El ag¨®nico cierre de los negocios en el centro de Buenos Aires: ¡°Esto est¨¢ muerto¡±
La ausencia de turistas y oficinistas han convertido la zona en un espacio fantasmag¨®rico
La pandemia ha abierto un vac¨ªo en el coraz¨®n de Buenos Aires. El Microcentro, el barrio de las oficinas y el turismo, agoniza d¨ªa a d¨ªa. Las famosas Galer¨ªas Pac¨ªfico se han convertido en un espacio casi fantasmag¨®rico. En la calle Florida no hay m¨¢s que ausencias. Los soportales de la avenida Alem y la calle Reconquista son una exposici¨®n de comercios cerrados y un refugio para miles de personas sin domicilio. ¡°Esto est¨¢ muerto¡±, dice Ra¨²l, cocinero del restaurante Budapest.
En la calle Florida hay 39 locales con las persianas bajadas y un letrero de ¡°Se alquila¡±. Apenas circula nadie por un espacio peatonal que hace un a?o era un continuo traj¨ªn de turistas, cambistas y oficinistas apurados. Los turistas desaparecieron con el cierre de fronteras, los cambistas pregonan d¨®lares mientras miran aburridos el m¨®vil y los oficinistas se fueron a su casa para teletrabajar o perdieron el empleo. El espacio entre la plaza de San Mart¨ªn y la plaza de Mayo, que durante la jornada laboral sol¨ªa ser la zona con mayor densidad de Buenos Aires, est¨¢ vac¨ªo de d¨ªa y poblado de sombras por la noche.
¡°Antes viv¨ªamos en una casa ah¨ª en la villa [en referencia a la Villa 31, el m¨¢s c¨¦ntrico de los poblados de chabolas], ahora vivimos aqu¨ª¡±, explica Rom¨¢n, un veintea?ero tumbado en un colch¨®n sobre la acera de Reconquista. A su lado duerme una joven. ¡°No hacemos da?o a nadie¡±, dice el hombre antes de cerrar los ojos y dar por terminada la conversaci¨®n. Es mediod¨ªa. La hora punta antes de la pandemia, la hora en que los locales de restauraci¨®n atend¨ªan a una multitud de clientes hambrientos.
¡°Calculo que la clientela habr¨¢ ca¨ªdo un 80 por ciento¡±, se?ala Angie, al frente de un local de la franquicia de panader¨ªas Bakery. Angie recuerda que el caf¨¦ Mart¨ªnez, dos puertas m¨¢s all¨¢ en Alem, cerr¨® en diciembre y que poco despu¨¦s bajaron la persiana en el comercio de diet¨¦tica. ¡°Por un lado, no hay gente; por otro, hay m¨¢s delincuencia¡±, a?ade. ¡°Es una situaci¨®n muy dif¨ªcil¡±.
Las Nazarenas, un tradicional asador frente al hotel Sheraton que en 1997 fue declarado de inter¨¦s tur¨ªstico nacional, tiene las puertas y ventanas tapiadas desde enero. El Federal, un popular restaurante en San Mart¨ªn, ha anunciado que cerrar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas. El Budapest sobrevive de momento, ¡°no sabemos hasta cu¨¢ndo¡±, gracias a la preparaci¨®n de comidas que se sirven a domicilio. ¡°Yo dir¨ªa que si antes ten¨ªamos cien clientes, ahora tenemos dos¡±, comenta Ra¨²l, el cocinero. ¡°Yo creo que no hay tanta delincuencia como dicen, lo que ocurre es que de noche esto da miedo porque hay mucha gente viviendo en la calle¡±, opina.
Las famosas Galer¨ªas Pac¨ªfico, decoradas con frescos de destacados pintores argentinos (desde Berni hasta Spilimbergo) y trufadas de marcas de lujo, no dan miedo, pero casi. Hay vendedores ociosos, guardias de seguridad ociosos y tres o cuatro paseantes igualmente ociosos, poca gente para tanto espacio. ¡°Viv¨ªamos sobre todo del turismo y ya no hay turismo¡±, comenta Christian, encargado del comercio Scandinavian, una cadena de productos para la vida al aire libre. ¡°Aqu¨ª al lado ten¨ªamos el local de North Face, que ya no est¨¢; ah¨ª enfrente, en ese local tapiado, hab¨ªa una jugueter¨ªa. La gente va cerrando. El barrio est¨¢ vac¨ªo salvo por las manifestaciones, ?qui¨¦n va a querer venir aqu¨ª a hacer sus compras?¡±.
La desolaci¨®n del Microcentro plantea un interrogante para ese futuro indeterminado en que ya no exista pandemia. La C¨¢mara de Empresas de Servicios Inmobiliarios considera que las oficinas (una de cada cinco en alquiler, las otras semivac¨ªas por el teletrabajo) nunca volver¨¢n a ser el motor del barrio y propone su reconversi¨®n en viviendas. Hay edificios dif¨ªcilmente recuperables, por falta de ventanas, pero otros podr¨ªan ser transformados sin gran dificultad. La cuesti¨®n, sin embargo, requiere pol¨ªticas p¨²blicas, porque la zona, de forma poco perceptible, hab¨ªa entrado ya en decadencia antes de la pandemia.
¡°El centro tiene problemas de congesti¨®n, de transporte p¨²blico, de inseguridad, de manifestaciones constantes¡±, declar¨® al digital Infobae Hern¨¢n Castro, de la inmobiliaria Cushman&Wakefield. Ya antes del coronavirus y la consiguiente crisis econ¨®mica, muchas empresas hab¨ªan empezado a trasladarse hacia el norte de Buenos Aires. Ahora, sin otra congesti¨®n que las manifestaciones de protesta y casi sin vida comercial, el Microcentro agoniza.
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