El l¨ªder de la CDU se aleja de Merkel en busca de su propio perfil pol¨ªtico para ser candidato al Gobierno
Laschet intenta ganar terreno como aspirante a la canciller¨ªa de los conservadores alemanes en medio de turbulencias en el partido
A medida que se acerca la sucesi¨®n de Angela Merkel, que se despide en septiembre tras 16 a?os al frente de Alemania, aumentan las turbulencias entre los conservadores. La alianza entre la CDU y su partido hermano b¨¢varo, la CSU, conocida como la Uni¨®n, vive su momento m¨¢s complicado. La pujanza de los Verdes amenaza con facilitar algo que hace meses ni se contemplaba: una coalici¨®n de Gobierno en la que no se sienten los conservadores. Cayendo cada semana en las encuestas de intenci¨®n de voto, con el efecto Merkel diluy¨¦ndose entre cr¨ªticas a la gesti¨®n de la pandemia y sin haber nombrado todav¨ªa candidato a la carrera hacia la canciller¨ªa, los l¨ªderes conservadores se mandan recados en p¨²blico, evidenciando as¨ª la desuni¨®n de la Uni¨®n.
El nuevo l¨ªder de la CDU, Armin Laschet, tiene por delante unos meses dif¨ªciles. Se le multiplican los frentes abiertos. El primero es su propia valoraci¨®n en las encuestas. Nunca fue buena, pero en las ¨²ltimas semanas ha seguido hundi¨¦ndose en paralelo a la ca¨ªda de la intenci¨®n de voto de la Uni¨®n. El partido ha bajado de la barrera del 30% (algunos sondeos le dan un 27%) mientras los Verdes avanzan hasta el 22% con los socialdem¨®cratas del SPD en tercera posici¨®n, con un 17%. Uno de los adversarios de Laschet -que fue elegido al frente de la CDU en enero pasado- en la carrera por ser candidato a la canciller¨ªa es Markus S?der, el l¨ªder de la CSU y presidente de Baviera. Es con diferencia el l¨ªder conservador mejor valorado. Extremadamente h¨¢bil en la comunicaci¨®n, ha sabido situarse en los medios y cultivar una imagen de dirigente sensato y buen gestor. S?der todav¨ªa no ha dicho si querr¨ªa ser candidato, pero cada vez m¨¢s diputados de la CDU le quieren en la carrera.
Laschet todav¨ªa libra una tercera batalla, mucho m¨¢s reciente que las anteriores: contra la propia Angela Merkel, la mujer a la que le gustar¨ªa suceder en la Canciller¨ªa el pr¨®ximo oto?o. Durante mucho tiempo Laschet fue considerado el sucesor natural de Merkel. Sin apoyarle p¨²blicamente, todo el mundo sab¨ªa que era el preferido de la canciller entre la terna de candidatos que se presentaron en enero para presidir la CDU. Comparten una visi¨®n centrista, europe¨ªsta y pragm¨¢tica de la pol¨ªtica, y Laschet fue uno de los m¨¢ximos defensores de Merkel cuando la atacaban desde todos los flancos por su pol¨ªtica migratoria durante la crisis de los refugiados de 2015. Pero el a?o pasado empezaron a verse algunas diferencias. Mientras Merkel siempre ha defendido medidas estrictas para luchar contra el coronavirus, Laschet fue de los primeros que relaj¨® las restricciones en el Estado que preside, Renania del Norte-Westfalia, en cuanto la incidencia empez¨® a bajar. Esta semana las discrepancias han devenido casi en ruptura.
El domingo pasado Merkel lanz¨® un ataque contra los Estados federados que no han respetado lo que acordaron el 3 de marzo: dar marcha atr¨¢s a la t¨ªmida desescalada si se produc¨ªa un aumento de los casos de covid-19. En una entrevista en la cadena p¨²blica ARD, Merkel critic¨® la laxitud con la tercera ola de varias regiones, entre ellas la de Laschet, el Estado m¨¢s poblado del pa¨ªs. La canciller lleg¨® a amenazar con ampliar las competencias federales en detrimento de las regiones. Un movimiento de toma de control que se interpreta como una prueba de fuerza de una l¨ªder que ha visto reducida su autoridad en los ¨²ltimos meses de su mandato por la irregular gesti¨®n de la pandemia y el desesperantemente lento ritmo de vacunaci¨®n en el pa¨ªs.
