¡°Sent¨ª m¨¢s odio que nada¡±: la historia de un militar de Estados Unidos que quiso iniciar una guerra civil
La trayectoria de Steven Carrillo en Boogaloo Bois demuestra que este grupo extremista est¨¢ mucho m¨¢s organizado y es m¨¢s peligroso de lo que se cre¨ªa. El sargento habla desde la c¨¢rcel donde est¨¢ detenido por matar a un polic¨ªa
Este reportaje fue producido por ProPublica, un medio independiente y sin fines de lucro, y es parte de una colaboraci¨®n con el Programa de Periodismo de Investigaci¨®n de Berkeley y FRONTLINE que incluye el documental American Insurrection. La historia ha sido copublicada en espa?ol por EL PA?S.
Eran las 14.20 del 6 de junio de 2020. Steven Carrillo, de 32 a?os, sargento de la Fuerza A¨¦rea de Estados Unidos y miembro del movimiento antigubernamental de los Boogaloo Bois, se hab¨ªa dado a la fuga en el peque?o pueblo monta?oso de Ben Lomond, California.
Cuando los alguaciles se le acercaban, Carrillo envi¨® un mensaje de texto a su hermano Evan, pidi¨¦ndole que les dijera a sus hijos que los quer¨ªa, y con instrucciones de darle 50.000 d¨®lares (unos 41.000 euros) a su prometida. ¡°Te quiero, hermano¡±, fue su mensaje de despedida. Evan Carrillo pens¨® que el mensaje de texto era una nota de suicidio, sobre todo dado el historial de problemas de salud mental de su hermano, y enseguida le respondi¨®: ¡°Piensa en tus seres queridos¡±.
De hecho, Steven Carrillo ten¨ªa un objetivo distinto, el cual hab¨ªa escrito en Facebook, comentado con otros miembros de los Boogaloo Bois e incluso garabateado con su propia sangre mientras se escond¨ªa de la polic¨ªa ese d¨ªa. Quer¨ªa incitar una segunda guerra civil en Estados Unidos matando a agentes de polic¨ªa, que consideraba ejecutores de un orden pol¨ªtico corrupto y tir¨¢nico; agentes que describ¨ªa como ¡°enemigos internos¡± de la Constituci¨®n que aseguraba venerar.
Mientras le escrib¨ªa a su hermano y ve¨ªa que los oficiales se acercaban lo suficiente como para poder escuchar sus conversaciones, Carrillo envi¨® un llamado urgente a sus compa?eros de los Boogaloo Bois. ¡°Preparaos y venid¡±, escribi¨® en un mensaje de WhatsApp que, seg¨²n los fiscales, envi¨® a los miembros de una facci¨®n fuertemente armada de la milicia de los Boogaloo Bois a la que se hab¨ªa unido recientemente. En su texto mencion¨® que la polic¨ªa ven¨ªa tras ¨¦l.
El mensaje de texto dec¨ªa: ¡°Eliminadlos cuando vayan entrando¡±, seg¨²n los documentos judiciales.
Los fiscales alegan que, minutos despu¨¦s, Carrillo tendi¨® una emboscada a tres alguaciles. Abri¨® fuego con un rifle autom¨¢tico con silenciador y lanz¨® una bomba casera desde una posici¨®n oculta en un empinado terrapl¨¦n a unos 12 metros de los oficiales. Uno muri¨® de un disparo y otro result¨® gravemente herido por la metralla de la bomba que le dio en la cara y el cuello. La polic¨ªa indic¨® que cuando llegaron dos agentes de la Patrulla de Carreteras de California, Carrillo tambi¨¦n abri¨® fuego contra ellos e hiri¨® a uno.
¡°Los polic¨ªas son los perros guardianes, listos para atacar cuando el due?o se lo ordene¡±, dijo Carrillo durante una entrevista, su primera declaraci¨®n p¨²blica desde que lo acusaron de asesinar tanto al alguacil del sheriff en Ben Lomond, como a un agente de seguridad del edificio federal Ronald V. Dellums y el tribunal de justicia de Estados Unidos en Oakland, una semana antes.
Cuando las autoridades finalmente aprehendieron a Carrillo el 6 de junio, las im¨¢genes de un tel¨¦fono m¨®vil lo captaron gritando a los agentes mientras se lo llevaban: ¡°Esto es lo que he venido a combatir: estoy harto de esta maldita polic¨ªa¡±.
Para Carrillo, esa ¨²ltima y fren¨¦tica expresi¨®n de rabia marc¨® la culminaci¨®n de una larga ca¨ªda hacia el extremismo, una trayectoria que hab¨ªa comenzado una d¨¦cada antes al adoptar el movimiento del Tea Party, as¨ª como el libertarismo y los derechos de portar armas de la Segunda Enmienda de la Constituci¨®n estadounidense, antes de evolucionar hacia una participaci¨®n cada vez m¨¢s intensa con elementos paramilitares de los Boogaloo Bois. El grupo militante se conoce por las distintivas camisas hawaianas que sus miembros visten en las protestas, a menudo mientras blanden rifles AR-15 y hacen llamamientos en favor de la guerra civil, que el grupo califica, de forma abreviada, como ¡°Boog¡±.
