Los palestinos cierran filas olvidados del mundo ¨¢rabe 20 a?os despu¨¦s de la Intifada
Las facciones pol¨ªticas rivales cicatrizan su ruptura y negocian las primeras elecciones en 14 a?os
Un simple paseo, la provocadora visita del exgeneral Ariel Sharon a la Explanada de las Mezquitas, en la Ciudad Vieja de Jerusal¨¦n, desencaden¨® el torbellino de la Segunda Intifada (2000-2005), que dio un vuelco a la historia de Oriente Pr¨®ximo. Se cumplen este martes 20 a?os del estallido del levantamiento popular, mientras las facciones pol¨ªticas de Palestina tratan de cerrar filas para cicatrizar la ruptura que desde hace tres lustros ha bloqueado las urnas. La reciente normalizaci¨®n de relaciones de Israel con Emiratos ?rabes Unidos y Bar¨¦in ha impulsado a Fatah, el partido nacionalista que solo gobierna en Cisjordania, y Ham¨¢s, el movimiento islamista que controla la franja de Gaza, a anunciar la semana pasada un acuerdo para convocar elecciones legislativas por primera vez desde 2006. Los palestinos se sienten olvidados en el mundo ¨¢rabe y, como hace dos d¨¦cadas, invocan la causa nacional para movilizarse.
La esperanza de paz que representaron los Acuerdos de Oslo ya estaba amenazada de muerte poco antes del asesinato del primer ministro Isaac Rabin en 1995, ocurrido dos a?os despu¨¦s de que sellara la paz con su antiguo enemigo Yasir Arafat. ¡°Con Mahmud Abbas (entonces negociador palestino en la sombra) intent¨¦ acortar en lo posible el periodo transitorio de cinco a?os previ¨® al acuerdo definitivo, a fin de evitar que fan¨¢ticos de ambos lados lo arruinaran. Pero fracasamos y la interinidad se eterniz¨®¡±, viene a reconocer Yossi Beilin, el exministro laborista que ejerci¨® como contraparte del actual presidente de la Autoridad Palestina, en la carta abierta que ha dirigido al rais desde el portal informativo Al Monitor, especializado en Oriente Pr¨®ximo.
En ese clima de decepci¨®n, apenas dos meses despu¨¦s de que se frustraran las negociaciones de Camp David (EE UU), la gira por el tercer lugar m¨¢s sagrado del islam protagonizada por el halc¨®n Sharon, entonces l¨ªder de la oposici¨®n conservadora, fue la chispa que prendi¨® la revuelta. Al contrario que en la Primera Intifada (1987-1993), la llamada Intifada de Al Aqsa estuvo marcada por la violencia indiscriminada contra la poblaci¨®n civil. ¡°La campa?a de atentados con bomba palestinos condujo a un consenso en Israel sobre la necesidad de dar una respuesta contundente¡±, destaca Amos Harel, analista del diario Haaretz.
¡°La Infifada redibuj¨® el mapa pol¨ªtico de Israel¡±, apostilla este experto en temas militares, ¡°y la preocupaci¨®n por la seguridad ha determinado en gran parte el prolongado ¨¦xito de la derecha de (Benjam¨ªn) Netanyahu. Mientras tanto, la izquierda no ha sabido ofrecer una respuesta¡±. Ya como jefe del Gobierno, Sharon orden¨® en 2002 la mayor ofensiva militar sobre Cisjordania desde la Guerra de los Seis D¨ªas de 1967. La Segunda Intifada se cobr¨® 4.700 vidas, de las que cerca de un 80% eran palestinas, y se cerr¨® con la construcci¨®n de una gigantesca ¡°barrera de separaci¨®n¡± ¨Csucesi¨®n de vallas, rejas y tapias, con amplios tramos de altos muros de hormig¨®n jalonados de torres de vigilancia¨C que a lo largo de sus 700 kil¨®metros previstos se interna en m¨¢s de un 10% del territorio cisjordano.
Frente al levantamiento popular de hace dos d¨¦cadas, los palestinos reaccionan ahora con des¨¢nimo ante la fractura por Emiratos y Bar¨¦in de la Iniciativa ?rabe, el plan de paz saud¨ª que les garantizaba un Estado propio en las fronteras anteriores a 1967. La denominada ¡°pu?alada por la espalda¡± de las dos monarqu¨ªas del Golfo puede ir seguida de nuevos reveses diplom¨¢ticos desde otras naciones que reconozcan a Israel. Las contribuciones econ¨®micas de los pa¨ªses ¨¢rabes al sostenimiento de la Autoridad Palestina se han recortado en un 85% desde el inicio de 2020, a pesar de los planes de ayuda prometidos por la Liga ?rabe. En revancha, Palestina ha renunciado este mes a ocupar la presidencia rotatoria del foro pan¨¢rabe, despu¨¦s de que los ministros de Exteriores de la regi¨®n se negaran a condenar el acercamiento a Israel de los Gobiernos de Abu Dabi y Manama.
¡°Cualquier referencia a una nueva intifada o alzamiento es hoy ilusoria. Los palestinos no tienen capacidad alguna¡±, estima Jos¨¦ Vericat, director de la representaci¨®n del Centro Carter en los territorios palestinos. ¡°El control israel¨ª sobre Cisjordania es casi absoluto, Israel es un Estado moderno y con todos los recursos imaginables para someter a la poblaci¨®n ocupada. Secciones enteras de su Gobierno, Ej¨¦rcito y sus servicios secretos est¨¢n dedicadas solo a ello¡±.
Tras un primer contacto en Turqu¨ªa, las facciones pol¨ªticas palestinas se disponen a establecer ahora en Egipto un calendario electoral, para convocar los comicios previsiblemente dentro de seis meses. El llamamiento a las urnas, que deber¨¢ ser refrendado por un presidente pr¨®ximo a cumplir los 85 a?os y que se mantiene en el puesto sin revalidar su mandato desde 2005, no suscita inter¨¦s en Gaza, Cisjordania o Jerusal¨¦n Este. Abbas ya cancel¨® las convocatorias anunciadas en 2016 y 2019 en medio de sucesivas rupturas con Ham¨¢s. Una reciente encuesta del Centro de Investigaci¨®n Palestino de Pol¨ªtica apunta a que el l¨ªder islamista Ismail Haniya derrotar¨ªa sin dificultad al veterano rais en unas presidenciales.
¡°Los palestinos est¨¢n m¨¢s divididos que nunca, les falta una estrategia com¨²n. Su liderazgo, convertido en una gerontocracia, ha fracasado y es casi inamovible. Estamos viviendo el fin de una era¡±, remacha Vericat, quien cubri¨® como reportero la Segunda Intifada. ¡°Se equivocaron al pensar que pod¨ªan presionar a Israel militarmente, al tiempo que el 11-S y la llamada guerra contra el terror anulaba la legitimidad de su lucha¡±.
Veinte a?os despu¨¦s del levantamiento de Al Aqsa, el principio de los dos Estados como soluci¨®n pol¨ªtica al conflicto parece desvanecerse. El inquietante escenario que emerge recuerda al de la Intifada de las Piedras previa a los Acuerdos de Oslo: un Estado ¨²nico entre el Mediterr¨¢neo y el Jord¨¢n donde viven id¨¦ntico n¨²mero de palestinos y jud¨ªos sin los mismos derechos.
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