Trump reivindica el trono republicano y agita de nuevo el bulo del fraude electoral
El expresidente reaparece tras su turbulenta salida de la Casa Blanca en una conferencia conservadora: ¡°Las elecciones fueron manipuladas y el Tribunal Supremo no quiso hacer nada¡±
Donald Trump reapareci¨® este domingo en escena tras su turbulenta salida de la Casa Blanca y reivindic¨® el trono del Partido Republicano agitando de nuevo el infundio del fraude electoral. Dos meses despu¨¦s del sangriento asalto al Capitolio, por parte de una turba azuzada por esos bulos, y reci¨¦n absuelto por el Senado por incitar a la insurrecci¨®n, el expresidente volvi¨® a jugar con cerillas. ¡°Tenemos un sistema electoral enfermo y corrupto que debe arreglarse, estas elecciones fueron manipuladas y el Tribunal Supremo y otros tribunales no quisieron hacer nada al respecto¡±, dijo en el que fue su regreso ante el gran p¨²blico, su discurso de clausura de la Conferencia de Acci¨®n Pol¨ªtica Conservadora (CPAC, en sus siglas en ingl¨¦s). El gran c¨®nclave anual del movimiento conservador estadounidense, que se celebr¨® en Orlando (Florida), exhibi¨® el poder del empresario neoyorquino sobre las bases.
El discurso, de casi hora y media, se esperaba como una reivindicaci¨®n del liderazgo del Partido Republicano, muy fracturado por el ataque al Capitolio, pero fue m¨¢s all¨¢. Trump se arrog¨® la identidad del Gran Old Party, la voz de su futuro, y lo hizo sin miedo a utilizar la misma dinamita que le puso ante su segundo impeachment, las acusaciones sin base de unas elecciones robadas. El p¨²blico presente respondi¨® coreando: ¡°Ganaste, ganaste¡±. Y el expresidente, que hab¨ªa callado sobre este asunto desde que se produjo el ataque al Congreso, respondi¨®: ¡°Lo hicimos¡±.
Trump aclar¨® que no formar¨¢ un tercer partido, tras rumores que apuntaban en este sentido, y no precis¨® si pensaba presentarse o no de nuevo en 2024, pero este domingo en Orlando evidenci¨® que seguir¨¢ en la brecha y sin renunciar a su manual m¨¢s incendiario. ¡°El incre¨ªble viaje que iniciamos juntos hace cuatro a?os est¨¢ lejos de terminar, nuestro movimiento de patriotas que trabajan duro acaba de empezar y al final ganaremos¡±, enfatiz¨®.
La CPAC se celebr¨® por primera vez en 1974 como un revulsivo tras el esc¨¢ndalo Watergate. Sirvi¨® para reactivar el ala derecha del partido y lanzar la carrera nacional de un Ronald Reagan encargado del discurso principal. Se convirti¨®, desde entonces, en una especie de chequeo anual para el movimiento conservador y un escaparate para futuros presidentes republicanos. En 2016 exhibi¨® la divisi¨®n que provocaba la figura de Donald Trump y este 2021 ha mostrado que este incombustible empresario de 74 a?os sigue siendo la voz preponderante del partido, decida o no presentarse a las elecciones de 2024.
Sus grandes detractores se ausentaron de la cita y sus aliados coparon las mesas redondas. En el sondeo entre los asistentes a la conferencia, en la que deben decir a qu¨¦ pol¨ªtico de sus filas escoger¨ªan como candidato presidencial, Trump gan¨® con el 55%. Nada m¨¢s tomar la palabra, pregunt¨®: ¡°?Me ech¨¢is ya de menos?¡±. En caliente, el p¨²blico expres¨® que s¨ª, pero la respuesta real resulta compleja. En ese mismo sondeo, solo un 68% de los consultados opin¨® que deber¨ªa volver a presentarse en 2024, una buena muestra del sentimiento ambivalente de los republicanos.
La derrota en las urnas, el asalto al Capitolio y el impeachment dividieron al partido entre quienes repudiaron a Trump y creen que el futuro debe escribirse siguiendo un nuevo modelo y quienes le apoyan y consideran que es ¨¦l quien representa el verdadero sentimiento del votante. Este domingo, el empresario neg¨® la mayor: ¡°El Partido Republicano est¨¢ unido. La ¨²nica divisi¨®n se da entre una panda de politicuchos del establishment de Washington y el resto del pa¨ªs¡±. Es decir, ¨¦l y la gente, frente un pu?ado de popes. ¡°Pronto habr¨¢ un nuevo presidente republicano en la Casa Blanca, me pregunto qui¨¦n ser¨¢...¡±, dijo varias veces esta noche, coqueteando con el p¨²blico.
