Francia promete sanciones para los militares que alertaron del ¡°desmoronamiento¡± del pa¨ªs
La opini¨®n, publicada en una tribuna de una revista de ultraderecha, suma ya m¨¢s de 15.000 firmas y una encuesta demuestra un fuerte apoyo a los signatarios
Habr¨¢ sanciones y ser¨¢n ¡°ejemplares¡±, prometi¨® este jueves el Ej¨¦rcito franc¨¦s sobre los militares que publicaron la semana pasada una tribuna en una revista de ultraderecha advirtiendo del ¡°desmoronamiento¡± de Francia y del riesgo de una ¡°intervenci¨®n¡± de las fuerzas armadas si los responsables pol¨ªticos no hacen nada por evitarlo. La indignaci¨®n pol¨ªtica tanto por el art¨ªculo como por su manipulaci¨®n electoralista por parte de la l¨ªder de extrema derecha Marine Le Pen, que invit¨® a los firmantes a unirse a sus filas, ha ido creciendo en los ¨²ltimos d¨ªas, hasta recibir una condena ¡°firme¡± del primer ministro, Jean Castex, tras un silencio inicial del Gobierno muy criticado por la izquierda.
La tribuna sumaba este jueves m¨¢s de 15.000 firmas frente al millar original, seg¨²n el autor de la ¡°carta abierta¡± al Gobierno franc¨¦s, el antiguo oficial de gendarmer¨ªa y luego chaleco amarillo Jean-Pierre Fabre-Bernadac, que sin embargo no revela la identidad de los nuevos signatarios.
Una encuesta del instituto Harris Interactive para la cadena LCI revela que el 58% de los sondeados (1.613 personas) apoya a los signatarios. Es m¨¢s, un alto porcentaje dice compartir opiniones de la tribuna, como que las leyes del pa¨ªs no se aplican en todo el territorio (86%). Y casi la mitad, el 49%, se declara favorable en este contexto a la intervenci¨®n del Ej¨¦rcito, ¡°para garantizar el orden y la seguridad en Francia¡±, aunque lo hagan sin una orden.
¡°Eso se llama golpe de Estado¡±, dice Jean-Yves Camus, director del Observatorio de las radicalidades pol¨ªticas en la Fundaci¨®n Jean Jaur¨¨s, quien sin embargo se dice ¡°muy dubitativo¡± respecto a los resultados de una encuesta realizada con una muestra peque?a y en pleno debate sobre una tribuna de la que muchos han o¨ªdo hablar (64%), pero que pocos reconocen saber exactamente de qu¨¦ se trata (38%). Y en un ambiente caldeado, sobre todo tras el atentado del viernes en una comisar¨ªa de Rambouillet. ¡°No estoy seguro de que, si se hiciera esta encuesta dentro de dos o tres semanas, obtendr¨ªamos el mismo porcentaje¡±, se?ala por tel¨¦fono. ¡°Me gustar¨ªa saber si reaccionar¨ªan de la misma manera si un d¨ªa se levantaran y vieran tanques en la calle¡±.
M¨¢s all¨¢ de las encuestas, el Gobierno ha exigido responsabilidades ante una ¡°iniciativa contraria a todos nuestros principios republicanos, al honor, al deber del Ej¨¦rcito¡±, como dijo Castex el mi¨¦rcoles.
Seg¨²n adelant¨® en Le Parisien el jefe del Estado Mayor de los Ej¨¦rcitos, Fran?ois Lecointre, los generales que firmaron la tribuna y que est¨¢n en lo que en Francia se denomina ¡°segunda secci¨®n¡± ¡ªcercanos a la jubilaci¨®n, pero que a¨²n podr¨ªan ser llamados para una misi¨®n¡ª, ser¨¢n obligados a retirarse.