La detenci¨®n de Carrillo fue tambi¨¦n un presagio de algo m¨¢s grande y ominoso: el surgimiento de un movimiento de insurrecci¨®n violenta en todo Estados Unidos, dirigido por milicias cada vez m¨¢s extremas y agresivas que buscan oportunidades para enfrentarse e incluso atacar al Gobierno. Los ejemplos de esta insurrecci¨®n m¨¢s amplia abundan, desde el complot frustrado de octubre para secuestrar a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, hasta el papel principal que desempe?aron grupos de milicianos como los Proud Boys y los Oathkeepers en la toma violenta del Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero.
Aunque las milicias han estado activas durante mucho tiempo en el pa¨ªs, los grupos que monitorean la violencia extremista informan de un notable aumento de la actividad paramilitar en el ¨²ltimo a?o; y, el FBI, el Departamento de Seguridad Nacional y el Director de Inteligencia Nacional han advertido contundentemente en los ¨²ltimos meses de la elevada amenaza de violencia de los grupos extremistas nacionales.
ProPublica, FRONTLINE y el Programa de Periodismo de Investigaci¨®n de Berkeley tambi¨¦n descubrieron nuevas pruebas de que algunos miembros del servicio militar han acogido la ideolog¨ªa extremista. Las organizaciones de noticias identificaron a 15 miembros activos de la Fuerza A¨¦rea que, al igual que Carrillo, promovieron abiertamente memes y mensajes sobre el movimiento Boogaloo en Facebook. El viernes 9 de abril, el Pent¨¢gono anunci¨® nuevas medidas para combatir el extremismo dentro de las fuerzas armadas. Por su parte, el Gobierno de Joe Biden est¨¢ aumentando la financiaci¨®n para prevenir los ataques de las milicias, los supremacistas blancos y otros grupos antigubernamentales, seg¨²n inform¨® The New York Times este mes.
¡°Estos grupos quieren ser instigadores, la primera l¨ªnea de la guerra civil que va a ocurrir en este pa¨ªs¡±, dijo John Bennett, que era el agente especial a cargo de la divisi¨®n del FBI de San Francisco cuando detuvieron a Carrillo. ¡°Lo que da miedo¡±, a?adi¨®, ¡°es que muchas personas de estos grupos que estamos viendo ahora son sus vecinos¡±.
Al revisar la vida de Carrillo y su camino hacia la radicalizaci¨®n, a trav¨¦s de extensas entrevistas con ¨¦l, su familia, sus amigos y su prometida, adem¨¢s de cientos de p¨¢ginas de expedientes judiciales, mensajes de texto no divulgados anteriormente y documentos internos de la milicia, se revelan nuevos y sorprendentes detalles sobre la amenaza que representan los Boogaloo Bois.
Los expertos en grupos de milicias extremistas consideran desde hace tiempo que los Boogaloo Bois no tienen una verdadera jerarqu¨ªa ni estructura de liderazgo. Sin embargo, al reconstruir las actividades de Carrillo y sus contactos en la milicia, los agentes de la ley se quedaron at¨®nitos cuando descubrieron el grado de coordinaci¨®n, planificaci¨®n y comunicaci¨®n del grupo.
¡°Ese grupo era diferente¡±, dijo en una entrevista Jim Hart, el sheriff del condado de Santa Cruz donde se encuentra Ben Lomond. ¡°Ten¨ªa una cadena de mando definida y una l¨ªnea de liderazgo¡±., antes de su detenci¨®n se hab¨ªa unido a un grupo fuertemente armado, altamente organizado y extremadamente secreto de la milicia en California, autodenominado los Grizzly Scouts.
En una acusaci¨®n federal desvelada el viernes, los fiscales dijeron que Carrillo y cuatro miembros de los Grizzly Scouts, incluido su l¨ªder, ¡°hablaron de t¨¢cticas que implicaban el asesinato de agentes de la polic¨ªa y otras fuerzas del orden¡±. La acusaci¨®n tambi¨¦n alega que esos mismos cuatro miembros de los Grizzly Scouts intentaron frustrar una investigaci¨®n penal relacionada con sus actividades al destruir pruebas de sus comunicaciones con Carrillo y entre ellos.
Durante casi dos horas de entrevistas en espa?ol e ingl¨¦s, as¨ª como en una carta dictada a su prometida desde la c¨¢rcel de Santa Rita, al este de Oakland, Carrillo habl¨® de c¨®mo fue evolucionando su ideolog¨ªa antigubernamental. A pesar de que no quiso comentar acerca de ninguno de los cargos penales que se le imputan, Carrillo habl¨® largo y tendido sobre su lealtad continua para los Boogaloo Bois y explic¨® pacientemente c¨®mo el ¡°pensamiento revolucionario¡± del movimiento pod¨ªa ofrecer una justificaci¨®n para los ataques contra los agentes de la ley que ¨¦l o cualquier otro Boogaloo Boi pensara que violaran la Constituci¨®n. ¡°Yo jur¨¦ defender la Constituci¨®n en contra de todo enemigo, extranjero o nacional¡±, coment¨®.
