Alemania e Italia: divergencias y v¨ªnculos de dos importantes ¨®peras pol¨ªticas

Dos ¨®peras de alto voltaje se representan en estas horas en los escenarios pol¨ªticos italiano y alem¨¢n. Como no podr¨ªa ser de otra manera, la primera est¨¢ marcada por rasgos melodram¨¢ticos, giros abruptos del guion, coloraturas, momentos bufonescos, otros conmovedores y algunas individualidades de bel canto admirables; la otra discurre apoyada en mesurados recitativos, una extraordinaria compenetraci¨®n orquestal y coral, momentos de grandiosidad. La pol¨ªtica, como el arte, es el reflejo fiel del esp¨ªritu de los pueblos.

Ambas ¨®peras tienen gran relevancia. En el caso de Alemania, con la elecci¨®n del nuevo l¨ªder de la CDU este s¨¢bado, se da un paso muy importante en la definici¨®n del liderazgo post-Merkel. Quedar¨¢n otros pasos hasta aclarar qui¨¦n asumir¨¢ la canciller¨ªa, pero es este un momento trascendental no solo para el pa¨ªs, sino para toda Europa. En caso de Italia, la crisis pol¨ªtica desatada por la retirada del apoyo de Renzi al Ejecutivo capitaneado por Giuseppe Conte mantiene en vilo al pa¨ªs transalpino. En este caso tambi¨¦n, toda Europa est¨¢ interesada. De la ¨®pera de Berl¨ªn depende el futuro liderazgo de la UE; de la de Roma, el devenir de la mayor bomba de relojer¨ªa econ¨®mica del club.

El papel hegem¨®nico alem¨¢n se ha hecho evidente en la ¨²ltima d¨¦cada. Ejercido primero de forma reluctante, se ha ido afianzando y desenvolviendo con proyecci¨®n cada vez m¨¢s potente bajo la batuta de Merkel. El papel de riesgo italiano tambi¨¦n se ha hecho evidente en esta ¨²ltima d¨¦cada. Italia, tercera econom¨ªa de la UE por tama?o, tiene acumulada una deuda p¨²blica de alrededor del 160% del PIB; su tasa de crecimiento medio en la d¨¦cada anterior a la pandemia fue de un raqu¨ªtico 0,2% anual; su perspectiva demogr¨¢fica es p¨¦sima; el pesimismo cunde, una cuota significativa de sus mejores cerebros emigran; experimentos pol¨ªticos con tintes desestabilizantes como la Liga de Salvini o el Movimiento 5 Estrellas han aflorado y llegado hasta el poder. Muchas nubes se adensan en el horizonte.

Con las diferencias interpretativas, ambas situaciones giran alrededor del concepto de continuidad o alteraci¨®n. Continuidad si gana uno de los dos candidatos de corte moderado de la CDU o si Conte logra consolidar su mayor¨ªa; ruptura si se afirma Friedrich Merz, aspirante que vuela fuera de la estela de Merkel, o si cae Conte.

Las diferencias son evidentes e importantes. Pero mucho dicen tambi¨¦n los v¨ªnculos o semejanzas entre ambos. No solo los hist¨®ricos: por supuesto el derecho romano, manantial de organizaci¨®n social y pensamiento com¨²n; el cristianismo; o el propio amor a la ¨®pera, nacida en Italia y elevada a algunas de sus m¨¢ximas cotas en Alemania. Tambi¨¦n los contempor¨¢neos. Por ejemplo, m¨¢s all¨¢ de los estereotipos, obs¨¦rvese que el vigoroso entramado industrial del norte de Italia es quiz¨¢ lo m¨¢s parecido que haya en Europa al m¨ªtico Mittelstand alem¨¢n. Que las familias de ambos pa¨ªses comparten cierta aversi¨®n al endeudamiento. Que no solo, juntas, fueron fundadoras de la UE, sino que Italia ¡ªaunque con menos volumen que Alemania¡ª ha sido durante tiempo contribuyente neta a la UE. El proyecto com¨²n se construye tambi¨¦n con una mayor comprensi¨®n por parte del p¨²blico de las verdades detr¨¢s del escenario.