ampliaci¨®n de las potestades de las fuerzas policiales, la autorizaci¨®n de los controles de identidad basados en la sospecha o el aumento de las penas. El flamante ministro del Interior, Jorge Larra?aga, ha sido claro al respecto: ¡°El nuevo Gobierno va a reprimir¡± y al que no le guste esa palabra ¡°se la va a tener que tragar¡±.
Los ciudadanos esperan mucho de la nueva administraci¨®n, ya que la inseguridad fue el tema predilecto de la oposici¨®n durante los tres gobiernos de la izquierda. Aunque regularmente Uruguay aparece clasificado como uno de los pa¨ªses m¨¢s tranquilos de la regi¨®n, el aumento de los robos y asesinatos en los ¨²ltimos a?os es intolerable para una ciudadan¨ªa que se compara con Europa y no con sus vecinos.
Econom¨ªa y pensiones
Sin duda, la cuesti¨®n econ¨®mica ser¨¢ una de las principales batallas pol¨ªticas de los pr¨®ximos a?os, en un pa¨ªs con dos grandes bloques de izquierda y derecha, de peso y fuerza similar, pero con visiones muy diferentes a la hora de valorar el desempe?o del pa¨ªs.
El presidente Lacalle Pou ha vuelto a advertir sobre la grave situaci¨®n en la que se encuentra Uruguay debido al aumento del desempleo (que ronda el 9%), la subida de la inflaci¨®n por encima del 8%, el d¨¦ficit p¨²blico, que termin¨® 2019 en el 4,7% del PIB y la importancia de la deuda externa, de excelente calidad crediticia pero cada vez mayor si se la compara con el PBI.
La administraci¨®n saliente ve la cosa de un color muy diferente: Uruguay viene escapando de la crisis y de la recesi¨®n que sufren los pa¨ªses de la regi¨®n y registra 15 a?os de crecimiento econ¨®mico, las perspectivas de 2020 tienden al alza, el pa¨ªs tiene la renta per c¨¢pita m¨¢s alta de Latinoam¨¦rica, los m¨¢s bajos ¨ªndices de pobreza de la regi¨®n y las menores diferencias sociales. Seguro de su balance, el Gobierno de V¨¢zquez recibi¨® al Fondo Monetario Internacional el pasado mes de febrero para que hiciera uno de sus an¨¢lisis peri¨®dicos. El informe de la misi¨®n se?al¨® la ¡°posici¨®n envidiable¡± de Uruguay en la regi¨®n, pero advirti¨® de la importancia de corregir los desequilibrios que sufren las cuentas p¨²blicas.
Para la coalici¨®n conservadora, la necesidad de un ajuste y de pol¨ªticas de austeridad es acuciante, y dentro de esas reformas se incluyen cambios en el sistema de pensiones. Y esa ser¨¢, sin lugar a dudas, otra de las grandes batallas pol¨ªticas de los pr¨®ximos cinco a?os.
En la pasada legislatura, la mayor¨ªa parlamentaria de izquierdas reform¨® las jubilaciones de los militares, que suponen para las cuentas p¨²blicas un d¨¦ficit similar al del resto del sistema previsional uruguayo. La reacci¨®n de los militares fue la creaci¨®n de Cabildo Abierto, partido que en menos de seis meses se hizo con m¨¢s del 11% de los votos en las pasadas elecciones y hoy en d¨ªa, miembro de la coalici¨®n gobernante, tiene varios diputados y dos ministros. En este contexto, los cambios que se hagan al sistema ser¨¢n pol¨¦micos.
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