La emergencia sanitaria obliga a Bolsonaro a adelantar el pago de las ayudas del coronavirus
El presidente anuncia que las pagas se repartir¨¢n desde el pr¨®ximo 6 de abril y reduce el monto de la primera entrega a la mitad
Unos 40 millones de brasile?os entre los m¨¢s necesitados empezar¨¢n a recibir de nuevo la paga del coronavirus una semana antes de lo previsto. El presidente, Jair Bolsonaro, compareci¨® este martes en Brasilia para confirmar que las ayudas se pagar¨¢n a partir del martes 6 de abril. Ser¨¢n inferiores en beneficiarios, cuant¨ªa y duraci¨®n a las realizadas durante la primera ola de la epidemia, pero son consideradas imprescindibles para que m¨¢s gente pueda quedarse en casa. La idea es que eso contribuya a frenar la veloz tasa de transmisi¨®n de la covid, que ha matado a 66.000 personas solo en marzo.
La noticia, la m¨¢s ansiada por los brasile?os que perdieron todos sus ingresos con la pandemia, qued¨® eclipsada por la crisis pol¨ªtico militar que estall¨® al comienzo de la semana y por el aniversario del golpe militar de 1964 que el Ejecutivo alent¨® a celebrar. Seis aspirantes a concurrir a las presidenciales del a?o pr¨®ximo firmaron un manifiesto en defensa de la democracia. Dejaron fuera al izquierdista Lula da Silva.
La paga del coronavirus ser¨¢, en esta segunda fase, de 250 reales al mes (37 euros), menos de la mitad que la primera vez. Habr¨¢ dos excepciones. Las madres solteras que son cabeza de familia recibir¨¢n de nuevo m¨¢s que el resto: 375 reales (56 euros). Y las familias unipersonales recibir¨¢n menos: 150 reales. La duraci¨®n prevista es de cuatro meses. Encontrar los fondos no ha sido f¨¢cil. El Gobierno y el Congreso llevan tres meses negociando de d¨®nde sacar el dinero. ¡°Es un endeudamiento m¨¢s de la Uni¨®n¡±, advirti¨® el presidente. ¡°Este no es dinero que estuviera en los cofres. Y eso nos pesar¨¢ a todos¡±, a?adi¨®.
La pandemia ha disparado la deuda de Brasil al 90% del PIB y el techo de gasto deja un escaso margen de maniobra. Los abonos ser¨¢n digitales para evitar que la gente haga cola ante las sucursales.
Brasil fue uno de los pa¨ªses que antes empez¨® a pagar una especie de renta b¨¢sica a quienes quedaron en el desamparo absoluto cuando estall¨® la pandemia. Hizo los primeros pagos en abril, al decretar los primeros confinamientos. Durante los meses siguientes y hasta enero pasado, el Gobierno federal inyect¨® unos 48.000 millones de euros directamente en los bolsillos de 70 millones de personas, un tercio de los brasile?os, para mitigar el golpe entre los que subsisten con ayudas sociales, los trabajadores informales y los aut¨®nomos. El fin de las ayudas fue catastr¨®fico para millones de familias.
Estos tuvieron el ef¨ªmero efecto de reducir la pobreza extrema a m¨ªnimos hist¨®ricos e impulsar la popularidad de Bolsonaro en el empobrecido nordeste, la regi¨®n brasile?a que se mantiene m¨¢s fiel al Partido de los Trabajadores (PT).
La combinaci¨®n del fin de las ayudas con el alarmante agravamiento de la pandemia han aumentado el descontento de la ciudadan¨ªa, y tambi¨¦n de la clase econ¨®mica. La profunda remodelaci¨®n ministerial de esta semana pretende apaciguar esas cr¨ªticas.
En el manifiesto en defensa de la democracia difundido este martes, 57 aniversario del ¨²ltimo golpe de Estado, por seis aspirantes a la presidencia, los candidatos recuerdan el camino que llev¨® a la aprobaci¨®n de la Constituci¨®n de 1988 y afirman que ¡°tres d¨¦cadas despu¨¦s, la democracia est¨¢ amenazada¡±. Suscriben el texto los gobernadores de S?o Paulo, Jo?o Doria, y de R¨ªo Grande do Sul, Eduardo Leite (compa?eros y adversarios en el Partido Socialdem¨®crata de Brasil, PSDB); el exministro Ciro G¨®mez (centro izquierdista y jefe de un clan pol¨ªtico de Cear¨¢); Henrique Mandetta, el primer ministro de Sanidad al que Bolsonaro destituy¨® en esta crisis sanitaria; Luciano Huck, un famos¨ªsimo presentador del canal Globo; y el antiguo candidato presidencial del partido Novo Jo?o Amoedo.
La iniciativa fue promovida por Mandetta, que perdi¨® el cargo de ministro por insistir en que Brasil siguiera las recomendaciones de la OMS. ¡°La lucha por la democracia es el punto de convergencia entre este campo del centro. No estamos contra Lula o Bolsonaro. La mayor parte de Brasil no quiere ni al uno ni al otro. No queremos salvadores de la patria¡±, declar¨® al diario O Globo.
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