Biden y el giro de Europa sientan las bases para un nuevo intento de di¨¢logo en Venezuela

No hay negociadores ni mucho menos un calendario definido, pero un nuevo intento de di¨¢logo en Venezuela est¨¢ hoy m¨¢s cerca que ayer. La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca despu¨¦s de cuatro a?os de Administraci¨®n de Donald Trump ¡ªun triunfo de la ret¨®rica contra Nicol¨¢s Maduro sin resultados concretos¡ª y el giro de la Uni¨®n Europea ante Juan Guaid¨® sientan de por s¨ª las bases para volver a ensayar unos contactos entre el chavismo y la oposici¨®n. Cualquier negociaci¨®n en el pa¨ªs sudamericano se presenta como una carrera de obst¨¢culos. Todos los procesos recientes han fracasado. Sin embargo, con un Gobierno cada vez m¨¢s instalado en el poder y sus adversarios hostigados y divididos, la ¨²nica alternativa a una salida pactada, empezando por unas elecciones, supone perpetuar la grave emergencia que sufren millones de venezolanos.

Los 27 pa¨ªses miembros de la UE evitaron nuevamente, esta semana, reconocer a Guaid¨® como presidente interino, un cargo que se asign¨®, con un amplio apoyo internacional liderado por Estados Unidos, hace dos a?os ante la profunda crisis de legitimidad de Maduro. El pasado 5 de enero el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) recobr¨® el control de la Asamblea Nacional tras unas elecciones parlamentarias a las que concurri¨® pr¨¢cticamente solo, sin competencia. El l¨ªder opositor perdi¨® as¨ª el estatus de jefe del poder legislativo y se qued¨® en la pr¨¢ctica fuera de las instituciones.

Bruselas sigue aceptando al pol¨ªtico como un interlocutor privilegiado en Venezuela, pero la posici¨®n de Europa, partidaria de explorar unas nuevas conversaciones, choca con los planes del sector del antichavismo que ¨¦l encabeza y que convirti¨® la palabra di¨¢logo en un tab¨². La ¨²ltima vez que Guaid¨® se avino a negociar, t¨ªmidamente y a trav¨¦s de enviados, fue en verano de 2019 durante un intento promovido por Noruega en Barbados. El a?o pasado, en la primera ola de la pandemia de coronavirus, el chavismo y la oposici¨®n llegaron a acuerdos puntuales sobre la gesti¨®n de la crisis sanitaria, lo que demuestra que todo es cuesti¨®n de voluntad pol¨ªtica. Pero de ah¨ª no pas¨®.

La Uni¨®n Europea apuesta por un ¡°proceso inclusivo de di¨¢logo y negociaci¨®n¡±, aunque el alto representante para la Pol¨ªtica Exterior, Josep Borrell, reconoci¨® en una entrevista con Efe que, de momento, no hay se?ales de que se vaya a abrir una fase exploratoria. A eso se a?ade que incluso Henrique Capriles, otro destacado dirigente opositor, tambi¨¦n se apart¨® abiertamente de la estrategia de Guaid¨® y Leopoldo L¨®pez, que buscan volver a una etapa de movilizaci¨®n permanente en la calle. Capriles abri¨® incluso la puerta a participar en las elecciones parlamentarias de diciembre, aunque finalmente renunci¨® por falta de garant¨ªas.

¡°Son varios los comunicados de Gobiernos democr¨¢ticos y organismos multilaterales insistiendo en la b¨²squeda de una salida pol¨ªtica pac¨ªfica y negociada que alivie el sufrimiento de los venezolanos¡±, escribi¨® hace dos semanas el fundador del partido Primero Justicia en una tribuna publicada en EL PA?S. ¡°Los pa¨ªses que apoyan nuestra lucha democr¨¢tica hablan de negociaci¨®n, pues alineemos a todas las partes e insistamos en lograr el nuevo Poder Electoral que le han negado a los venezolanos as¨ª como un Tribunal Supremo, un fiscal y un contralor que le den a las instituciones un equilibrio republicano reconocido por todos¡±, exhort¨®.

Desconfianza

La desconfianza entre las partes es enorme. Si la oposici¨®n siempre ha tenido un serio problema de liderazgo para concurrir unida en un proceso electoral, el chavismo no se ha mostrado dispuesto a hacer concesiones y ha logrado convencer a algunos sectores de la opini¨®n p¨²blica, tambi¨¦n en el exterior, de que sus rivales son los verdaderos responsables de la crisis. Ese argumento se nutre de las protestas, las asonadas, los intentos de quebrar a las Fuerzas Armadas y las sanciones econ¨®micas de Estados Unidos. Nada de eso sirvi¨®.

La victoria de Biden, que tom¨® posesi¨®n el pasado 20 de enero, abre un nuevo escenario, aunque de momento no hay una definici¨®n clara. La decisi¨®n del dem¨®crata de revisar las medidas adoptadas por Trump frente a Cuba apunta a un cambio de enfoque en la pol¨ªtica regional. Seg¨²n han destacado varios analistas, la nueva Administraci¨®n relajar¨¢ las sanciones contra Maduro y Petr¨®leos de Venezuela y buscar¨¢ alg¨²n contacto con Caracas. Pero ese cambio ser¨¢ paulatino. Por ahora, lo ¨²nico claro es que el secretario de Estado de Biden, Antony Blinken, ha situado la crisis venezolana como una prioridad de la pol¨ªtica exterior estadounidense en Am¨¦rica Latina.

Blinken convers¨® el viernes con la ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, Claudia Blum, y abord¨® la situaci¨®n del r¨¦gimen chavista. ¡°El secretario y la canciller Blum discutieron su compromiso compartido con el restablecimiento de la democracia y la estabilidad econ¨®mica en Venezuela¡±, afirm¨® un portavoz del Departamento de Estado. El nuevo jefe de la diplomacia de Estados Unidos tambi¨¦n ratific¨® ¡°la importancia de los esfuerzos para satisfacer las necesidades humanitarias de los migrantes venezolanos en Colombia y en toda la regi¨®n¡±. La pelota, en ¨²ltima instancia, est¨¢ en el tejado de la Casa Blanca.