Barguti, el preso palestino m¨¢s popular, desaf¨ªa en las urnas a la vieja guardia del presidente Abbas
Las escisiones en el partido gubernamental Fatah favorecen a los islamistas de Ham¨¢s y amenazan con dejar en el aire la celebraci¨®n de las primeras elecciones en 15 a?os
El l¨ªder de la Segunda Intifada, Marwan Barguti, ha pasado la mitad de sus 61 a?os entre rejas o en el exilio. Desde la c¨¢rcel, sigue siendo el favorito de la calle palestina. Condenado en 2004 por un tribunal israel¨ª a cinco cadenas perpetuas m¨¢s otros 40 a?os de reclusi¨®n, desaf¨ªa ahora a la vieja guardia del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, de 86 a?os, tras haber impulsado en la noche el mi¨¦rcoles una candidatura independiente a las elecciones legislativas del 22 de mayo, las primeras convocadas sim...
El l¨ªder de la Segunda Intifada, Marwan Barguti, ha pasado la mitad de sus 61 a?os entre rejas o en el exilio. Desde la c¨¢rcel, sigue siendo el favorito de la calle palestina. Condenado en 2004 por un tribunal israel¨ª a cinco cadenas perpetuas m¨¢s otros 40 a?os de reclusi¨®n, desaf¨ªa ahora a la vieja guardia del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, de 86 a?os, tras haber impulsado en la noche el mi¨¦rcoles una candidatura independiente a las elecciones legislativas del 22 de mayo, las primeras convocadas simult¨¢neamente en Cisjordania, la franja de Gaza y Jerusal¨¦n Este desde hace 15 a?os.
La escisi¨®n protagonizada por el prisionero palestino m¨¢s popular amenaza con fracturar definitivamente al partido gubernamental Fatah, encabezado por Abbas, un mandatario ampliamente cuestionado por la sociedad civil y las generaciones j¨®venes. Barguti se ha asociado con el disidente Naser al Kidwa, sobrino del l¨ªder hist¨®rico Yasir Arafat y que fue expulsado de la organizaci¨®n el mes pasado, con su respaldo a una candidatura de renovaci¨®n del partido nacionalista laico. Mohamed Dahlan, otro antiguo responsable de Fatah que rompi¨® con la direcci¨®n y se exili¨® hace una d¨¦cada en Emiratos ?rabes Unidos, tambi¨¦n ha presentado su propia lista.
El movimiento Ham¨¢s, que agrupa en un bloque monol¨ªtico al islamismo palestino, se vislumbra as¨ª como previsible ganador de las legislativas. Ser¨¢ una reedici¨®n de los comicios de 2006, que desencadenaron el cisma entre las facciones pol¨ªticas palestinas y una batalla fratricida que desemboc¨® en la toma del control de Gaza por las milicias islamistas.
Pero Barguti no tiene como objetivo central disputar la hegemon¨ªa en el Consejo Legislativo (Parlamento) palestino. Aspira a suceder al veterano rais Abbas ¨Celegido en 2005 y quien no se ha vuelto a someter a las urnas¨C en las presidenciales convocadas el 31 de julio. Si logra ser excarcelado ¨Calgo altamente improbable para Israel¨C y situarse al frente del r¨¦gimen presidencialista de la Autoridad Palestina, estar¨¢ en condiciones de apear del poder a la vieja guardia de Fatah, que ha perdido el respaldo popular a causa de las pol¨ªticas autoritarias, el sometimiento a los dictados de seguridad israel¨ªes y la corrupci¨®n.
La imagen de Barguti en los murales de Cisjordania, con su gesto ic¨®nico de las manos esposadas sobre la cabeza mostrando la se?al de la victoria con los dedos, simboliza para muchos palestinos la resistencia popular frente a m¨¢s de medio siglo de ocupaci¨®n israel¨ª. Un sondeo del Centro Palestino de Investigaci¨®n Pol¨ªtica y Electoral pronostica la victoria del carism¨¢tico prisionero no solo sobre el presidente Abbas, sino tambi¨¦n ante el m¨¢ximo l¨ªder de Ham¨¢s, Ismail Haniya.
El prisionero-candidato est¨¢ casado con la abogada Fadwa Ibrahim, con la que tiene cuatro hijos. Su esposa fue precisamente la encargada de presentar la lista electoral bautizada con el nombre de Libertad ante la Comisi¨®n Electoral Central palestina, pocas horas antes del cierre del plazo legal, con estas palabras: ¡°Esperamos que esta candidatura nos lleve hacia la democracia¡±.
El l¨ªder de la Segunda Intifada naci¨® en Kobar, una aldea pr¨®xima a Ramala. Fue detenido por primera vez por las fuerzas de seguridad israel¨ªes a los 15 a?os. Mientras acababa el bachillerato en prisi¨®n comenz¨® a destacar en las filas de Fatah, el partido fundado por Arafat. No pudo concluir la carrera de Historia. Le deportaron en 1987, al comienzo de la Primera Intifada. Se licenci¨® finalmente en 1994, a su regreso del destierro, en el campus de Birzeit (norte de Ramala), tras los Acuerdos de paz de Oslo.
