Conte busca aliados en el Parlamento para no dimitir

El primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, est¨¢ contra las cuerdas y su Ejecutivo se encuentra al borde del precipicio. El l¨ªder de Italia Viva, Matteo Renzi, cumpli¨® su amenaza el mi¨¦rcoles por la noche y retir¨® a las dos ministras de su partido del Consejo de Ministros abriendo una crisis en plena pandemia. Nadie tiene la menor idea ahora mismo de cu¨¢l puede ser la salida. Conte busca a la desesperada apoyos en el Senado para sustituir a los parlamentarios de Renzi.

La estrategia de Conte ahora es ganar tiempo. El primer ministro se ha resistido durante el d¨ªa a visitar al presidente de la Rep¨²blica para dar parte de lo sucedido, oficializando as¨ª la crisis y el proceso constitucional que deber¨ªa conducir a un nuevo Ejecutivo. A media tarde, sin embargo, el Palacio del Quirinal ha informado de la visita sin que hubiera novedades sobre su dimisi¨®n. Al contrario, Sergio Mattarella le ha concedido una pr¨®rroga para aprobar decretos urgentes, dar cuenta el lunes en el Parlamento de la situaci¨®n y verificar sus apoyos mediante una votaci¨®n. Ese ser¨¢ el punto de inflexi¨®n. Conte ha decidido que pelear¨¢ hasta el final para evitar los escenarios que favorecer¨ªan a Renzi. Pero necesita encontrar a 13 senadores dispuestos a formar un nuevo grupo parlamentario en dicha c¨¢mara, agruparse bajo unas nuevas siglas y formar parte de la coalici¨®n de gobierno.

Esa es la exigencia del presidente de la Rep¨²blica, que no quiere que el Ejecutivo vaya adelante fiando su suerte a un grupo de francotiradores en cada votaci¨®n. El problema es que los n¨²meros que lo permitir¨ªan no est¨¢n claros. Y que ni siquiera la idea misma de un engendro pol¨ªtico construido a toda prisa y de forma tan artificial sea conveniente para gobernar dos a?os y medio m¨¢s. ¡°Si Conte lo lograse, podr¨ªa incluso evitar su dimisi¨®n¡±, apuntan en su entorno, convencidos de que la operaci¨®n saldr¨¢ adelante y le devolver¨¢n la jugada a Renzi.

El presidente de la Rep¨²blica, muy decepcionado por c¨®mo han ido las cosas, tiene todas las opciones sobre la mesa. La primera, la que hab¨ªa intentado crear Renzi con su movimiento de ruptura, consistir¨ªa en formar un tercer Gobierno en esta legislatura liderado por el propio Conte. Para ello el primer ministro deber¨ªa dimitir, volver a convencer a una mayor¨ªa parlamentaria a cambio de un nuevo programa y configurar un equipo de ministros desde cero. A Renzi le gustaba esta opci¨®n porque pod¨ªa participar ¨¦l mismo en el dise?o y porque se reservaba hasta el ¨²ltimo minuto la posibilidad de apoyar a Conte o proponer otro nombre para ese puesto.

Un tercer Gobierno con el apoyo de Italia Viva y un nuevo primer ministro entrar¨ªa dentro de lo posible. El inconveniente es que las diferencias entre los dos principales socios de la coalici¨®n -el Movimiento 5 Estrellas y el Partido Democr¨¢tico- son enormes y Conte se hab¨ªa convertido en una suerte de m¨ªnimo com¨²n denominador. Ser¨¢ dif¨ªcil encontrar un nombre de consenso. Pero Renzi ya tiene una lista en el bolsillo con propuestas que van desde pesos pesados del PD -como Dario Franceschini- hasta la ministra del Interior, la tecn¨®crata Luciana Lamorgese. Pero pasar¨¢n d¨ªas y la situaci¨®n de bloqueo puede abrir otros escenarios.

La sombra del gobierno t¨¦cnico, para transitar la pandemia y sus consecuencias econ¨®micas, vuelve a planear por el Parlamento. Se tratar¨ªa de que todos los partidos arrimasen el hombro -apoyando o absteni¨¦ndose- y buscar a una figura de consenso. Todo el mundo querr¨ªa al expresidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi. Pero ¨¦l solo aceptar¨ªa si el apoyo fuese un¨¢nime.

La oposici¨®n est¨¢ dividida al respecto. Los partidos de ultraderecha como la Liga y Hermanos de Italia piden elecciones anticipadas. Un escenario dif¨ªcil de manejar en medio de una pandemia y cuando Italia se encuentra en una situaci¨®n de fragilidad extrema. Forza Italia, en cambio, ve con mejores ojos cualquier otra posibilidad. El diputado Renato Bruneta subraya que ¡°los italianos no quieren elecciones¡±. ¡°Eso es un dato de facto. Nadie puede pensar que ahora lo que le conviene a Italia para solucionar sus problemas son unos comicios. Y eso no s¨¦ c¨®mo se representar¨¢ en el Parlamento. Pero la mayor¨ªa del pa¨ªs no querr¨ªa las urnas¡±, apunta.