Ense?ar los calzoncillos ya no ser¨¢ ilegal en una ciudad de Florida
Opa-locka eliminar¨¢ las ordenanzas que penan con 500 d¨®lares a quienes llevan los pantalones demasiado ca¨ªdos en sitios p¨²blicos
El resultado de una votaci¨®n, cuatro votos a favor frente a uno en contra, es el primer paso que ha dado una peque?a ciudad de Florida para anular sus normas anti-pantalones ca¨ªdos. Opa-locka penaba desde 2007 a quienes dejaran asomar su ropa interior, como dicta la moda de los pantalones ca¨ªdos. Aquel a?o la Comisi¨®n Municipal (un organismo legislador en municipios estadounidenses similar a un pleno) vot¨® prohibir que los hombres ense?aran su ropa interior en parques y edificios p¨²blicos. Seis a?os m¨¢s tarde, en 2013, una ordenanza extend¨ªa aquella prohibici¨®n a las mujeres.?
Aunque la decisi¨®n del pasado mi¨¦rcoles, adoptada tambi¨¦n por la Comisi¨®n Municipal, es solo un primer paso para el levantamiento del veto a la ropa holgada, sean pantalones o prendas superiores, el sentimiento mayoritario contra la medida es ya un hecho. "Nunca apoy¨¦ esa idea, ni cuando era un simple ciudadano", ha apuntado el vicealcalde de la localidad, Chris Davis, recoge el diario The Miami Herald. "Me parec¨ªa que afectaba de manera desproporcionada a una parte de nuestra poblaci¨®n, los j¨®venes afroamericanos", ha a?adido el edil, que es afroamericano como el resto de los cinco miembros de la comisi¨®n municipal.
Desde noviembre 2013, la multa por ense?ar la ropa interior se dobl¨®, hasta los 500 d¨®lares (unos 421 euros), canjeables por 25 horas de trabajo comunitario. Aunque se desconoce el n¨²mero de personas multadas, representantes del municipio han se?alado al rotativo que de enero a noviembre de 2013 fueron 72. En los ¨²ltimos a?os, seg¨²n los miembros de la comisi¨®n municipal, han deca¨ªdo las sanciones.?
La ciudad sigue luciendo los carteles en los que se avisa de la prohibici¨®n con un juego de palabras que convierte una expresi¨®n para reprender a los ni?os ("No ifs, ands, or buts", algo as¨ª como "nada de peros ni de excusas"), pero cambia la ¨²ltima palabra, buts ("peros")?por butts ("traseros"). "?Es la ley de esta ciudad!", concluye la advertencia, que refiere que la ordenanza 07-19 proh¨ªbe llevar pantalones ca¨ªdos en zonas de titularidad p¨²blica.
El ¨²nico miembro de la comisi¨®n que vot¨® en contra de retirar el veto, Alvin Burke, rechaza que la medida estigmatizase a los j¨®venes negros. "Hasta hoy, todav¨ªa vemos a nuestros j¨®venes andar por ah¨ª con sus pantalones sueltos y ca¨ªdos. Si todo el mundo considera que es oportuno [eliminar la ley] y permitir que nuestros j¨®venes negros entren en nuestros edificios as¨ª... pues que as¨ª sea", ha se?alado el comisionado, afroamericano de 66 a?os.?
En algo s¨ª estuvieron de acuerdo los cinco miembros de la comisi¨®n: hay que procurar que los residentes en la ciudad, de unos 15.000 habitantes, respeten el decoro, aunque apuestan por medidas educativas que contrastan con la severidad de la medida penalizadora. La mayor¨ªa de la poblaci¨®n de Opa-locka es negra, un 58%, y el 47% de su habitantes vive en la pobreza.?
La Uni¨®n Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU), una ONG progresista consider¨® la medida de 2007 un "enorme dispendio de recursos p¨²blicos", que, adem¨¢s, impon¨ªa "sanciones muy duras por un comportamiento que no causa v¨ªctima alguna". Se?alaba la organizaci¨®n que la medida castigaba sobre todo a los negros. Ahora, la ACLU ha aplaudido la decisi¨®n preliminar contra el veto, al que consideran "una afronta a los principios de equidad, libertad de expresi¨®n y los procedimientos legales".
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