Paulina Luisi falleci¨® el 16 de julio de 1950, el mismo d¨ªa del Maracanazo, ese m¨ªtico domingo en el que Uruguay logr¨® ganar el Mundial de f¨²tbol en R¨ªo de Janeiro con un 2-1 contra Brasil. Ante la histeria futbolera, la muerte de una de las feministas m¨¢s importantes del pa¨ªs pas¨® desapercibida. No se decret¨® ni un d¨ªa de duelo oficial para conmemorar a la primera mujer que obtuvo un t¨ªtulo universitario, la primera m¨¦dica cirujana del pa¨ªs, la feminista socialista que organiz¨® al movimiento clave para que se aprobara en 1932 el derecho al voto de las mujeres ¨Cuno de los primeros pa¨ªses latinoamericanos en hacerlo¨C, la que impuls¨® el derecho a una educaci¨®n sexual. Los dos goles gloriosos en el Maracan¨¢ en las portadas de los medios opacaron su peque?¨ªsimo obituario.

¡°?Qu¨¦ es, qu¨¦ busca, qu¨¦ pretende el feminismo?¡±, escribi¨® en 1917 la l¨ªder sufragista. ¡°Quiere el feminismo demostrar que la mujer es algo m¨¢s que materia creada para servir al hombre y obedecerle como el esclavo a su amo¡±.

Paulina Luisi naci¨® en 1875 en un hogar progresista, en el que su educaci¨®n y la de sus hermanas deb¨ªa ser un derecho tan leg¨ªtimo como la que se le ofrec¨ªa a los hombres. Su padre, ?ngel Luisi, milit¨® en las campa?as por la unificaci¨®n de Italia, fue testigo del proyecto socialista en la Comuna de Paris del 1870, y en 1872 migr¨® a Argentina con su esposa, Josefina Janicki, exiliada polaca y profesora en la ciudad francesa de Dijon. La mayor de siete hermanos, Luisi naci¨® en la poblaci¨®n argentina de Col¨®n pero la familia se mud¨® en 1878 a Uruguay, donde ella estudi¨® en un internado del magisterio de Montevideo.

En 1908 se convirti¨® en la primera mujer de Uruguay en graduarse con un t¨ªtulo universitario, en la carrera de Medicina (una de sus hermanas menores, Clotilde, fue la primera abogada del pa¨ªs; otra, Luisa, una poetisa reconocida). En los gobiernos de principios de siglo, que buscaban modernizar a la creciente poblaci¨®n urbana de Uruguay, el presidente reformista Jos¨¦ Batlle y Ord¨®?ez la envi¨® a estudiar ¡°medidas de higiene social¡± en Francia, donde ella hizo contacto con el movimiento feminista europeo. ¡±Regres¨® de Europa con un empuje formidable, dispuesta a multiplicarse en distintas campa?as a favor de la mujer, a impulsar la educaci¨®n sexual junto con otras m¨¦dicas, a combatir la ?lacra social? del prost¨ªbulo¡±, escribe la historiadora Gabriela Sapriza, recordando que otra de las preocupaciones de Luisi era acabar con la prostituci¨®n.

Luisi, que como m¨¦dica abogaba por incluir la educaci¨®n sexual en las escuelas, ¡°argumentaba en contra del doble criterio moral para hombres y mujeres, y desment¨ªa el supuesto de que la procreaci¨®n era predominantemente una responsabilidad femenina¡±, explica la historiadora Asunci¨®n Lavrin. Su enfoque como m¨¦dica de muchas mujeres termin¨® estrechamente vinculado a su rol como l¨ªder pol¨ªtica. ¡°La sola labor de gestaci¨®n es un trabajo¡±, escribi¨® Luisi en 1919, cuando exig¨ªa que el Estado reconociera a las ciudadanas.

El mayor logro pol¨ªtico de Paulina Luisi fue quiz¨¢s lograr construir en 1916 el Consejo Nacional de Mujeres ¨Ccuya sede era su casa y tambi¨¦n consultorio¨C, un grupo no partidista que fue fundamental para lograr derecho al voto para las mujeres, y que inicialmente recibi¨® el apoyo de liberales, socialistas y batllistas (seguidores del Gobierno progresista de Jos¨¦ Batlle y Ordo?ez). La Asamblea Nacional Constituyente de 1916 hab¨ªa estado dominada por conservadores y la decisi¨®n del sufragio femenino se puso de lado. ¡°Qu¨¦ salvaje iron¨ªa o qu¨¦ obtusa inconsciencia inspiraban las palabras de aquellos constituyentes que no tuvieron reparo en negar a la mujer el derecho a la vida ciudadana¡±, escribi¨® Luisi en 1917 en Acci¨®n Femenina. Dos a?os despu¨¦s, en 1919, fund¨® otra organizaci¨®n clave: la Alianza de Mujeres.

En 1932 se aprob¨® la Ley de sufragio femenino gracias a la presi¨®n de Luisi y las organizaciones de mujeres. Pero el a?o siguiente, Gabriel Terra llevar¨ªa a cabo un golpe de Estado, impidiendo la primera votaci¨®n. Cuando regres¨® la democracia en 1938, preocupada por que las mujeres estaban siendo cooptadas por el movimiento conservador, recomend¨® que no votaran. ¡°Una mujer proyectada en la esfera p¨²blica que renunci¨® a toda delegaci¨®n pol¨ªtica partidaria, resulta, por lo menos, paradojal¡±, escribe la historiadora Sapriza. A¨²n as¨ª, fue gracias a Luisi que Uruguay se convirti¨® en unos de los primeros pa¨ªses en Am¨¦rica Latina que concedi¨® el voto a las mujeres.

Paulina Luisi muri¨® a los 75 a?os, no se cas¨® ni tuvo hijos, y su devoci¨®n se la dedic¨® a la lucha feminista. La obligaci¨®n conservadora al matrimonio en la ¨¦poca, escribi¨® en un momento, constri?e a la mujer a ¡°un perfecto renunciamiento de los anhelos y sus ideas ante la personalidad de otro ser a quien debe obediencia y respeto¡±. Y Paulina Luisi no estaba dispuesta a renunciar.

Este perfil forma parte de ¡®Olvidadas por la historia¡¯, una serie que recupera la figura de mujeres pioneras y adelantadas a su ¨¦poca que fueron ignoradas o minusvaloradas.