Carrillo nunca expres¨® piedad o remordimiento por las muertes del sargento Damon Gutzwiller, el alguacil de Ben Lomond, cuya esposa estaba embarazada de su segundo hijo, o de David Patrick Underwood, el agente de seguridad del edificio federal de Oakland, que ten¨ªa la costumbre de hacer donaciones a organizaciones juveniles de b¨¦isbol locales .
Convertirse en un Boog
Nacido en Los ?ngeles en 1988, Carrillo tuvo una infancia marcada por episodios de violencia dom¨¦stica. De acuerdo con algunos familiares, su padre, un inmigrante mexicano indocumentado que trabajaba podando ¨¢rboles, agredi¨® repetidamente a su madre, quien era de Burbank, California. Abandonados por sus padres cuando eran ni?os peque?os, Carrillo y su hermano mayor Evan fueron acogidos por otros miembros de su familia, y a los cinco a?os fueron enviados a un peque?o pueblo rural de Jalisco, M¨¦xico, donde vivieron en la granja de sus abuelos. Un par de a?os m¨¢s tarde, los hermanos Carrillo regresaron a California para vivir con su padre, y acabaron por instalarse en Ben Lomond, un remoto pueblo de solo dos sem¨¢foros en las monta?as de Santa Cruz. Tras graduarse de la secundaria de San Lorenzo Valley, Carrillo dijo que se alist¨® en la Fuerza A¨¦rea en 2009, el mismo a?o en que se cas¨® con su novia de la infancia. En una entrevista, el padre de Carrillo neg¨® las acusaciones que hizo la familia acerca de la violencia dom¨¦stica, pero por lo dem¨¢s no quiso comentar. La madre de Carrillo no quiso hablar oficialmente para este art¨ªculo.
Seg¨²n Carillo, las ideas que tiene sobre la pol¨ªtica y el papel del Gobierno empezaron a formarse en la Fuerza A¨¦rea. ¡°Antes, estaba confinado en una peque?a burbuja¡±, dijo en entrevista refiri¨¦ndose a haberse criado en Ben Lomond, con una poblaci¨®n de 7.000 habitantes. Despu¨¦s de alistarse y conocer a otras personas de todo el mundo, ¡°hablar con la gente cambi¨® todo mi panorama¡±, dijo Carrillo. Sigui¨® un camino trillado que comenz¨® con un feroz apego a los derechos a portar armas, que a su vez lo llev¨® al libertarismo, y luego a un acogimiento entusiasta del movimiento del Tea Party.
En 2012, Carrillo estaba registrado en el Partido Republicano y apoyaba a Gary Johnson, el candidato presidencial del Partido Libertario, y a Ron Paul. Acud¨ªa a m¨ªtines relacionados con la Segunda Enmienda de la Constituci¨®n estadounidense y defendi¨® la ampliaci¨®n de los derechos sobre las armas en una p¨¢gina de Facebook creada por un grupo de autodenominados ¡°patriotas¡± cristianos.
En 2015, cuando estuvo en la Base de la Fuerza A¨¦rea Hill, de Ogden, Utah, Carrillo sufri¨® un accidente automovil¨ªstico que lo dej¨® hospitalizado con una conmoci¨®n cerebral y laceraciones en la cabeza. Su familia y amigos dijeron que el accidente afect¨® a su salud mental. ¡°No era el mismo¡±, dijo Evan Carrillo en una entrevista. ¡°Usualmente hablaba mucho y era muy sociable. Yo era el callado. Ahora era como si le habl¨¢ramos a la pared¡±.
En esa ¨¦poca, Carrillo era oficial de las fuerzas de seguridad de la Fuerza A¨¦rea. De acuerdo con sus hermanos, sus problemas de salud mental fueron lo suficientemente graves como para que la Fuerza A¨¦rea le quitara su arma durante varios meses. (La Fuerza A¨¦rea inform¨® que fue imposible localizar de inmediato los expedientes que necesitaba para comentar acerca del incidente).
Para sus familiares, Carrillo se volvi¨® a¨²n m¨¢s retra¨ªdo cuando su esposa se suicid¨® en 2018, poco despu¨¦s de que ¨¦l confesara haberla enga?ado otra vez. Habl¨® de querer suicidarse y empez¨® a vivir en una camioneta, dejando a sus hijos peque?os al cuidado de sus suegros. ¡°Estaba completamente desconectado de c¨®mo la gente deb¨ªa vivir y de qui¨¦n era¡±, dijo su hermana, Ruby.