El l¨ªder de la CDU respondi¨® el martes durante un discurso virtual que marcaba oficiosamente el inicio de la precampa?a para ser candidato. Y lo hizo atacando. La pandemia, dijo, ha mostrado ¡°las debilidades¡± de Alemania. Laschet dijo que el pa¨ªs se ha relajado en la ¨²ltima d¨¦cada y no ha acometido las reformas necesarias para modernizarlo, como la digitalizaci¨®n o la reducci¨®n de la burocracia. La pandemia ha sacado a la luz esas carencias. ¡°Nos hemos dejado llevar por las comodidades¡±, dijo, en clara alusi¨®n a Merkel, que ha gobernado los ¨²ltimos 16 a?os. Laschet ha pasado a la ofensiva, coinciden los analistas, y se ha enfrentado a Merkel en un intento de buscar un perfil propio de cara a la precampa?a.
S?der no desaprovech¨® la oportunidad de meter baza: ¡°Me resulta extra?o que el presidente de la CDU discuta con la canciller de la CDU seis meses antes de las elecciones¡±, dijo, y a?adi¨® estar de acuerdo con Merkel en que los Estados deben ser m¨¢s estrictos, e incluso con la posibilidad de actuar a escala federal. ¡°Necesitamos un plan de pandemia para Alemania y no 16 distintos¡±, asegur¨®. Se da la paradoja de que es S?der, m¨¢s derechista y menos europe¨ªsta que Merkel, el que ahora se alinea con la canciller, mientras su disc¨ªpulo Laschet se aleja de ella al tratar de construirse una imagen de l¨ªder. Est¨¢ por ver si esa extra?a alianza entre la CSU y Merkel acaba por costarle la candidatura a Laschet. Se espera que el partido tome una decisi¨®n como muy tarde a finales de mayo.
Pocos meses antes de su despedida de la arena pol¨ªtica, el efecto Merkel se desdibuja. Quien pretende sucederla ya no apela a la l¨ªder que venci¨® cuatro veces seguidas a los socialdem¨®cratas. Adem¨¢s de afianzar su propia personalidad pol¨ªtica, Laschet tiene que distanciarse de los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que han salpicado a su partido en las ¨²ltimas semanas y de la imagen de una formaci¨®n que est¨¢ demasiado cerca, casi confundida, con el poder econ¨®mico, se?ala el polit¨®logo Gero Neugebauer, de la Universidad Libre de Berl¨ªn. ¡°La formaci¨®n tiene que buscar a un candidato que no pueda ser asociado con nada de eso y que pueda recuperar la credibilidad y generar confianza otra vez¡±, a?ade.
Elegir al candidato con las mayores posibilidades
¡°Hay miedo en la Uni¨®n¡±, empezaba esta semana un art¨ªculo en Der Spiegel que recog¨ªa las voces, cada vez m¨¢s numerosas, que dentro de la CDU y la CSU creen que el mejor candidato a la Canciller¨ªa es Markus S?der y no Armin Laschet. El futuro de los diputados que aspiran a repetir en su puesto depende del resultado de las elecciones, lo que hace que tengan una visi¨®n muy pragm¨¢tica sobre el aspirante conservador. ¡°Deber¨ªa ser S?der. Con ¨¦l tenemos m¨¢s posibilidades de ganar¡±, dijo Markus Gr¨¹bel, diputado de la CDU. ¡°Laschet debe hacer un servicio a la Uni¨®n y al pa¨ªs y renunciar a la candidatura¡±, asegur¨® al semanario Veronika Bellmann, diputada por Sajonia. Pero Laschet sigue teniendo muchos apoyos en el partido ¨Cespecialmente en los Estados del este- y por ahora ninguno de los pesos pesados de la formaci¨®n se ha manifestado p¨²blicamente a favor de S?der.
La Uni¨®n deber¨¢ sopesar tambi¨¦n si es buena idea enviar a pelear a Berl¨ªn a un dirigente b¨¢varo. Hasta la fecha ning¨²n l¨ªder de la CSU ha conseguido llegar la Canciller¨ªa. Hay dos precedentes. Franz Joseph Strauss se present¨® en 1980. Logr¨® la mayor cantidad de votos, pero acab¨® formando Gobierno el socialdem¨®crata Helmut Schmidt con el apoyo de los liberales. Ya en ¨¦poca de Angela Merkel la Uni¨®n escogi¨® como candidato a Edmund Stoiber. Era 2002 y ella llevaba apenas dos a?os en la presidencia de la CDU. Le faltaban apoyos entre los barones regionales y las encuestas daban m¨¢s intenci¨®n de voto al b¨¢varo Stoiber, as¨ª que se hizo a un lado. Finalmente el socialdem¨®crata Gerhard Schr?der consigui¨® ser reelegido y gobernar en coalici¨®n con los Verdes.
No ser¨ªa la primera vez que Laschet se sobrepone a las dificultades. En 2017 gan¨® las elecciones de Renania del Norte-Westfalia contra todo pron¨®stico, en un feudo tradicional del SPD y con las encuestas a favor de la candidata socialdem¨®crata.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.