Israel cierra por elecciones (pero no para todos)
La oposici¨®n acusa a Netanyahu de mantener cerrado durante seis semanas el aeropuerto de Tel Aviv a causa de la pandemia, salvo para votantes afines ultraortodoxos
Israel lleva seis semanas con sus cielos cerrados a los aviones de pasajeros. A finales de enero, el Gobierno clausur¨® el aeropuerto internacional Ben Gurion, en el ¨¢rea de Tel Aviv, con el fin de impedir la propagaci¨®n de nuevas variantes de la covid-19 a trav¨¦s de la principal puerta de acceso al pa¨ªs. Desde entonces, solo unos 200 viajeros han podido retornar cada d¨ªa al Estado jud¨ªo, de acuerdo con estrictas razones sanitarias, familiares o humanitarias. Decenas de miles de israel¨ªes se quedaron varados en el exterior, sin poder volver a sus casas ante el imprevisto cerrojazo en la terminal a¨¦rea, cuya vigencia se ha ido prorrogando semana tras semana hasta este domingo.
¡°Vamos por delante de todo el mundo¡±, se jact¨® el primer ministro, Benjam¨ªn Netanyahu, el 25 de enero cuando se adopt¨® la controvertida decisi¨®n, ¡°y ninguna otra naci¨®n se hab¨ªa sellado antes herm¨¦ticamente¡±. Los extranjeros no residentes ya ten¨ªan prohibida la entrada a Israel desde marzo del a?o pasado, ya sea por turismo o negocios. El veto se ha ampliado ahora a los propios ciudadanos ¡ªen una medida con escasos precedentes internacionales¡ª, que est¨¢n precisamente llamados a las urnas el pr¨®ximo d¨ªa 23 en las cuartas legislativas convocadas en menos de dos a?os.
Las informaciones de la prensa hebrea ¡ªy en particular de un programa de investigaci¨®n recientemente emitido por el canal 12 (privado) de televisi¨®n¡ª han desvelado que centenares de pasajeros ¡ªen su gran mayor¨ªa jud¨ªos ultraortodoxos¡ª aterrizaban a diario en Ben Gurion mientras cerca de 25.000 israel¨ªes ¡ªcasi todos laicos¡ª ve¨ªan denegada la autorizaci¨®n de viaje por decisi¨®n de un comit¨¦ gubernamental.
Los ultrarreligiosos, cuyos partidos se integran en el Gobierno de coalici¨®n que encabeza Netanyahu, declararon ante las c¨¢maras del canal 12 que intermediarios con contactos pol¨ªticos les hab¨ªan conseguido los permisos para retornar a Israel. Alegaron razones tales como la reanudaci¨®n de estudios en una yeshiva (escuela rab¨ªnica). El programa televisivo de investigaci¨®n apuntaba tambi¨¦n a que la veracidad de algunos documentos m¨¦dicos y administrativos presentados por jared¨ªes estaba bajo sospecha.
En Israel no existe el voto por correo (ni por delegaci¨®n ni anticipado), por lo que en cada proceso electoral miles de residentes en el extranjero ¡ªestimados en una d¨¦cima parte de los 9,3 millones de habitantes del pa¨ªs¡ª se ven obligados a tomar un vuelo con destino a Tel Aviv para poder ejercer el derecho al sufragio en persona. En medio de las restricciones de viajes generalizadas durante la pandemia a escala global es previsible que se registre una fuerte ca¨ªda de la participaci¨®n de los votantes en el exterior en los decisivos comicios del d¨ªa 23.
Netanyahu se juega la reelecci¨®n y los sondeos de intenci¨®n de voto coinciden en no otorgarle mayor¨ªa en la Kneset (Parlamento) junto con sus aliados ultraortodoxos y de la extrema derecha nacionalista. En el ultraproporcional sistema electoral israel¨ª unos pocos miles de papeletas pueden decidir si una lista entra o no en la C¨¢mara, y condicionar el equilibrio de alianzas en cada bloque. Dentro de un mes, el veterano gobernante tendr¨¢ que enfrentarse adem¨¢s al inicio efectivo de su juicio por corrupci¨®n.
Tras la difusi¨®n de las investigaciones period¨ªsticas sobre el aparente trato privilegiado a los jared¨ªes en un aeropuerto te¨®ricamente cerrado a cal y canto, los partidos de la oposici¨®n de centroizquierda denunciaron una presunta maniobra electoralista del primer ministro para recabar sufragios para el centroderecha.