Sin embargo, meses despu¨¦s del suicidio de su esposa, los expedientes de la Fuerza A¨¦rea muestran que Carrillo sirvi¨® como aprendiz en los Phoenix Raven, una unidad ¨¦lite que es enviada para proteger aeronaves y sus tripulaciones en zonas de conflicto alrededor del mundo. En esa ¨¦poca, Carrillo estaba destinado en la Base A¨¦rea Travis, del norte de California, pero su aprendizaje con los Ravens tambi¨¦n le proporcion¨® una formaci¨®n especial en t¨¦cnicas de combate, explosivos y dominio avanzado de armas de fuego en la Base Conjunta McGuire-Dix-Lakehurst, cerca de Trenton, Nueva Jersey.
De acuerdo con la Fuerza A¨¦rea, Carrillo complet¨® ese curso de cualificaci¨®n de 24 d¨ªas para convertirse en Phoenix Raven a finales de 2018, y luego regres¨® a la Base de Travis para ¡°cualificarse totalmente para la misi¨®n como Raven¡±. La Fuerza A¨¦rea inform¨® de que, de julio a noviembre de 2019, Carrillo sirvi¨® como l¨ªder del equipo de Phoenix Ravens en Kuwait y en otros pa¨ªses de la regi¨®n.
En una entrevista, Carrillo indic¨® que su ideolog¨ªa pol¨ªtica se form¨® cuando estuvo en la Fuerza A¨¦rea. Los 15 aviadores en servicio activo que las organizaciones de noticias identificaron como promotores abiertos del contenido de los Boogaloo Bois en Facebook serv¨ªan en bases de todo el mundo, entre ellos ocho que, como Carrillo, estaban en la rama de seguridad de la Fuerza A¨¦rea.
Cuando se le pregunt¨® a ese organismo acerca de esos aviadores en activo, inform¨® en un comunicado que todo el personal que participe en grupos extremistas ¡°viola directamente¡± las normas del Departamento de Defensa. ¡°Apoyar ideolog¨ªa extremista, especialmente la que llama a la violencia o a la privaci¨®n de las libertades civiles de ciertos miembros de la sociedad, viola el juramento de apoyar y defender la Constituci¨®n de Estados Unidos que todo miembro hace¡±.
El viernes 9 de abril, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, orden¨® que el Pent¨¢gono tomara una serie de medidas para contrarrestar el extremismo dentro de las Fuerzas Armadas.
No est¨¢ claro de forma precisa cu¨¢ndo empez¨® Carrillo a asociarse con los Boogaloo Bois, pero, de acuerdo con una declaraci¨®n jurada de un agente del FBI, ya estaba en contacto directo con figuras destacadas del grupo en diciembre de 2019.
Los fiscales alegan que un mes despu¨¦s, Carrillo compr¨® un dispositivo de 15 d¨®lares que convierte rifles semiautom¨¢ticos AR-15 en ametralladoras totalmente autom¨¢ticas. Tambi¨¦n se le acus¨® de haber hecho la compra a trav¨¦s de un sitio web que se anunciaba en los grupos pro Boogaloo de Facebook, y que promet¨ªa donar parte de sus beneficios a la familia de Duncan Lemp, quien se convirti¨® en un m¨¢rtir del grupo despu¨¦s de morir en una redada policial. Carrillo tambi¨¦n hab¨ªa empezado a compartir memes e im¨¢genes populares de la milicia en su muro de Facebook, y estaba en contacto en l¨ªnea con un c¨ªrculo creciente de Boogaloo Bois. ¡°Mucha gente del movimiento sab¨ªa qui¨¦n era Steven¡±, dijo en entrevista Mike Dunn, l¨ªder de una facci¨®n de los Boogaloo Bois en Virginia que se autodenomina los Last Sons of Liberty (?ltimos Hijos de la Libertad).
La novia de Carrillo, Silvia Amaya, dijo en una entrevista que durante ese tiempo not¨® un claro cambio en su comportamiento, comentando que sufr¨ªa de insomnio y ¡°se encerraba en su mundo¡± cada vez m¨¢s. Con frecuencia, Carrillo dec¨ªa que ¡°pronto empezar¨ªa una guerra¡±, haci¨¦ndose eco de la creencia principal de los seguidores de los Boogaloo.
Los Grizzly Scouts
En los expedientes judiciales, los fiscales alegan que el 14 de marzo de 2020 Carrillo recibi¨® un mensaje de texto de Ivan Hunter, un l¨ªder de los Boogaloo Bois de Texas. El mensaje parece una instrucci¨®n para prepararse para la acci¨®n. ¡°Empieza a redactar esa operaci¨®n¡±, escribi¨® Hunter a Carrillo. ¡°La que hablamos en diciembre. Voy a dar luz verde a algunas cosas¡±. En respuesta, Carrillo escribi¨®: ¡°?Suena bien, hermano!¡±. Poco despu¨¦s, Carrillo trat¨® de unirse a los Grizzly Scouts, un grupo de milicia californiano reci¨¦n formado y que proclamaba su ¡°afinidad por las camisas hawaianas¡± (el s¨ªmbolo m¨¢s conocido de los Boogaloo Bois) en su p¨¢gina de perfil de mymilitia.com.
