Soledad Acosta de Samper, una corresponsal adelantada a su tiempo
La prol¨ªfica novelista, periodista e historiadora colombiana permaneci¨® olvidada durante la mayor parte del siglo XX. Su obra, que reflexiona sobre el rol de la mujer en la sociedad, marc¨® el camino para otras escritoras
Cuando se impon¨ªa el silencio de las voces femeninas, la colombiana Soledad Acosta de Samper (1833-1913) se atrevi¨® a tomar la palabra. Su pluma irrumpi¨® con fuerza. Con una larga lista de seud¨®nimos que incluyeron Bertilda, Andina o Aldebar¨¢n, escribi¨® decenas de novelas, cuentos, cr¨®nicas, estudios sociales, tratados de historia y obras de teatro. Fue reconocida por sus contempor¨¢neos pero, despu¨¦s de su muerte en Bogot¨¢, su nombre desapareci¨® por d¨¦cadas.
Fue periodista desde el primero hasta el ¨²ltimo rengl¨®n que escribi¨® a lo largo de casi 60 a?os, subraya Isabel Corpas de Posada, una de sus bi¨®grafas. Lo fue cuando en 1859 envi¨® desde Par¨ªs al peri¨®dico Biblioteca de Se?oritas su primer escrito con noticias de actualidad, y en los a?os siguientes cuando otros diarios de Bogot¨¢ y Lima publicaron sus ¡®correspondencias¡¯, las cr¨®nicas de corresponsal de la ¨¦poca. Tambi¨¦n cuando sal¨ªan sus novelas por entregas en peri¨®dicos bogotanos, y en sus escritos, aparecidos en revistas colombianas y europeas, en los ¨²ltimos a?os del siglo XIX y primeros del XX. Para la bi¨®grafa, Soledad Acosta de Samper fue una transgresora de los l¨ªmites tradicionales entre lo femenino y lo masculino, que reclu¨ªan a la mujer en el espacio dom¨¦stico y le imped¨ªan tener una voz p¨²blica.
¡°Era una mujer culta y cosmopolita, de clase privilegiada, que hab¨ªa viajado por el mundo y conoc¨ªa varios idiomas¡±, cuenta la escritora Pilar Quintana en su pr¨®logo para una pr¨®xima reedici¨®n de El coraz¨®n de una mujer. ¡°Hab¨ªa fundado cinco revistas, reflexionado sobre el papel de la mujer en la sociedad, abogado por su educaci¨®n y labor intelectual y abierto el camino para las escritoras colombianas, en una ¨¦poca en la que se cre¨ªa que las mujeres se deb¨ªan exclusivamente a la familia y los trabajos dom¨¦sticos. Estas ideas liberales, precursoras del feminismo, conviv¨ªan en ella con otras m¨¢s conservadoras y de tradici¨®n religiosa, pues era una cat¨®lica devota¡±, detalla la autora de La Perra. Sus historias, apunta Quintana, transcurren en una Colombia convulsa por las guerras, en fincas, aldeas, ciudades intermedias y en una Bogot¨¢ todav¨ªa salpicada por elementos m¨¢s propios del campo y la naturaleza.
Viajera recurrente, Soledad Acosta de Samper naci¨® en la capital colombiana, pero desde los 12 a?os vivi¨® en Canad¨¢, Inglaterra, Per¨² y en Par¨ªs, donde estuvo en tres ¨¦pocas distintas. A su regreso a Colombia, se cas¨® con el pol¨ªtico y escritor Jos¨¦ Mar¨ªa Samper, con el que tuvo cuatro hijas. ¡°Pese al malintencionado y falso chiste de ?Soledad a costa de Samper?, para se?alar que su carrera y notoriedad se deb¨ªan a su marido, el suyo fue un matrimonio que desafiaba las convenciones imperantes. A su manera, ella constituye en su obra y en su vida un precedente de ciertas premisas igualitarias que, con el tiempo, conquistar¨ªan los movimientos feministas¡±, reza la biograf¨ªa que acompa?a Recuerdos de Santaf¨¦, editada por Antonio Garc¨ªa ?ngel, en la colecci¨®n de circulaci¨®n gratuita Libro al viento, de la Alcald¨ªa de Bogot¨¢.
Una holandesa en Am¨¦rica es quiz¨¢ su novela m¨¢s importante, la que marca su madurez y una de las m¨¢s importantes de la literatura hispanoamericana del siglo XIX, explica Carolina Alzate, profesora de literatura de la Universidad de Los Andes. Sus protagonistas, la holandesa Luc¨ªa y su amiga, la colombiana Mercedes (alter ego de la autora), ¡°son mujeres fuertes que ya no mueren de amor y que dibujan sus propios destinos¡±, apunta Alzate en su pr¨®logo. La obra, adem¨¢s, ¡°entra en debate con la manera en que el romanticismo se imaginaba a las mujeres y el lugar que les asignaba solamente como amadas¡±, le dice la profesora a EL PA?S. En su decena de novelas anteriores, Soledad Acosta de Samper ¡°logra explorar lo que significa ser una mujer que quiere escribir y contribuir a la construcci¨®n de la naci¨®n, que era el proyecto de toda su generaci¨®n, pero era eminentemente masculino¡±.
En su madurez, Soledad Acosta de Samper obtuvo diversas distinciones como la membres¨ªa honoraria de la Academia Colombiana de Historia. Sigui¨® escribiendo y publicando hasta su muerte el 17 de marzo de 1913, a punto de cumplir 80 a?os. Despu¨¦s permaneci¨® olvidada durante la mayor parte del siglo XX. Aunque tuvo muchos lectores en su ¨¦poca, ¡°fue silenciada, invisibilizada, ignorada, por el hecho de ser mujer¡±, cuenta la bi¨®grafa Corpas de Posada. Los lectores especializados no la incluyeron en las antolog¨ªas. ¡°Esa generaci¨®n de mujeres no supo leerse, no supo entenderse, y cuando murieron fue casi como si no hubieran existido hasta que desde los a?os ochenta las feministas supieron c¨®mo leerlas, y gracias a ellas llegamos a estas autoras¡±, a?ade la profesora Alzate. Ese redescubrimiento tom¨® impulso cuando el Ministerio de Cultura declar¨® 2013 como ¡°A?o Soledad Acosta de Samper¡±, por el centenario de su muerte. Tambi¨¦n se puso en marcha una biblioteca digital que por ahora cuenta 620 t¨ªtulos. Pero todav¨ªa est¨¢ lejos de ser tan reconocida como los autores hombres de su ¨¦poca que tuvieron una trayectoria equiparable a la suya.
Este perfil forma parte de ¡®Olvidadas por la historia¡¯, una serie que recupera la figura de mujeres pioneras y adelantadas a su ¨¦poca que fueron ignoradas o minusvaloradas.
Cr¨¦ditos
- Redacci¨®n: Lorena Arroyo, Antonia Laborde, Camila Osorio, Santiago Torrado, Stephanie Vendruscolo y Antonia Laborde, Camila Osorio, Santiago Torrado, Beatriz Guill¨¦n
- Ilustraci¨®n: Fernanda Castro
- Edici¨®n de Texto: Eliezer Budasoff, Lorena Arroyo
- Edici¨®n visual: H¨¦ctor Guerrero
- Dise?o - Desarrollo web: Alfredo Garc¨ªa