Sin Castros y sin esperanza de cambios en Miami
En la ciudad que ha recibido hist¨®ricamente al exilio cubano desde la revoluci¨®n de 1959 ven con escepticismo que por primera vez en 62 a?os no haya un Castro en la c¨²pula del poder de la isla
Esta vez no ha habido m¨²sica ni abrazos ni cacerolazos ni gritos de libertad. Si en 2016 la muerte de Fidel Castro se celebr¨® como un carnaval en la Peque?a Habana de Miami, el anuncio formal de la salida de su hermano menor Ra¨²l del poder se vive en silencio, con menos fanfarria y m¨¢s escepticismo en la capital del exilio cubano. ¡°Mientras sigan los hist¨®ricos con vida, ellos van a seguir mandando en Cuba. A los que ponen en el poder son como unas marionetas que las mueven¡±, dice Humberto L¨®pez, de 82 a?os, uno de los directores de la Brigada 2506, la organizaci¨®n de veteranos de la fallida invasi¨®n de Bah¨ªa de Cochinos, de la que este s¨¢bado se cumplen 60 a?os.
En abril de 1961, con 22 a?os, L¨®pez form¨® parte del mayor intento de derrocar por las armas a Fidel Castro, en el que participaron un millar y medio de exiliados cubanos. Aunque el desembarco se sald¨® con un fracaso, los sobrevivientes del grupo, que fueron capturados durante casi dos a?os en c¨¢rceles cubanas y despu¨¦s liberados, celebran estos d¨ªas el aniversario de la invasi¨®n con un ojo pendiente de lo que pasa en el Congreso del Partido Comunista que se celebra en La Habana. ¡°Yo no creo que va a haber muchos cambios. Va a seguir esta misma nomenclatura que ha mandado por 60 a?os hasta que el ciclo de la vida se los lleve¡±, apunta L¨®pez en la sede del museo de la Brigada 2506, delante de una pared plagada de fotos de los ca¨ªdos: los ¡°m¨¢rtires que murieron peleando por la libertad de Cuba¡±, en el centro; y los que fallecieron despu¨¦s ¡ªen otras guerras como la de Vietnam o por la edad¡ª a los lados.
Durante mucho tiempo, los exiliados cubanos so?aron que la muerte de Fidel Castro marcar¨ªa el fin del r¨¦gimen por el que tuvieron que dejar la isla. Pero la larga enfermedad del l¨ªder de la revoluci¨®n cubana permiti¨® una transici¨®n de poder paulatina hacia su hermano Ra¨²l. Quince a?os despu¨¦s de que lo pusieran al frente del Gobierno ¡ªque dej¨® en 2018 en manos de Miguel D¨ªaz-Canel¡ª y a punto de pasar el relevo del liderazgo del partido ¨²nico cubano, se est¨¢ demostrando que es posible pensar en un castrismo m¨¢s all¨¢ de los Castro. ¡°El sistema y el Gobierno cubano es m¨¢s que un apellido. Nos guste o no, hay un engranaje que va m¨¢s all¨¢ de la personalidad de los l¨ªderes, lo cual no quiere decir que para la nueva generaci¨®n de l¨ªderes no sea un desaf¨ªo¡±, afirma Michael Bustamante, profesor de historia latinoamericana de la Universidad Internacional de Florida (FIU, por sus siglas en ingl¨¦s).
Autor del libro Cuban Memory Wars (Las guerras de la memoria de los cubanos) que explora c¨®mo los traumas del exilio moldean la percepci¨®n de la historia a ambos lados del Estrecho de Florida, Bustamante sostiene que, independientemente de los cambios que se anuncien en el Congreso del Partido Comunista, no hay mucha esperanza entre los cubanos en Estados Unidos. La isla vive su peor crisis econ¨®mica en 30 a?os, golpeada por los efectos atroces de la pandemia en el turismo y el endurecimiento de las sanciones de Donald Trump (que Joe Biden ha mantenido vigentes hasta ahora).
¡°Yo creo que la salida del segundo Castro del poder va a permitir que los cubanos se imaginen una Cuba sin el dogma de lo que represent¨® ese apellido¡±, dice con algo m¨¢s de optimismo Guennady Rodr¨ªguez, un abogado que lleg¨® a Miami en 2013. Tras salir de Cuba con una beca de estudios ¡ªalgo que pudo hacer gracias a una de las medidas de apertura aprobadas por Ra¨²l Castro para eliminar las visas de salida a quienes quisieran viajar¡ª, el a?o pasado este cubano de 39 a?os cre¨® 23 y Flagler, una plataforma independiente para ofrecer contenido de actualidad con una visi¨®n m¨¢s progresista que la del n¨²cleo duro del exilio.