Los Grizzly Scouts, tambi¨¦n conocidos como el Primer Destacamento del Primero de los Scouts de California, tienen su base en Turlock, una peque?a ciudad a unos 160 kil¨®metros al sureste de San Francisco. De acuerdo con los fiscales federales, los Grizzly Scouts ten¨ªan un grupo de Facebook llamado ¡°/K/alifornia Kommando¡± que proclamaba su deseo de ¡°reunir a californianos con ideas afines que pudieran crear redes y establecer escuadrones locales de matones¡±. (Entre los Boogaloo Bois, se refieren a escuadrones de un solo miembro).
De acuerdo con la informaci¨®n que obtuvieron las organizaciones de noticias, el 10 de abril de 2020 un miembro de los Grizzly Scouts que se hace llamar BoojerBro1776 envi¨® por correo electr¨®nico a Carrillo un extenso paquete de 31 p¨¢ginas de materiales para solicitar su admisi¨®n al grupo. (El t¨ªtulo del mensaje dec¨ªa ¡°Incorporaci¨®n¡±). Los documentos, nunca antes revelados p¨²blicamente, son una extra?a mezcla entre manual de instrucciones corporativas y escalofriante libro de acci¨®n militar armada.
A los nuevos reclutas se les ped¨ªa que cumplieran una pol¨ªtica de redes sociales y que firmaran tanto un acuerdo de confidencialidad, como una exenci¨®n de responsabilidad. La propia solicitud inclu¨ªa este fragmento de la jerga corporativa: ¡°Si esta solicitud conduce a un empleo, entiendo que la informaci¨®n falsa o enga?osa en mi solicitud o entrevista puede resultar en mi exclusi¨®n¡±.
Al mismo tiempo, los documentos dejan claro que los Grizzly Scouts pretend¨ªan hacer algo m¨¢s que reunirse en el bosque para practicar tiro al blanco de vez en cuando. El c¨®digo de vestimenta de los Grizzly Scouts comienza as¨ª: ¡°Desde que la humanidad se dio cuenta de que pod¨ªamos matarnos unos a otros para lograr algo, los hombres se han puesto uniformes y han ido a la batalla¡±. Los documentos, que describen a los Grizzly Scouts como una ¡°milicia constitucional armada¡±, contin¨²an con el decreto de que hab¨ªa que vestirse de negro ¡°al llevar a cabo operaciones encubiertas o clandestinas¡±, y subrayan la importancia de llevar uniformes aprobados de los Grizzly Scouts ¡°para mitigar cualquier posible confusi¨®n en el campo de batalla¡±.
¡°Nuestras ¨¢reas de operaciones pueden llevarnos del lodo al centro de la ciudad en un abrir y cerrar de ojos¡±, afirma el documento.
Los documentos tambi¨¦n dejan claro que los antecedentes militares de Carrillo, en particular su entrenamiento avanzado en combate y armamento, proporcionaban exactamente las cualidades que los Grizzly Scouts quer¨ªan en sus reclutas. Los miembros de los Grizzly Scouts ¡ªlas fuerzas del orden dicen que el grupo hab¨ªa atra¨ªdo a 27 reclutas¡ª recib¨ªan rangos y funciones militares de acuerdo con su nivel de formaci¨®n y de su experiencia previa en combate. Algunos Grizzly Scouts fueron designados como ¡°francotiradores¡±, otros fueron asignados a ¡°operaciones clandestinas¡± y algunos fueron personal m¨¦dico o conductores. Cualquiera que fuera su funci¨®n, todos deb¨ªan mantener un equipo de urgencia que incluyera ¡°gasas de combate¡±, un arma ¡°primaria¡± y otra ¡°secundaria¡±.
Dos semanas despu¨¦s de recibir los materiales de solicitud, Carrillo se uni¨® a los Grizzly Scouts para un fin de semana de entrenamiento, o ¡°iglesia¡±, en la jerga del grupo. Para respetar el deseo de los Grizzly Scouts de mantenerse secretos, Carrillo fue impreciso con Amaya, su novia, acerca de d¨®nde y con qui¨¦n hab¨ªa estado. Amaya sab¨ªa bien que Carrillo hab¨ªa enga?ado a su primera esposa, por lo que se imagin¨® lo peor e insisti¨® en que la llevara consigo la pr¨®xima vez que planeara reunirse con sus misteriosos amigos nuevos. ¡°Yo estaba muy enojada y muy celosa¡±, dijo ella.
El 9 de mayo, la pareja carg¨® el coche con armas y chalecos antibalas para dirigirse a un rancho del condado de Mariposa, no lejos del Parque Nacional de Yosemite, y reunirse con los Grizzly Scouts para otra sesi¨®n de entrenamiento. Por el camino se encontraron con Jessie Rush, el ¡°comandante del destacamento¡± de los Grizzly Scouts, cuyo perfil de LinkedIn dice que es un veterano del Ej¨¦rcito estadounidense que ahora trabaja en una empresa de seguridad privada. Rush, tambi¨¦n conocido como ¡°Grizzly Actual¡±, les record¨® que no tomaran fotos, pero por lo dem¨¢s no puso ninguna objeci¨®n a que Amaya estuviera presente mientras los Grizzly Scouts hac¨ªan varios ejercicios de tiro.