El l¨ªder de la oposici¨®n en la Kneset, el centrista Yair Lapid, fue el primero en arremeter contra Netanyahu, al que acus¨® de ¡°utilizar una comisi¨®n administrativa para favorecer la entrada en Israel de votantes del Likud¡±, el partido del jefe del Gobierno, y de formaciones pol¨ªticas aliadas, seg¨²n informa el diario Haaretz. Lapid reclam¨® la inmediata reapertura del aeropuerto de Tel Aviv para todos aquellos que presenten resultado negativo en las pruebas de detecci¨®n del coronavirus y se sometan a cuarentena.
El denominado Comit¨¦ de Excepciones, que da luz verde para volar a Ben Gurion, depende directamente de la ministra de Transporte, Miri Regev, brazo derecho de Netanyahu en el aparato del primer partido de la derecha israel¨ª. Est¨¢ dirigido por Shilo Adler, quien coordin¨® la campa?a electoral del Likud en las legislativas de 2019.
Organizaciones de defensa de los derechos civiles, como el Instituto para la Democracia en Israel, han impugnado por inconstitucional la clausura general del aeropuerto internacional de Tel Aviv, que ha forzado a miles de israel¨ªes a ¡°convertirse en refugiados en otros Estados¡±. En la primera sesi¨®n sobre la petici¨®n de impugnaci¨®n, el Tribunal Supremo pidi¨® el jueves al Ministerio de Sanidad que informara sobre las modalidades de prohibici¨®n de acceso a ciudadanos con nacionalidad existentes en otros pa¨ªses durante la pandemia. El alto tribunal tiene previsto zanjar la cuesti¨®n la pr¨®xima semana.
R¨¢pido de reflejos a la vista del creciente esc¨¢ndalo medi¨¢tico, Netanyahu ha llevado esta misma semana al Gabinete gubernamental que gestiona la pol¨ªtica sobre la crisis sanitaria y econ¨®mica la propuesta de levantar parcialmente el cierre aeroportuario a partir de este domingo. La aplicaci¨®n de la medida ha sido avalada en principio por el Ejecutivo, en coincidencia con el inicio de la fase final de la desescalada del tercer confinamiento general. Todo el sistema de educaci¨®n obligatoria volver¨¢ a ser presencial y los bares y restaurantes reabrir¨¢n sus puertas, tras cerca de seis meses de clausura, cuando quedan poco m¨¢s de dos semanas para las elecciones legislativas.
Cupo de pasajeros
El Gobierno israel¨ª ha establecido ahora un cupo diario de 3.000 pasajeros, ciudadanos o residentes permanentes, con permiso de entrada al pa¨ªs, aunque en un primer momento se limitar¨¢ a 1.000 el n¨²mero de viajeros autorizados. La comisi¨®n electoral a¨²n tiene que establecer centros de votaci¨®n especiales para los electores en situaci¨®n de cuarentena. A la mayor¨ªa de los pasajeros, que deben someterse a pruebas de detecci¨®n de la covid-19 a su llegada a Israel, se les impone un r¨¦gimen de aislamiento de hasta 14 d¨ªas en sus domicilios o en hoteles supervisados por las autoridades sanitarias.
Desde esta semana, los viajeros que aterrizan en Ben Gurion cuentan tambi¨¦n con la opci¨®n de que se les coloque una pulsera electr¨®nica, como las que portan los presos en semilibertad, para controlar sus movimientos durante las dos semanas en cuarentena. La medida ha comenzado como prueba piloto para un centenar de personas. Los responsables de Sanidad, sin embargo, reconocen que carecen de un n¨²mero suficiente de dispositivos de seguimiento y que las plazas en los hoteles de aislamiento (donde previsiblemente ser¨¢ posible votar) son tambi¨¦n limitadas, por lo que una mayor¨ªa de los ciudadanos que regresen a partir de este domingo no tendr¨¢ m¨¢s opci¨®n que recluirse en su domicilio sin tener garantizado a¨²n el derecho al sufragio.
Los denominados ¡°vuelos de rescate¡±, enlaces a¨¦reos de emergencia que han estado operativos durante las pasadas seis semanas con ciudades europeas, como Fr¨¢ncfort, y estadounidenses, como Nueva York, han sido supuestamente acaparados por los viajeros de la comunidad ultraortodoxa, que representa un 12% de la poblaci¨®n israel¨ª. La ¨²nica v¨ªa de repatriaci¨®n para otros ciudadanos atrapados en el exterior ha quedado excluida. Muchos de ellos hab¨ªan solicitado permiso para regresar a Israel a fin de poder cuidar de familiares enfermos o para visitar por ¨²ltima vez a otros en estado terminal.
En medio del complejo equilibrio entre el derecho a la protecci¨®n de la salud ante la pandemia, con restrictivas medidas de salvaguarda, y el derecho de los ciudadanos a la libertad de movimientos, y sobre todo a regresar a su propia casa, la pol¨¦mica ha estallado una vez m¨¢s en v¨ªsperas electorales cruciales para Israel.
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