El discurso parec¨ªa un mitin. Subi¨® al escenario precedido del himno oficial de su campa?a, la canci¨®n country God bless the USA, y atiz¨® de lo lindo a la nueva Administraci¨®n de Joe Biden. ¡°Sab¨ªamos que iba a ser mala, pero nunca pensamos que tanto, que iba a ser de izquierda radical. En solo un mes hemos pasado de Am¨¦rica primero, a menos Am¨¦rica¡±, subray¨®. Acus¨® al presidente dem¨®crata, que ha propuesto la regularizaci¨®n de los aproximadamente 11 millones de inmigrantes sin papeles que viven en Estados Unidos, de impulsar una ¡°amnist¨ªa para los extranjeros ilegales¡± y de abrir las fronteras de par en par.
La inmigraci¨®n cop¨® buena parte de su largo discurso, una se?al de que es la baza que ese movimiento del que habla seguir¨¢ jugando en estos pr¨®ximos a?os. Tambi¨¦n se entretuvo en resaltar la ola de ¡°socialismo¡± que, a su juicio, propugnan los dem¨®cratas. Pero la cuesti¨®n de fondo estos tres d¨ªas de conferencia en Florida no era esa, sino qu¨¦ modelo de republicano es el que ganar¨¢ las elecciones del futuro.
Pese a perder, el magnate neoyorquino logr¨® 74,2 millones de votos en las elecciones del 3 de noviembre, lo que supuso una mejora de 11 millones respecto a 2016, un punto porcentual en t¨¦rminos relativos. Aun as¨ª, si el dominio de Trump sobre el partido y sus bases resulta evidente, la capacidad de reacci¨®n y repudio que genera en los votantes dem¨®cratas, tambi¨¦n. En un lapso de dos a?os y, con Trump en la Casa Blanca, los republicanos han perdido el control de la C¨¢mara de Representantes, del Senado y la presidencia. Esa es la realidad de doble plano que los popes republicanos valoran al mirar hacia 2024, cuando vuelven a celebrarse las presidenciales, y en 2022, cuando tienen lugar las elecciones legislativas.
Tan omnipresente ha sido su figura durante estos tres d¨ªas ¡ªy no solo por la escultura dorada que domin¨® las im¨¢genes del evento¡ª como llamativa la ausencia de sus opositores y exaliados. No pas¨® por all¨ª el exvicepresidente Mike Pence, el senador y excandidato presidencial Mitt Romney, tampoco el l¨ªder republicano del Senado, Mitch McConnell; ni la relevante congresista Liz Cheney, ni la exembajadora ante Naciones Unidas Nikki Haley. No acudi¨® en definitiva, ninguna de las voces m¨¢s relevantes que se han desmarcado del expresidente y, en algunos casos, incluso votaron a favor del impeachment. S¨ª han participado y pronunciado discursos, sin embargo, su hijo Donald Trump Jr.; la pareja de este, Kimberly Guilfoyle, y una larga lista de aliados que aprovecharon la cita para ensalzar su obra de Gobierno y reiterar los bulos de fraude electoral.
Sobre una hipot¨¦tica vuelta de Trump como candidato presidencial en 2024 se ha discutido mucho ya. ?l deja la puerta abierta y, de un modo u otro, lo que tiene decidido es ejercer de voz dominante en el futuro, erigirse al menos en valedor de futuros candidatos y ning¨²n potencial aspirante quiere enemistarse. Pocas muestras m¨¢s elocuentes de su influjo que las ¨²ltimas declaraciones de Mitch McConnell en la cadena conservadora Fox. El veterano senador, una de las figuras m¨¢s poderosas del partido, vot¨® para absolver a Trump en el impeachment, pero lo conden¨® p¨²blicamente por el sangriento asalto al Capitolio: ¡°No hay duda de que el presidente es pr¨¢ctica y moralmente responsable de los acontecimientos¡±, dijo el mismo d¨ªa de la votaci¨®n. Sin embargo, este viernes, cuando le preguntaron si apoyar¨ªa a Trump si ganase la nominaci¨®n republicana, respondi¨®: ¡°Por supuesto¡±.
En estas semanas de retiro en Florida, desde que dej¨® la Casa Blanca, el 20 de enero, por su mansi¨®n de Mar-a-Lago han pasado la presidenta del Partido Republicano, Ronna McDaniel, una ristra de ayudantes y el senador de Carolina del Sur Lindsey Graham, unos de los grandes aliados del presidente en el Capitolio. Desde su nueva oficina pospresidencial, ha organizado toda una estructura y pretende lanzar un nuevo Comit¨¦ de Acci¨®n Pol¨ªtica, un veh¨ªculo que sirve para recaudar fondos, sumado al que ya utiliza, Salvar Am¨¦rica. ¡°Le gusta c¨®mo ahora mismo la gente busca su respaldo. Mientras estuve all¨ª, le llamaron hasta 10 personas pidi¨¦ndolo¡±, dijo Graham a The Washington Post. El senador, seg¨²n cont¨®, ha explicado al presidente que su comportamiento personal y su gesti¨®n de la pandemia le perjudic¨®, pero que podr¨ªa recuperarse de eso dando la batalla en disputas pol¨ªticas concretas, como la inmigraci¨®n. Este domingo fue un aperitivo.
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