Rush, uno de los cuatro Grizzly Scouts con cargos penales de esconder evidencia de sus comunicaciones con Carrillo, no quiso comentar para este art¨ªculo.
Cuando peguntamos a Carrillo acerca de su participaci¨®n en los Grizzly Scouts, respondi¨® con evasivas. ¡°?C¨®mo se dieron cuenta de eso?¡±, dijo en espa?ol cuando se le presion¨® por primera vez acerca de sus v¨ªnculos con el grupo. M¨¢s tarde, Carrillo declar¨® no conocer ni los objetivos ni las actividades de los Grizzly Scouts. ¡°Solo nos est¨¢bamos conociendo¡±, agreg¨®.
Sin embargo, los fiscales indicaron que Carrillo ten¨ªa el rango de ¡°sargento mayor¡± en los Grizzly Scouts y, al igual que otros miembros del grupo, hab¨ªa adoptado un nombre de guerra de un animal: ¡°Armadillo¡±.
La muerte de George Floyd en Minneapolis el 25 de mayo, 15 d¨ªas despu¨¦s del ¨²ltimo entrenamiento de Carrillo con los Grizzly Scouts, galvaniz¨® a los fieles de los Boogaloo. En publicaciones en l¨ªnea, hablaron de la muerte de Floyd no solo como un ejemplo de conducta policial atroz, sino como una oportunidad para avivar el caos que podr¨ªa atribuirse al movimiento Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan). Esperaban que la agitaci¨®n racial resultante acelerara el tan esperado ¡°Boogaloo¡±, el conflicto final, una segunda guerra civil.
Dos d¨ªas despu¨¦s de la muerte de Floyd, Ivan Hunter, el amigo de Carrillo, condujo de Texas a Minneapolis. Seg¨²n la acusaci¨®n de los fiscales, Hunt se arm¨® con un rifle semiautom¨¢tico tipo AK-47 y dispar¨® 13 veces contra una comisar¨ªa de polic¨ªa abandonada de esa ciudad donde hab¨ªa cientos de manifestantes. Los fiscales alegan que Hunter grit¨® ¡°?Justicia para Floyd!¡± antes de esfumarse en la oscuridad de la noche con otros Boogaloo Bois que hab¨ªan llegado a Minneapolis para provocar un enfrentamiento civil. Hunter, arrestado finalmente en San Antonio, fue acusado de participar en un mot¨ªn y est¨¢ detenido sin fianza. Su abogado defensor no quiso hacer ning¨²n comentario.
Para Carrillo, la muerte de Floyd confirm¨® su visi¨®n de la polic¨ªa como poco m¨¢s que instrumentos voluntarios de un orden pol¨ªtico corrupto y tir¨¢nico empe?ado en destruir la Constituci¨®n. ¡°Sent¨ª m¨¢s odio que nada¡±, dijo en una entrevista cuando se le pregunt¨® acerca del asesinato de Floyd.
¡°La revoluci¨®n Boogaloo es en contra del Gobierno¡±, explic¨®, ¡°pero la polic¨ªa es b¨¢sicamente un perro que el Gobierno sujeta con una correa¡±.
Amaya dijo que el asesinato de Floyd ¡°desat¨® todo lo peor¡± en Carrillo, quien, en los d¨ªas siguientes, se comport¨® como un hombre que se preparaba para la batalla, seg¨²n recuerda. ¡°Es una gran oportunidad para apuntar a los specialty soup bois (Boogaloo Bois con especialidades), escribi¨® Carrillo en su p¨¢gina de Facebook el 28 de mayo utilizando la jerga de los Boogaloo para referirse a las fuerzas de seguridad federales. Esa noche sorprendi¨® a Amaya proponi¨¦ndole matrimonio, regal¨¢ndole un anillo de silicona azul turquesa de 25 d¨®lares y prometiendo sustituirlo por un anillo de diamantes m¨¢s adelante.
Carrillo sali¨® de la casa de Amaya el d¨ªa siguiente. Seg¨²n los fiscales, recogi¨® a otro Boogaloo Boi, Robert Justus Jr., y condujo hasta el centro de Oakland. Eran las 21.15, y la multitud se hab¨ªa acumulado en las calles de esa ciudad para protestar y lamentar la muerte de Floyd. Mientras tanto, a unas manzanas de distancia, los dos hombres que viajaban en una camioneta Ford blanca, rodearon varias veces el juzgado federal de Oakland donde David Patrick Underwood, agente federal de seguridad, atend¨ªa una caseta de vigilancia de dos personas. Los fiscales dicen que Carrillo iba en el asiento trasero, cerca de la puerta corredera, y llevaba un rifle de ca?¨®n corto, un ¡°arma fantasma¡± sin n¨²mero de serie, lo que hace casi imposible rastrearla. De acuerdo con el FBI, se trataba de una ametralladora ilegal optimizada para disparar autom¨¢ticamente en r¨¢fagas con un silenciador a?adido.
