Cristianos, volved: musulmanes recuperan una iglesia ultrajada por el Estado Isl¨¢mico

La imagen que proyectan es poderosa: j¨®venes musulmanes ayudando a retirar los escombros y adecentar una iglesia profanada por el Estado Isl¨¢mico. Se trata de los voluntarios de Sawaed al Museliya, un grupo de activistas de Mosul que intenta borrar las huellas de los yihadistas sobre la ciudad, incluidos los lugares de culto de quienes no profesan su fe. El mensaje de inclusi¨®n busca animar a que regresen los cristianos que, como otras minor¨ªas religiosas, huyeron cuando aquellos b¨¢rbaros tomaron la capital del norte de Irak en 2014.

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¡°Queremos decir [a los cristianos]: volved, Mosul no est¨¢ completa sin vosotros¡±, declar¨® Mohammed Essam, uno de los cofundadores del grupo a AsiaNews, la agencia oficial de prensa del Instituto Pontificio para las Misiones Extranjeras, que revel¨® su trabajo en la iglesia de Santo Tom¨¢s (cat¨®lica de rito siriaco) a principios de este mes.

Desde la liberaci¨®n de la ciudad, Sawaed al Museliya (nombre que podr¨ªa traducirse como "Ayudantes de Mosul") facilita servicios comunitarios, incluida ayuda alimentaria de emergencia, y recauda de fondos para la reconstrucci¨®n de las viviendas de los m¨¢s desfavorecidos. El que hayan incluido varios templos cristianos entre los edificios hist¨®ricos que restauran pretende cerrar las heridas abiertas por los fan¨¢ticos del autodenominado Estado Isl¨¢mico.

Los yihadistas instalaron en la tercera ciudad de Irak un r¨¦gimen de terror que dej¨® miles de muertos y oblig¨® a huir de sus casas a dos tercios de sus 1,8 millones de habitantes. Las minor¨ªas (cristianos, yazid¨ªes, mandeos o musulmanes chi¨ªes) fueron desproporcionadamente m¨¢s afectadas. Muchos encontraron refugio en la vecina regi¨®n aut¨®noma de Kurdist¨¢n. En su intento de borrar la historia multicultural de la zona, los fan¨¢ticos destrozaron numerosos lugares de culto, incluido el santuario del profeta Jon¨¢s, adem¨¢s de sitios arqueol¨®gicos romanos y asirios. En 2016, dio la vuelta al mundo un ominoso v¨ªdeo en el que mostraban c¨®mo reduc¨ªan a escombros estatuas y bajorrelieves en N¨ªnive y en el Museo de Mosul.

Santo Tom¨¢s, que data de mediados del siglo XIX, fue saqueada en el verano de 2014, al inicio del r¨¦gimen que los yihadistas calificaron de ¡°califato¡±. Para cuando el Ej¨¦rcito iraqu¨ª, ayudado por una coalici¨®n internacional liderada por Estados Unidos, logr¨® echarles de Mosul tres a?os y medio m¨¢s tarde, el edificio amenazaba con derrumbarse. Los voluntarios que se afanan en borrar las pintadas que proclaman ¡°tierra del califato¡± esperan que se convierta en un s¨ªmbolo del renacer de la ciudad y anime al regreso de quienes huyeron de la violencia confesional.

De momento, apenas medio centenar de familias cristianas han regresado a Mosul, muy lejos a¨²n de los 45.000 creyentes de esa religi¨®n que viv¨ªan en la ciudad hasta el derribo de Sadam Husein en 2003.