¡°La mayor¨ªa de los que trabajamos ah¨ª creemos en el engagement (cooperaci¨®n) entre los dos pa¨ªses y no en una pol¨ªtica de aislamiento que no ha dado resultados¡±, defiende Rodr¨ªguez, quien conf¨ªa en que Biden cumpla con su promesa de un mayor acercamiento a Cuba como una v¨ªa de impulsar cambios en la isla hacia una mayor pluralidad y democratizaci¨®n de la sociedad. ¡°Yo estoy bastante decepcionado con la lentitud con la que Biden ha actuado. No hay forma de justificar el prohibir a una persona mandar remesas a sus seres queridos que est¨¢n necesitados¡±, dice por su parte Bustamante, el profesor de la FIU, en referencia a la decisi¨®n de la nueva Administraci¨®n de mantener algunas medidas tomadas por Trump que dificultan a los cubanos el env¨ªo de dinero a sus familias.
¡°El tiempo nos dio la raz¨®n¡±
Sin embargo, el acad¨¦mico reconoce que en los ¨²ltimos a?os, con la presidencia de Trump, se han endurecido las actitudes de los cubanos en el exilio hacia algunas cuestiones pr¨¢cticas, como el env¨ªo de remesas o los viajes de los cubanoamericanos a la isla, que el expresidente Barack Obama hab¨ªa flexibilizado en el hist¨®rico proceso de deshielo con La Habana. Seg¨²n la ¨²ltima encuesta de opini¨®n p¨²blica hecha por la FIU, a finales de 2020 un 54% de los cubanos y cubanoamericanos en Miami apoyaban el embargo a Cuba frente al 31,6% que estaban a favor de esa medida en 2016.
¡°Los hechos han demostrado que la decisi¨®n de Obama fue un fracaso y, basado en eso, esta administraci¨®n ha sido muy cautelosa en tener alg¨²n tipo de relaci¨®n con Cuba¡±, opina Humberto L¨®pez, el veterano de Bah¨ªa Cochinos. ¡°Tal vez llegue a una cosa m¨¢s suave: vuelos a Cuba, algunos cruceros, pero esta Administraci¨®n no va a llegar a lo que hizo Obama¡±, opina.
En lo que casi todos en el exilio parecen estar de acuerdo es que hay dos grietas por las que se puede atisbar un hilo de esperanza de que las cosas cambien en Cuba: por un lado, las voces cr¨ªticas surgidas en la isla en los ¨²ltimos meses que piden una sociedad m¨¢s abierta y, por otro, el acceso a internet que ofrece una ventana a los cubanos de lo que pasa fuera de la isla.
¡°El problema que tienen, que es m¨¢s serio que la invasi¨®n, es la internet¡±, opina Rafael Montalvo, otro de los veteranos de Bah¨ªa Cochinos. ¡°Ya hoy en d¨ªa no pueden apresarle la mente a la gente. La internet se convierte en un veh¨ªculo abierto a toda la poblaci¨®n. Todo el mundo est¨¢ puesto y quieren un cambio¡±, afirma sorprendido por la proliferaci¨®n de sitios hechos en la isla con comentarios cr¨ªticos hacia el r¨¦gimen.
Sentado con otros tres excombatientes en la sede el museo de la Brigada 2506 mientras comparten unas hamburguesas de McDonald¡¯s, Montalvo sostiene que no cree que hace 60 a?os perdieran la batalla. Primero, porque los combatientes lograron regresar a Estados Unidos tras ser liberados en Cuba. Y segundo, dice, porque el desarrollo pol¨ªtico en la isla les reafirma que la lucha que hicieron entonces ten¨ªa sentido.
¡°El tiempo nos ha dado la raz¨®n. El comunismo era un desastre. Nosotros volvimos, hicimos nuestra vida, tuvimos ¨¦xito, pero nadie se olvida de Cuba ni del prop¨®sito que sigue siendo v¨¢lido hoy en d¨ªa, m¨¢s vigente que nunca. Y todo lo que dec¨ªa Castro: a la brigada se nos pint¨® de mercenarios, agentes de la CIA, gusanos, asesinos¡ hoy en d¨ªa es obvio que no ¨¦ramos eso. ?ramos idealistas¡±, se defiende.
Seis d¨¦cadas despu¨¦s de aquel episodio, Montalvo es consciente de que el camino hacia el fin del castrismo en Cuba por el que lucharon est¨¢ siendo largo, pero dice que no pierde la esperanza de un cambio en el futuro: ¡°?Cu¨¢nto les tom¨® a ustedes [los espa?oles] liberarse de los moros? ?Cu¨¢nto nos tom¨® a nosotros zafarnos de los espa?oles? Nosotros llevamos 60 a?os nada m¨¢s¡±.
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