Horas antes, Carrillo hab¨ªa publicado en Facebook que si las cosas ¡°no est¨¢n arrancando en tu barrio, empi¨¦zalas t¨²¡±. Entonces, dijeron los fiscales, Justus condujo hacia la caseta de vigilancia y Carrillo abri¨® la puerta de la camioneta y dispar¨® m¨²ltiples r¨¢fagas, matando a Underwood e hiriendo gravemente a un segundo guardia. ¡°?Viste c¨®mo cayeron los cabrones?¡± dijo Carrillo mientras se alejaba la camioneta, seg¨²n el relato de Justus ante los investigadores despu¨¦s de entregarse.
¡°En su mente, Steven estaba en una misi¨®n, como en la Fuerza A¨¦rea, pero para ¨¦l en ese momento el enemigo eran los polic¨ªas¡±, dijo Amaya.
Un abogado de Justus, quien fue acusado de complicidad en el asesinato de Underwood, se neg¨® a hablar de la supuesta implicaci¨®n de su cliente con los Boogaloo Bois. En cambio, se?al¨® los archivos judiciales que describen lo que Justus dijo a los investigadores. Seg¨²n los expedientes, Justus les insisti¨® en que sinti¨® que ten¨ªa que participar porque estaba ¡°atrapado en la camioneta¡±. Tambi¨¦n afirm¨® que le dijo a Carrillo: ¡°Esto no me parece bien¡±, e intent¨® pensar en formas de ¡°disuadirlo de su plan¡±. Agreg¨® que Carrillo le respondi¨® apunt¨¢ndole con un rifle y pregunt¨¢ndole si era ¡°polic¨ªa o rata¡±.
El tiroteo contra los dos guardias se aline¨® perfectamente con la ideolog¨ªa de los Boogaloo Bois. ¡°Usen su ira para alimentar nuestro fuego¡±, hab¨ªa escrito Carrillo en Facebook esa ma?ana. ¡°Tenemos multitudes de personas enojadas que podemos utilizar para nuestro beneficio¡±. Como era de suponerse, varios comentaristas conservadores se apresuraron a culpar a manifestantes antifa (grupos heterog¨¦neos de izquierda) y de Black Lives Matter del asesinato de Underwood.
Cuatro horas despu¨¦s de la muerte de Underwood, Carrillo recibi¨® un mensaje de texto de Hunter en el que le instaba a atacar los edificios de la polic¨ªa, seg¨²n muestran los expedientes judiciales.
Carrillo contest¨®: ¡°Hice algo mejor, lol (risa)¡±.
Ese fin de semana, cuando Carrillo volvi¨® a casa de Amaya, ella record¨® que parec¨ªa estar ¡°al l¨ªmite y distra¨ªdo¡±. Carrillo pidi¨® una semana de licencia de la base Travis y envi¨® 200 d¨®lares a Hunter, felicit¨¢ndolo por ¡°hacer buena mierda ah¨ª afuera¡±. La mayor parte del tiempo, dijo Amaya, Carrillo estaba pegado a Facebook, siguiendo las noticias y comentando v¨ªdeos virales de enfrentamientos entre la polic¨ªa y los manifestantes. ¡°?Qui¨¦n necesita a los antifa para iniciar disturbios cuando la polic¨ªa lo hace por ti?¡±, dec¨ªa uno de sus comentarios.
En los d¨ªas posteriores al tiroteo de Oakland, Carrillo se comunic¨® regularmente con Rush y otros miembros de los Grizzly Scouts en un grupo de WhatsApp que llamaban ¡°209 Goon HQ¡±, dicen los fiscales. (El c¨®digo de ¨¢rea del condado de Mariposa, territorio de los Grizzly Scouts, es el 209). A trav¨¦s de WhatsApp, hicieron repetidas referencias al ¡°Boog¡± y ¡°hablaron de cometer actos de violencia contra las fuerzas del orden¡±, alegan los fiscales.
El s¨¢bado 6 de junio, Carrillo se dirigi¨® a la casa de su padre en Ben Lomond. Eran alrededor de las dos de la tarde cuando Gutzwiller, un sargento de la Oficina del Sheriff del Condado de Santa Cruz, y dos alguaciles m¨¢s llegaron a la propiedad, que estaba custodiada por un perro con chaleco antibalas y vigilada por c¨¢maras de seguridad. Respond¨ªan a la llamada de un transe¨²nte que hab¨ªa visto una camioneta Ford blanca sospechosa cargada con lo que parec¨ªan armas de fuego y material para fabricar bombas. Cuando los agentes se enteraron de que la camioneta estaba registrada a nombre del padre de Carrillo, pararon en su casa para interrogarlo.
