Muere a los 90 a?os G. Gordon Liddy, el exagente del FBI condenado por el ¡®caso Watergate¡¯
Liddy plane¨® el robo a las oficinas de la sede electoral del Partido Dem¨®crata que acab¨® cost¨¢ndole la presidencia a Richard Nixon en 1974
Nunca se arrepinti¨® de lo que hizo. Este martes, G. Gordon Liddy, el agente del FBI encubierto detr¨¢s de la operaci¨®n de espionaje de la sede electoral del Partido Dem¨®crata, que acab¨® cost¨¢ndole la presidencia a Richard Nixon en 1974, ha fallecido en casa de su hija en el condado de Fairfax, Virginia. Su hijo, Thomas Liddy, confirm¨® su muerte al diario The Washington Post sin revelar las causas, aunque a?adi¨® que no estaba relacionado con la covid-19. Ten¨ªa 90 a?os.
Antiguo agente del FBI, Liddy fue un personaje que se neg¨® a testificar en las audiencias sobre el caso Watergate mientras todos sus compa?eros en el esc¨¢ndalo lo hac¨ªan. Liddy fue condenado por conspiraci¨®n, robo y escuchas telef¨®nicas por los allanamientos del Watergate y cay¨® sobre ¨¦l una condena de 20 a?os de c¨¢rcel, mayor que la de los dem¨¢s. Su sentencia, sin embargo, fue conmutada m¨¢s tarde por el presidente Jimmy Carter, quien orden¨® su puesta en libertad tras cumplir poco m¨¢s de cuatro a?os del total de la pena. Tras su salida de prisi¨®n, Liddy tuvo tantas facetas como era de esperar en una personalidad casi teatral: presentador de un programa de radio, autor de best sellers, candidato al Congreso, promotor de inversiones en oro y, por supuesto, actor.
Se uni¨® a la Infanter¨ªa de Marina, pero nunca cumpli¨® el sue?o de luchar en la Guerra de Corea. En cambio, fue a la facultad de Derecho, se convirti¨® en agente del FBI y luego en fiscal. Cuando se postul¨® para un esca?o en el Congreso de Nueva York, una de sus t¨¢cticas de campa?a favoritas fue quitarse la chaqueta antes de hablar, mostrando su pistolera. Perdi¨® la campa?a y se uni¨® al Departamento del Tesoro, donde fue recordado como un empleado problem¨¢tico y finalmente abandon¨® el puesto.
Durante esa segunda campa?a de Nixon y junto con un exagente de la CIA, Howard Hunt, Liddy, como agente del FBI, acept¨® realizar los ¡°trabajos sucios¡± que hicieran falta en el Comit¨¦ de Nixon para la reelecci¨®n del presidente. Algunos de sus planes eran tan extravagantes e ilegales que sus superiores los rechazaban. Entre ellos estuvieron, por ejemplo, un complot para matar al columnista de investigaci¨®n Jack Anderson, un ferviente cr¨ªtico de Nixon; sugerir que manifestantes contra la guerra de Vietnam que protestaban en el Comit¨¦ Nacional Republicano en San Diego en 1972 fueran secuestrados y llevados al otro lado de la frontera en M¨¦xico; y atraer a los funcionarios del Partido Dem¨®crata a una fiesta con prostitutas.
Sin embargo, en 1971, meses antes del robo en el edificio Watergate, Liddy fue parte del allanamiento en las oficinas de un psiquiatra que estaba viendo a Daniel Ellsberg, un exanalista militar de Estados Unidos que filtr¨® los conocidos como Papeles del Pent¨¢gono (dosieres altamente secretos, sobre la guerra de Estados Unidos en Vietnam que expon¨ªan c¨®mo la Casa Blanca hab¨ªa mentido al pueblo estadounidense sobre la buena marcha de la contienda), para desacreditarle y salvar al presidente. Pero lo que finalmente le envi¨® a la c¨¢rcel lleg¨® de la mano del robo en la sede del Comit¨¦ Nacional Dem¨®crata, en el complejo de oficinas del hotel Watergate en Washington, cuando Nixon buscaba la reelecci¨®n en 1972.
Fascinaci¨®n por Hitler
Nacido George Gordon Liddy en Brooklyn (Nueva York) el 30 de noviembre de 1930, creci¨®, sin embargo, en Hoboken, Nueva Jersey. Liddy hablaba de una abrumadora sensaci¨®n de miedo y pavor cuando era ni?o: los enormes dirigibles que volaban silenciosamente sobre su casa, las ratas que se deslizaban por los tendidos el¨¦ctricos, las monjas que lo abroncaban en la escuela. Afirm¨® que la primera voz tranquilizadora que escuch¨® fue la de Adolf Hitler. ¡°La pura confianza animal y el poder de voluntad de Hitler me fascinaron¡±, record¨® en una entrevista de 2004.
En su autobiograf¨ªa de 1980 titulada Will, dijo que se inspir¨® en los discursos de Hitler que la criada alemana de su familia escuchaba en la radio y estaba decidido a hacer de s¨ª mismo un hombre. Liddy se ten¨ªa por un cobarde y estaba decidido a hacer algo al respecto. Lo que hizo fue asar y comer una rata y atarse a un ¨¢rbol durante una tormenta el¨¦ctrica para superar sus miedos.
Genio y figura, siempre erguido y con su caracter¨ªstico bigote negro cepillado, Liddy se paseaba por las calles de Washington con su volvo negro cuya matr¨ªcula estaba personalizada: H2O-GATE (la f¨®rmula del agua (H2O) + GATE = Watergate).
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