La OTAN abandonar¨¢ Afganist¨¢n a partir del 1 de mayo
Tras la retirada anunciada por Washington, la Alianza Atl¨¢ntica pacta una partida ¡°segura y coordinada¡± de los cerca de 10.000 soldados, incluidos los estadounidenses, que a¨²n permanecen en el pa¨ªs
La aventura militar afgana se acerca a su fin. Tras casi 20 a?os de guerra, los cerca de 10.000 soldados de la OTAN que tienen a¨²n sus botas en Afganist¨¢n ¡ªunos 7.000 de pa¨ªses diferentes a Estados Unidos¡ª volver¨¢n a casa, siguiendo el toque de retirada fijado por Washington para el pr¨®ximo 11 de septiembre. Las tropas aliadas, lideradas por unos 2.500 efectivos estadounidenses, se marchar¨¢n al un¨ªsono, seg¨²n ha anunciado el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en una comparecencia este mi¨¦rcoles desde el cuartel general de la Alianza Atl¨¢ntica en Bruselas. ¡°Entrar juntos, adaptarse juntos, salir juntos¡± fue la estrategia ¡°desde el inicio¡±, ha explicado el jefe de la diplomacia estadounidense. La retirada comenzar¨¢ el 1 de mayo y ser¨¢ completada ¡°en unos meses¡±, seg¨²n una declaraci¨®n conjunta de los 30 miembros de la Alianza.
¡°Trabajaremos muy estrechamente, en las pr¨®ximas semanas y meses, en una retirada segura, planificada y coordinada de nuestras fuerzas de Afganist¨¢n¡±, ha a?adido Blinken antes de adentrarse en una reuni¨®n con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, tambi¨¦n de visita en la capital europea tras pasar este martes por Alemania.
Los tres se han unido esta tarde desde Bruselas a la reuni¨®n del Consejo Atl¨¢ntico, a la que se han sumado por videoconferencia los ministros de Exteriores y Defensa de los Estados aliados. En la agenda del d¨ªa, adem¨¢s de la retirada de Afganist¨¢n, se encontraban las ¡°acciones agresivas de Rusia dentro y alrededor de Ucrania¡±, en palabras de Stoltenberg, cuyo despliegue ¡°masivo¡±, el mayor de Mosc¨² desde 2014, preocupa a las potencias occidentales.
La marcha de tierras afganas, que ha anunciado oficialmente este mi¨¦rcoles el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, marca un punto de inflexi¨®n en la historia militar del pa¨ªs: pondr¨¢ punto y final a la guerra m¨¢s larga de Estados Unidos. Lo mismo sucede con el despliegue de la OTAN. La actual misi¨®n, bautizada Apoyo Decidido (RSM, por sus siglas en ingl¨¦s), es heredera de la llamada Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF), la m¨¢s larga de la Alianza hasta la fecha, desplegada de 2003 a 2014. En su punto ¨¢lgido, cont¨® con m¨¢s de 130.000 efectivos de 50 pa¨ªses de la OTAN y asociados. La misi¨®n actual, lanzada en 2015, suma 9.592 militares de 36 pa¨ªses de la OTAN y asociados, y tiene como objetivo la ¡°formaci¨®n, asesoramiento y asistencia a las fuerzas e instituciones de seguridad afganas¡±.
Alemania, el segundo contribuyente tras Estados Unidos en t¨¦rminos de tropas, con 1.300 efectivos (Espa?a aporta 24), ha confirmado la marcha acompasada este mi¨¦rcoles a trav¨¦s de su ministra de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer. ¡°Siempre hemos dicho que vamos a entrar juntos, y vamos a salir juntos¡±, ha dicho en una entrevista en la televisi¨®n p¨²blica alemana ARD, recogida por Reuters. ¡°Defiendo una retirada ordenada, y espero que lo decidamos hoy¡±. Sin embargo, el encuentro del martes de Kramp-Karrenbauer con el secretario de Defensa estadounidense deja entrever que, a pesar de mostrar una fachada sin fisuras, algunos aliados se han sentido frustrados por la visi¨®n unilateral de Washington y la escasa consulta con el resto: la decisi¨®n de abandonar Afganist¨¢n no ha sido fruto tanto de un consenso en la OTAN como de una iniciativa de Washington a la que se ha sumado el resto.
¡°El anuncio de retirada no es una completa sorpresa. La pol¨ªtica estadounidense ha seguido esta direcci¨®n desde hace un tiempo¡±, explica Matthew Willner-Reid, especialista en Afganist¨¢n del Instituto Europeo de la Paz, una fundaci¨®n p¨²blica desde la que asesora al Gobierno de Kabul en sus negociaciones con los talibanes. ¡°Pero muchas personas esperaban una retirada condicional basada en el progreso en el proceso de paz¡±. La decisi¨®n de Biden, en cambio, parece dirigida a una retirada no vinculada a los avances en las conversaciones que los talibanes y el Gobierno de Kabul iniciaron en Doha (Qatar) en septiembre.
¡°Est¨¢ claro que a¨²n estamos a cierta distancia de un acuerdo por parte de los talibanes con el gobierno afgano para terminar la guerra¡±, seg¨²n Willner-Reid, que cree que solo hay ¡°una peque?a ventana¡± para que este proceso resulte en un acuerdo marco que siente las bases para la paz entre las partes antes de la retirada. ¡°En Afganist¨¢n muchos estar¨¢n nerviosos sobre lo que va a ocurrir en los pr¨®ximos seis meses¡±, describe. Aunque no espera que los talibanes ¡°vayan a ser capaces de marchar sobre Kabul¡± cuando se despidan las fuerzas de la OTAN, s¨ª cree necesario que la comunidad internacional env¨ªe ¡°una se?al clara y fuerte de su compromiso a largo plazo; la unidad de los pol¨ªticos en Kabul tambi¨¦n ser¨¢ vital¡±.
¡°Nuestro compromiso con Afganist¨¢n y con su futuro permanecer¨¢¡±, ha reafirmado el secretario Blinken, tras asegurar que considera que la misi¨®n internacional deja el pa¨ªs con los objetivos que se fijaron ¡°cumplidos¡±. En la rueda posterior al acuerdo, el jefe de la diplomacia estadounidense ha incidido sobre esta futura relaci¨®n, con apoyo diplom¨¢tico en el proceso de paz, ayuda humanitaria y asistencia a las fuerzas de seguridad afganas. ¡°Todo esto permanecer¨¢¡±, ha destacado.
¡°No es una decisi¨®n f¨¢cil y conlleva riesgos¡±, ha concedido el secretario general de la OTAN. Pero permanecer en el pa¨ªs, ha asegurado, implicaba estar dispuesto a un compromiso militar a largo plazo. ¡°Comparado con la alternativa¡±, y sobre la base de la decisi¨®n de Estados Unidos de retirarse, los aliados han mostrado su acuerdo a abandonar el pa¨ªs. ¡°Continuaremos ayudando, pero hacemos un llamamiento a los afganos para que hagan esfuerzos serios para crear la paz, porque solo los afganos pueden lograrla¡±, ha dicho.
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