En Estados Unidos se suele decir que Rosa Parks se sent¨® para que Martin Luther King pudiera marchar, y que King march¨® para que Barack Obama pudiera correr (run for office es la expresi¨®n que se usa en ingl¨¦s para postularse a la presidencia). Nueve meses antes de que Parks se negara a levantarse de su asiento en un autob¨²s de Montgomery (Alabama) para plantarle cara a las leyes de segregaci¨®n racial imperantes en el sur del pa¨ªs en los a?os cincuenta, otra mujer hizo lo mismo. Fue Claudette Colvin, una joven afroamericana que entonces ten¨ªa solo 15 a?os, pero que, para los l¨ªderes del movimiento, ten¨ªa la piel demasiado oscura y un car¨¢cter demasiado ¡°emocional¡± como para empatizar con la sociedad de la ¨¦poca. Su gesto fue vital en esa lucha, pero qued¨® oculto en el relato oficial.

Como en los derechos civiles estadounidenses, la lucha feminista, que busca la igualdad entre hombres y mujeres, est¨¢ hecha de peque?as y grandes acciones de mujeres valientes que durante siglos se han enfrentado al rol secundario que la sociedad les hab¨ªa asignado. La independencia de Brasil, por ejemplo, se le suele atribuir a Pedro I, pero las decisiones vitales para ese hito hist¨®rico las tom¨® su esposa, la emperatriz Leopoldina. Los libros de texto que estudian los brasile?os en la escuela, sin embargo, le adjudican la gesta a ¨¦l, mientras que ella aparece como una mujer enga?ada y amargada.

EL PA?S rescata las figuras de seis mujeres americanas que fueron olvidadas durante a?os, condenadas al ostracismo o minusvaloradas por su g¨¦nero: desde las sufragistas que lucharon por el voto femenino, como Paulina Luisi, que consigui¨® que se aprobara la ley para la participaci¨®n pol¨ªtica de las mujeres en Uruguay en 1932; a Prudencia Ayala, una ¡°humilde india salvadore?a¡±, como ella misma se defini¨®, que desafi¨® todo lo establecido y se present¨® a la presidencia de su pa¨ªs en 1930 cuando las mujeres ni siquiera pod¨ªan votar. Tambi¨¦n hay mujeres pioneras en el mundo de la cultura, como la pintora mexicana Mar¨ªa Izquierdo, la primera en exponer en Estados Unidos, pero que fue despreciada y apartada por los muralistas hombres; o la prol¨ªfica escritora colombiana Soledad Acosta de Samper. Su principal novela, publicada a finales del siglo XIX, tiene como protagonistas a dos mujeres fuertes que no mueren de amor sino que dibujan sus propios destinos.

Estas historias representan a las de miles de mujeres que fueron pioneras en una sociedad que no las consideraba, pero que creyeron en s¨ª mismas y lucharon por todas las que venimos detr¨¢s.

Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n