Merkel anula el confinamiento estricto de Semana Santa decretado el martes y lo atribuye a un ¡°error¡± suyo

¡±Ha sido un error y a los errores hay que llamarlos por su nombre¡±. La canciller alemana, Angela Merkel, compareci¨® este mi¨¦rcoles brevemente ante la prensa para hacer algo inusual en pol¨ªtica: disculparse ante los ciudadanos. Merkel dio marcha atr¨¢s a una de las medidas anunciadas apenas 35 horas antes, el cierre total de la vida p¨²blica durante la Semana Santa, entre el 1 y el 5 de abril. La canciller pretend¨ªa paralizar al m¨¢ximo la actividad esos d¨ªas para impedir nuevos contagios en un momento delicado para la evoluci¨®n de la pandemia en Alemania. La incidencia aumenta d¨ªa a d¨ªa empujada por la variante brit¨¢nica, m¨¢s contagiosa, que ya supone tres de cada cuatro casos positivos en el pa¨ªs.

El cierre total de cinco d¨ªas supon¨ªa que todos los negocios deb¨ªan parar y que solo se permit¨ªa abrir a las tiendas de alimentaci¨®n el s¨¢bado. Tambi¨¦n quedaban prohibidos los servicios religiosos presenciales. El anuncio caus¨® confusi¨®n entre la ciudadan¨ªa y las empresas, porque supon¨ªa declarar festivos dos d¨ªas (jueves y s¨¢bado) que normalmente no lo son. No quedaba claro si los trabajadores iban a gastar d¨ªas libres o de vacaciones, o si iban a ser descansos pagados, ni qu¨¦ ocurrir¨ªa con colegios y guarder¨ªas. Las cr¨ªticas a la decisi¨®n forzaron a la canciller a corregirse. Merkel admiti¨® que la decisi¨®n se tom¨® ¡°con las mejores intenciones¡± pero fue precipitada y no hab¨ªa tiempo suficiente para implementarla de forma que ¡°la relaci¨®n entre coste y beneficio fuera razonable¡±. ¡°Este error es ¨²nicamente m¨ªo¡±, subray¨®: ¡°Lo lamento profundamente y pido perd¨®n a todos los ciudadanos¡±.

Pasar el Jueves Santo de laborable a festivo requerir¨ªa la aprobaci¨®n del Parlamento, reflexionaba Der Spiegel antes de la segunda comparecencia de la canciller, el mi¨¦rcoles al mediod¨ªa, tras citar por sorpresa a los 17 presidentes de los Estados federados por la ma?ana. Otra opci¨®n ser¨ªa aprobar una orden que luego deber¨ªan implementar las regiones. Para ninguna de las dos cosas hab¨ªa tiempo suficiente. ¡°Lo hemos estado meditando desde ayer por la ma?ana [por el martes] y no hemos encontrado una soluci¨®n que pueda implementarse tan r¨¢pidamente¡±, dijo un funcionario a la revista.

Los alemanes, que aguantan cierres parciales desde noviembre pasado, est¨¢n perdiendo la paciencia con la gesti¨®n de la crisis. Las encuestas muestran el hartazgo y el creciente descontento con el partido de Merkel, la conservadora CDU, que a seis meses de las elecciones generales de septiembre va perdiendo intenci¨®n de voto en cada nuevo sondeo. Pese a las restricciones ¡ªla hosteler¨ªa, por ejemplo, lleva cerrada desde noviembre¡ª el pa¨ªs se encuentra inmerso en la tercera ola y con una incidencia de 108 casos por 100.000 habitantes en siete d¨ªas que casi dobla la que se registraba a mediados de febrero.

El Gobierno federal y los Estados acordaron el martes frenar la t¨ªmida desescalada que hab¨ªa empezado apenas dos semanas antes. ¡°El n¨²mero de casos est¨¢ aumentando exponencialmente y las camas de cuidados intensivos se est¨¢n llenando de nuevo¡±, asegur¨® Merkel en una rueda de prensa a las tres de la madrugada, despu¨¦s de estar reunida por videoconferencia durante casi 12 horas con los l¨ªderes regionales. Decidieron entonces que el pa¨ªs se paralizara casi por completo en Semana Santa, entre otras medidas. El comercio minorista estall¨® tras conocer las nuevas restricciones. Sus portavoces argumentan que las tiendas est¨¢n cumpliendo las medidas de seguridad y que no se producen contagios en sus instalaciones. Hace dos semanas, el comercio no esencial pudo volver a abrir tras permanecer cerrado desde mediados de diciembre. Las tiendas exigen cita previa o bien restringen el aforo y no permiten entrar a nadie sin dejar sus datos personales.

La canciller anunci¨® tambi¨¦n el martes que el resto de restricciones al ocio, el deporte, la cultura y la gastronom¨ªa ¡ªen Alemania lo llaman lockdown, o confinamiento, aunque en ning¨²n momento se ha obligado a los ciudadanos a permanecer en sus casas¡ª se prolongar¨¢n hasta el 18 de abril. Esta medida sigue vigente. Los pol¨ªticos acordaron asimismo exigir una prueba negativa de coronavirus a los viajeros procedentes de cualquier pa¨ªs del mundo, aunque no se considere de riesgo. La medida respond¨ªa a la pol¨¦mica generada tras dispararse las reservas para volar a Mallorca en Semana Santa. Hace unos d¨ªas las Baleares dejaron de figurar en el listado de zonas de riesgo y ya no se exige cuarentena de 10 d¨ªas a quien regrese de all¨ª.

La aparente contradicci¨®n entre no poder hacer viajes de ocio dentro del pa¨ªs ¡ªlos hoteles solo admiten pernoctaciones por motivos laborales¡ª y s¨ª volar a destinos como Mallorca ha provocado que el Gobierno federal estudie una prohibici¨®n de las vacaciones en el extranjero. La noticia, publicada por varios medios, se conoci¨® tras las disculpas de Merkel. Las fuentes gubernamentales citadas por estos medios aseguran tambi¨¦n que hay dudas sobre la legalidad de la medida, que est¨¢n analizando los ministerios de Interior y Justicia. Mientras tanto, el Gobierno pide a los ciudadanos que no viajen. Las patronales tur¨ªsticas y algunos Estados federados donde este sector es relevante han criticado que los alemanes no puedan ir de vacaciones dentro del pa¨ªs. La movilidad entre regiones no est¨¢ restringida.

La decisi¨®n m¨¢s llamativa, y la m¨¢s criticada, de la maratoniana reuni¨®n del martes fue el cierre total de Semana Santa. Algunas de las cadenas de supermercados m¨¢s conocidas del pa¨ªs censuraron la medida y auguraron colas y aglomeraciones antes de los d¨ªas de cierre. El comercio minorista estall¨® tras conocer las nuevas restricciones. Sus portavoces argumentan que las tiendas est¨¢n cumpliendo las medidas de seguridad y que no se producen contagios en sus instalaciones. Los establecimientos no esenciales como tiendas de ropa, zapatos o muebles llevaban cerrados desde mediados de diciembre.