El lento escrutinio por la pandemia prolonga el bloqueo pol¨ªtico en Israel
La coalici¨®n conservadora de Netanyahu se queda a las puertas de la mayor¨ªa con cerca del 90% de los sufragios contabilizados
Las cuartas elecciones legislativas celebradas en menos de dos a?os no han servido a¨²n para romper el bloqueo pol¨ªtico en Israel. Tras el cierre de las urnas en la noche del martes, el recuento se ha prolongado con parsimonia este mi¨¦rcoles por las medidas especiales a causa de la pandemia. Con el 88,5% de los votos escrutados, el ala de partidos de la derecha que apoya al primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu se queda a las puertas de la mayor¨ªa, mientras el bloque de la oposici¨®n le supera en n¨²mero de esca?os, aunque sin visos de poder conformar una coalici¨®n viable.
El escrutinio oficial se espera largo y complejo. Tras el final del recuento de las papeletas ordinarias, previsto para este mi¨¦rcoles, la Comisi¨®n Electoral Central tendr¨¢ que revisar unos 450.000 votos especiales (un 10% del total) pendientes de examinar. Se trata de los llamados ¡°dobles sobres¡±: el sufragio de militares, diplom¨¢ticos, marinos o presos y quienes en general votan fuera de su lagar de residencia habitual, a los que en estos comicios se a?ade el de enfermos o sometidos a cuarentena por la covid-19. La presidenta de la comisi¨®n, Orly Ades, ha advertido de que los resultados definitivos se har¨¢n p¨²blicos antes del inicio del sabbat, a primera hora de la tarde del viernes, que precede este a?o a la celebraci¨®n de la semana de Pascua jud¨ªa.
¡°Es de prever que el recuento de los votos de los sobres dobles agregue alg¨²n diputado al bloque pro-Netanyahu, pero es dif¨ªcil que incluso as¨ª pueda formar Gobierno¡±, pronostica el analista electoral Daniel Kupervaser. En realidad, los resultados todav¨ªa incompletos de los comicios reproducen los de las legislativas del a?o pasado, con un pr¨¢ctico empate reflejo de la polarizaci¨®n que vive el pa¨ªs. Pero esta vez Netanyahu precisa sumar del respaldo de los dos partidos ultraortodoxos, de los supremacistas jud¨ªos del Partido Sionista Religioso y de la derecha radical de Bennett.
¡°La entrada en el Parlamento de una fuerza racista anti¨¢rabe no es el mayor peligro para Israel, sino el compromiso que ha adquirido el primer ministro con estos extremistas sobre el r¨¦gimen de apartheid para los palestinos y demolici¨®n de las instituciones del Estado de derecho con tal de salvarse de su juicio por corrupci¨®n¡±, destaca el activista pacifista y contra la ocupaci¨®n Yehuda Shaul.
Todos estos aliados de Netanyahu en un futuro Gobierno ¡ªya se?alado por la prensa hebrea como el m¨¢s derechista en la historia del Estado jud¨ªo¡ª se cobrar¨¢n un alto precio en carteras con influencia pol¨ªtica y econ¨®mica. Pero la paradoja de estas elecciones radica en, por primera vez, el l¨ªder del Likud estar¨ªa tambi¨¦n en manos de una formaci¨®n ¨¢rabe islamista para garantizarse la mayor¨ªa de 61 diputados en una Kneset (Parlamento) de 120 esca?os.
¡°Nadie nos tiene a¨²n en el bolsillo¡±, ha advertido en la radio el l¨ªder de Rama (acr¨®nimo de Lista ?rabe Unida), Mansur Abbas, para indicar que puede acabar pactando con el bloque conservador o con la oposici¨®n. Su estrategia consiste en conseguir inversiones en servicios p¨²blicos y seguridad ciudadana para las depauperadas comunidades ¨¢rabes, que representan a un 20% de la poblaci¨®n israel¨ª, independientemente del color del Gobierno.
El analista Kupervaser sostiene que ¡°Netanyahu no deber¨ªa tener grandes problemas internos para gobernar con todos estos partidos, si se llega a un acuerdo de coalici¨®n¡±. ¡°La imagen externa de Israel entre la di¨¢spora en Estados Unidos y en Europa, sin embargo, se deteriorar¨¢ por la presencia de los supremacistas jud¨ªos¡±, puntualiza. ¡°Para no tener que pagar ese precio, deber¨¢ buscar desertores entre parlamentarios del bloque de la oposici¨®n¡±.
A falta de resultados definitivos, el partido de Netanyahu ha sufrido un rev¨¦s en las urnas, al pasar de 36 esca?os en marzo de 2020 a solo 30 un a?o m¨¢s tarde. ¡°A pesar del enorme ¨¦xito de las vacunaciones, el Likud ha retrocedido, advierte el columnista de Haaretz Anshel Pfeffer. ¡°Los israel¨ªes no han olvidado la err¨¢tica gesti¨®n de Netanyahu durante la pandemia antes de la campa?a de inmunizaciones¡±, a?ade.
El partido gubernamental tambi¨¦n ha sufrido la defecci¨®n de uno de sus dirigentes, el exministro Gideon Saar, quien se atrevi¨® a desafiar a Netanyahu en unas primarias internas y cuyo partido, Nueva Esperanza, ha obtenido precisamente seis esca?os. Saar puede convertirse en la alternativa a la extrema derecha como socio del Likud si logra reconciliarse con su antiguo mentor y regresa a la disciplina de la derecha hegem¨®nica.
El centrista Yair Lapid, ha recibido para su partido Yesh Atid 17 esca?os, un magro resultado para ratificarle como l¨ªder de la oposici¨®n al frente de una nebulosa de hasta siete fuerzas distintas con un peso de entre cinco y ocho esca?os. Si salen finalmente las cuentas y logra poner de acuerdo a partidos antag¨®nicos, el expresentador de televisi¨®n Lapid podr¨¢ protagonizar un cambio de ciclo pol¨ªtico en Israel antes de que el bloqueo acabe forzando las quintas elecciones consecutivas. La ca¨ªda de la participaci¨®n en las legislativas del martes, con la tasa m¨¢s baja (67,2%) desde 2009, refleja que los ciudadanos empiezan a desentenderse de las urnas.
Lapid tendr¨ªa que reeditar la maniobra que supuso en 2020 la elecci¨®n de un presidente de la Kneset de la oposici¨®n para poder marcar el paso a Netanyahu. Es el m¨ªnimo com¨²n denominador que aglutina al frente parlamentario opositor, tambi¨¦n denominado ¡°cualquiera menos Bibi¡±, en referencia al apodo familiar del primer ministro.
Desde Palestina, el primer ministro, Mohamed Shtayeh, se mostr¨® pesimista al analizar los comicios israel¨ªes. En declaraciones a Reuters, consider¨® que unos resultados electorales tan escorados a la derecha no ¡°ofrecen esperanzas para la paz¡±.
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