La c¨¢rcel fue la verdadera universidad de Barguti. ¡°Estaba de nuevo en prisi¨®n, encabezando una huelga de hambre, cuando naci¨® mi primer hijo¡±, escribi¨® en una carta publicada por The New York Times en 2017, cundo lider¨® otra protesta de ayuno voluntario de m¨¢s de 1.500 presos palestinos. ¡°?l es ahora un hombre de m¨¢s de 30 a?os y yo sigo aqu¨ª¡±, explicaba desde el penal de Hadarim (en el ¨¢rea metropolitana de Tel Aviv), donde a¨²n se encuentra internado.
¡°Llamar a Barguti l¨ªder pol¨ªtico es como llamar a Bachar el Asad pediatra. Son terroristas y asesinos¡±, dijo entonces el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, sin tener en consideraci¨®n que el presidente sirio es, en realidad, oftalm¨®logo. Israel sostiene que el l¨ªder de la Intifada de Al Aqsa (2000-2005), en la que murieron m¨¢s de 6.000 palestinos y un millar de israel¨ªes, era el jefe del Tanzim, un brazo armado de Fatah. Le responsabiliza de haber ordenado atentados contra israel¨ªes durante la revuelta. Capturado por el Ej¨¦rcito en Ramala en 2002, fue juzgado por un tribunal civil, ante el que Barguti renunci¨® a defenderse al no reconocer su legitimidad.
El rais Abbas convoc¨® en enero por sorpresa las legislativas y presidenciales en Palestina despu¨¦s de tres lustros sin haber llamado a las urnas. El acercamiento entre Fatah y Ham¨¢s se produjo tras la salida de la Casa Blanca del republicano Donald Trump, quien rompi¨® relaciones con los palestinos. El presidente dem¨®crata, Joe Biden, se ha mostrado partidario de la reanudaci¨®n de las negociaciones entre israel¨ªes y palestinos con mediaci¨®n estadounidense, que siguen paralizadas desde 2014.
¡°La presi¨®n de EE UU y de la Uni¨®n Europea ha impulsado a Abbas a convocar los comicios¡±, precis¨® este jueves el analista electoral palestino Dajani Daudi en una teleconferencia con periodistas extranjeros. ¡°Pero la principal raz¨®n ha sido el empuje de la calle palestina, de una sociedad que quiere un cambio¡±, apostill¨®. Un sondeo del Centro Palestino de Investigaci¨®n Pol¨ªtica y Electoral refleja que tres de cada cuatro ciudadanos quieren elecciones de una vez, mientras que dos cada tres pretenden que el veterano presidente se retire de la escena pol¨ªtica.
El pretexto del voto en Jerusal¨¦n Este
¡°Estos comicios, sin embargo, estar¨¢n condicionados porque se celebrar¨¢n bajo la ocupaci¨®n israel¨ª¡±, puntualiz¨® Daudi. ¡°Si Israel no permite que se celebren las votaciones en Jerusal¨¦n Este, puede suponer un pretexto para que Abbas cancele la convocatoria electoral¡±.
El escepticismo sobre la celebraci¨®n de los comicios se ha generalizado entre los palestinos. El primer ministro, Mohamed Shtayeh, ha reclamado a Israel que facilite la votaci¨®n en Jerusal¨¦n oriental, anexionada desde 1980 al Estado jud¨ªo. El Gobierno hebreo veta toda actividad pol¨ªtica palestina en un territorio que considera de su soberan¨ªa exclusiva. La pandemia ha a?adido, adem¨¢s, otros obst¨¢culos.
La misi¨®n de observadores electorales de la Uni¨®n Europea ¨Csolicitada por la Autoridad Palestina para garantizar unos comicios ¡°cre¨ªbles, inclusivos y transparentes¡±¨C, tiene por ahora cerrado el paso a los territorios ocupados a trav¨¦s de las fronteras por Israel. El Gobierno de Netanyahu alega que las restricciones de viaje impuestas por la covid impiden que se pueda efectuar el viaje. La insistencia de los representantes de Bruselas en inspeccionar el desarrollo de las votaciones en Jerusal¨¦n Este se presenta, sin embargo, como el principal obst¨¢culo para la misi¨®n de la UE.
¡°No hay nada que pueda conmover m¨¢s las emociones (de los palestinos) que imaginar la liberaci¨®n de Barguti como la que vivi¨® un admirado luchador por la libertad en un penal sudafricano en 1994. Nelson Mandela tambi¨¦n fue condenado a perpetuidad por terrorismo¡±, argumentaba este jueves el columnista israel¨ª Gideon Levy en el diario Haaretz, antes de concluir: ¡°Barguti representa la ¨²nica opci¨®n que inspira esperanza al moribundo pueblo palestino y al cad¨¢ver del proceso de paz¡±.