Los alguaciles no se dieron cuenta, pero Carrillo estaba encaramado a tan solo 12 metros de distancia, escondido y bien disimulado en un terrapl¨¦n empinado y apuntando con la misma arma ¡°fantasma¡± que los fiscales dicen que hab¨ªa usado en Oakland.
Seg¨²n los mensajes de texto de WhatsApp que los fiscales lo acusan de enviar, Carrillo parec¨ªa estar tratando de guiar a sus compa?eros de los Grizzly Scouts sobre c¨®mo podr¨ªan unir fuerzas con ¨¦l en un ataque coordinado contra los agentes de la ley que llegaban a buscarlo.
En su mensaje de texto dijo, ¡°est¨¢n esperando refuerzos¡±, a?adiendo que ¡°este es el ¨²nico camino para entrar y salir. Eliminadlos cuando vayan entrando¡±.
La polic¨ªa inform¨® que Carrillo dispar¨® a Gutzwiller, mat¨¢ndolo de un solo disparo en el pecho. Otro alguacil tambi¨¦n recibi¨® un disparo en el pecho, pero se salv¨® gracias a su chaleco antibalas.
Durante el caos y el derramamiento de sangre que siguieron, Carrillo se enzarz¨® en un tiroteo con los agentes de la ley, lanzando bombas caseras y secuestrando veh¨ªculos. Con su propia sangre, garabate¨® ¡°BOOG¡± y ¡°Me volv¨ª irrazonable¡± y ¡°Detengan el duopolio¡± (todos lemas comunes de los Boogaloo), sobre el cap¨® de un coche que se hab¨ªa robado. En alg¨²n punto, tambi¨¦n envi¨® un otro mensaje de WhatsApp a sus compa?eros de los Grizzlies diciendo: ¡°Amigos, me ech¨¦ a un federal¡±.
A pesar de todas las peticiones urgentes que hiciera Carrillo para obtener refuerzos, no hay indicaci¨®n de que alg¨²n Grizzly Scout intentara acudir a su ayuda. La interrogaci¨®n de Henry Montes, el investigador de la Fiscal¨ªa del Condado de Santa Cruz, de la prometida de Carrillo en agosto, ofrece una posible explicaci¨®n. Algunos miembros de los Grizzly Scouts, se?al¨®, hab¨ªan dicho a los investigadores que Carrillo era demasiado extremista para ellos. ¡°Las cosas que dec¨ªa los hac¨ªan pensar que quer¨ªa matar polic¨ªas¡±, dijo Montes a Amaya, de acuerdo con una grabaci¨®n de la entrevista que obtuvieron las organizaciones de noticias.
¡°Hablamos con algunas personas que ya no eran parte de ese grupo porque ten¨ªan miedo de Steven¡±, dijo Montes.
Una boda en la c¨¢rcel
En las entrevistas, los hermanos de Carrillo describen a su hermano como alguien que durante a?os sufri¨® graves problemas de salud mental y que no recibi¨® el apoyo y el tratamiento m¨¦dico que necesitaba por parte de la Fuerza A¨¦rea. ¡°Yo pod¨ªa ver su dolor¡±, dijo Ruby, su hermana.
En las dos horas de entrevistas, el propio Carrillo no atribuy¨® ninguno de sus actos a una enfermedad mental. En cambio, proclam¨® abiertamente su apoyo a los Boogaloo Bois y desafi¨® en repetidas ocasiones lo que considera ideas err¨®neas acerca del grupo.
¡°Solo quiero decir que el movimiento Boogaloo, ya saben, hay muchas cosas en el peri¨®dico que siento que la gente no entiende¡±, dijo Carrillo. ¡°Quiero decir que el movimiento Boogaloo es totalmente inclusivo. Incluye a todos. No es cosa de raza. Se trata de gente que ama la libertad, y est¨¢ descontenta con el nivel de control que el Gobierno ejerce sobre nuestras vidas. Es solo un movimiento, es una idea acerca de la libertad. Es simplemente un amor total por la libertad¡±.
Mientras, Carrillo se encuentra en la c¨¢rcel a la espera de juicio, y su evoluci¨®n pol¨ªtica contin¨²a. En una carta que escribi¨® a los periodistas en octubre, se refiri¨® a Joe Biden como un hombre que ¡°olfatea a los ni?os¡±, haci¨¦ndose eco de QAnon, una teor¨ªa conspirativa pro-Trump que acusa falsamente al Partido Dem¨®crata de dirigir una red de tr¨¢fico sexual de ni?os organizada por adoradores de Sat¨¢n.
Los abogados defensores de Carrillo se negaron a hacer comentarios.
Amaya lo sigue apoyando. ¡°Yo lo conozco, y s¨ª creo que puede cambiar¡±.
El d¨ªa de Navidad, la pareja intercambi¨® sus votos a trav¨¦s de una videollamada desde la c¨¢rcel de Santa Rita. ¡°Me encantan tus labios, baby¡±, le dijo Carrillo.
Ella le prometi¨® que lo amar¨ªa ¡°por siempre y para siempre¡±.
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