El autor de la matanza de Colorado: del acoso escolar a asesinar a 10 personas con un rifle de asalto
Ahmad al Aliwi Alissa, de 21 a?os, que abri¨® fuego en un supermercado de la ciudad de Boulder, fue condenado en 2017 por pegar una paliza a un compa?ero de clase
El pasado 16 de marzo, el mismo d¨ªa en el que en la ciudad de Atlanta (Georgia) se suced¨ªan tres tiroteos con un saldo de ocho muertos, Ahmad al Aliwi Alissa compraba una pistola Ruger AR-556, una variante m¨¢s ligera y de ca?¨®n m¨¢s peque?o que el rifle de asalto AR-15. El pasado lunes, Alissa se abri¨® camino a tiros hasta el interior de un supermercado en la ciudad de Boulder (Colorado) y mat¨® a 10 personas. Accedi¨® al establecimiento armado con un rifle y una pistola; una era el arma que hab¨ªa adquirido d¨ªas atr¨¢s, de acuerdo con el relato que recoge la declaraci¨®n jurada de los investigadores y los testigos a la polic¨ªa.
Rodeado por un equipo de asalto que acudi¨® al lugar de la masacre, Alissa se arranc¨® el chaleco de combate que llevaba y se despoj¨® del resto de su atuendo hasta quedarse en ropa interior para entregarse. Herido de bala y ensangrentado, el joven de 21 a?os, al que dos agentes acompa?aban hasta una camilla para ser transportado al hospital, pidi¨® ver a su madre.
Alissa lleg¨® procedente de Raqa (Siria) a Estados Unidos hace dos d¨¦cadas. Nacido en 1999, el joven se enfrenta a 10 cargos por asesinato en primer grado y pasar¨¢ el resto de su vida en prisi¨®n sin posibilidad de libertad condicional si finalmente es declarado culpable por un jurado de 12 personas. No podr¨¢ ser condenado a muerte porque el Estado de Colorado aboli¨® la pena m¨¢xima el a?o pasado, el 24 de marzo.
Tras esta nueva matanza en el pa¨ªs norteamericano, la pregunta que intentan responder los medios de comunicaci¨®n estadounidenses es por qu¨¦. ?Qu¨¦ lleva a un joven que vive en una tranquila y acomodada ciudad de 100.000 personas al noroeste de Denver a cometer semejante masacre?
Seg¨²n Ali Aliwi Alissa, de 34 a?os y uno de los 10 hermanos del detenido, el joven sufr¨ªa de paranoia y estaba convencido, desde la ¨¦poca en la que iba al instituto, de que alguien le persegu¨ªa y le vigilaba. ¡°En una ocasi¨®n estaba comiendo en un restaurante con una de nuestras hermanas y le dijo que hab¨ªa gente en el aparcamiento esper¨¢ndole para llev¨¢rselo. Ella sali¨® fuera y no hab¨ªa nadie. No sabemos que suced¨ªa en su cabeza¡±, ha declarado a The Daily Beast.
Para su hermano, Alissa sufre alg¨²n tipo de enfermedad mental, alej¨¢ndose as¨ª de las tesis que apuntan a que lo sucedido pudiera tener alg¨²n contenido religioso, ya que en algunos de los comentarios de la p¨¢gina de Facebook del asaltante ¡ªahora bloqueada¡ª hab¨ªa referencias al islam. ¡°En el colegio sufri¨® mucho acoso. Era un ni?o normal, pero tras su paso por el instituto comenz¨® a ser muy antisocial¡±.
Otro incidente del detenido en 2017 podr¨ªa apuntalar esta teor¨ªa. Aquel a?o, Alissa atac¨® a pu?etazos, sin mediar palabra, a un compa?ero de su clase. Su explicaci¨®n: unos d¨ªas antes se hab¨ªa re¨ªdo de ¨¦l y le hab¨ªa lanzado insultos racistas. Alissa fue condenado a dos meses que cumpli¨® en libertad provisional y a 48 horas de servicios que deb¨ªa hacer para la comunidad. Sus compa?eros de equipo de lucha libre aseguran adem¨¢s que ten¨ªa mal perder, aunque no creen que fuera capaz de algo as¨ª. ¡°Un d¨ªa lanz¨® al suelo su protecci¨®n de la cabeza e incluso insult¨® a los entrenadores¡±, explica a Daily Beast un colega que se identifica como Conrad. Angel Hern¨¢ndez, otro compa?ero de lucha libre, declara a The Washington Post: ¡°Cuando se enfadaba, daba miedo, no voy a mentir¡±. Despu¨¦s de aquella jornada, no volvi¨® a aparecer por el gimnasio.
Hern¨¢ndez insiste en la hip¨®tesis de que Alissa cada vez se fue metiendo m¨¢s en su propio y oscuro mundo fomentado por su car¨¢cter antisocial y su man¨ªa persecutoria. Pero para este joven, un a?o menor que Alissa, es imposible reconciliarse con la idea de que un chaval que tambi¨¦n era ¡°aut¨¦ntico y simp¨¢tico¡± engrose la triste lista de los asesinos que matan indiscriminadamente.
¡°La familia de Ahmad es buena gente¡±
Tras llegar en 2002 a Estados Unidos, la familia de Ahmad Al Aliwi Alissa prosper¨® econ¨®micamente tras abrir y adquirir varios restaurantes donde serv¨ªan comida de Oriente Medio. Contactado en Siria, un primo no acaba de creerse que sea cierto lo que le cuentan. ¡°?En serio ha matado a 10 personas?¡±, se pregunta Abdullah, citado por el diario The Washington Post y que opta por no aportar su apellido. ¡°?C¨®mo puede ser verdad?¡±, insiste en su desconcierto. ¡°Toda la familia de Ahmad es buena gente, nunca han tenido problemas, ni en Siria ni en EE UU¡±, puntualiza.
Los Alissa se hab¨ªan mudado al barrio donde viven hace algo m¨¢s de a?o y medio. En la casa conviven varias generaciones de la familia. Seg¨²n un vecino al que cita el diario de la capital de EE UU, sol¨ªan recibir muchas visitas, pero no interactuaban mucho con el resto de residentes en la zona. La polic¨ªa registr¨® en la noche del lunes cada rinc¨®n de la casa de dos plantas, con placas solares en el tejado, en la que habitaba el joven Alissa, para intentar encontrar respuestas al sinsentido. Seg¨²n las televisiones locales, desde entonces la familia se ha parapetado en su hogar, ha cubierto las ventanas y no responde cuando se llama a la puerta.
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