¡°Deseo que se ordene su retiro forzoso¡±, asegur¨® Lecointre. ¡°Es un procedimiento excepcional que vamos a lanzar de inmediato a petici¨®n de la ministra de Defensa [Florence Parly]¡±. Todos tendr¨¢n que comparecer ante un consejo superior militar. Al final del proceso, indic¨®, ¡°es el presidente de la Rep¨²blica el que firma el decreto de retiro¡±. Seg¨²n el portavoz de Defensa, Herv¨¦ Grandjean, los generales tambi¨¦n podr¨ªan perder ¡°el derecho a usar el uniforme, su carn¨¦ militar y, tambi¨¦n, el derecho a firmar documentos a?adiendo su gradaci¨®n¡±. Lo que se busca, subray¨®, es que sean sanciones ¡°ejemplares¡±.
Lecointre indic¨® que hasta el momento, adem¨¢s de los generales en reserva, entre los firmantes originales se ha identificado a 18 militares en activo, entre ellos cuatro oficiales, que tambi¨¦n tendr¨¢n que afrontar un proceso disciplinario a¨²n por determinar. ¡°Mi intenci¨®n es que (las sanciones) sean m¨¢s fuertes para los militares de mayor rango (¡) cuanto m¨¢s altas las responsabilidades, mayor es la obligaci¨®n de ser ejemplar¡±, se?al¨®.
El 21 de abril, una ¡°veintena de generales, un centenar de altos mandos y m¨¢s de un millar de otros militares¡±, seg¨²n Valeurs Actuelles, denunciaron lo que consideran un ¡°desmoronamiento¡± de Francia. Lo achacaban a ¡°un cierto antirracismo que busca un solo objetivo: crear un malestar, un odio entre las comunidades¡± y un ¡°islamismo y unas hordas de los barrios perif¨¦ricos¡± que intentan transformar partes de Francia ¡°en territorios sumisos a dogmas contrarios a nuestra constituci¨®n¡±.
¡°Aquellos que dirigen nuestro pa¨ªs deben encontrar, de manera imperativa, el valor necesario para erradicar esos peligros¡±, reclamaban los militares, que instaban al presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, a ¡°no perder m¨¢s el tiempo¡± y advert¨ªan de que si no se act¨²a ante el ¡°laxismo¡±, se podr¨ªa producir ¡°la intervenci¨®n de nuestros camaradas en activo¡±.
La tendencia hacia la derecha o ultraderecha en las fuerzas armadas francesas ¡ªy las policiales¡ª no es ning¨²n secreto. En 2017, el 41% de los militares y el 54% de los polic¨ªas encuestados por el instituto Cevipof dijeron haber votado por Le Pen en la primera vuelta de las presidenciales, frente al 16% de la totalidad de la poblaci¨®n.
En marzo, el diario Mediapart identific¨® al menos medio centenar de militares en activo con filiaci¨®n neonazi que, seg¨²n Lecointre, finalmente eran una treintena que ya han sido sancionados.
Pese a todo, los responsables militares aseguran que problemas como la tribuna son puntuales ¡ªla firman 18 militares en activo de un total de 210.000¡ª y que la mayor¨ªa, independientemente de su ideolog¨ªa, respetan la neutralidad que les impone el uniforme. ¡°La ¨²nica bandera que portamos es la tricolor francesa¡±, subray¨® Lecointre, que tambi¨¦n rechaza tajantemente cualquier tentaci¨®n golpista entre las fuerzas armadas francesas. ¡°El fantasma de un putsch [golpe de Estado] me parece fuera de lugar. No hay la menor tentaci¨®n de ese tipo¡±, asever¨®. Tampoco Camus se muestra inquieto. ¡°Honestamente, no creo en la hip¨®tesis de ver tanques por las calles de Par¨ªs¡±.
Uso electoralista de la tribuna
¡°?C¨®mo la gente, y la se?ora Le Pen en particular, que aspira a ejercer las responsabilidades de Estado, pueden avalar una iniciativa que no excluye actuar contra el Estado?¡±, se pregunt¨® el primer ministro, Jean Castex, para quien esto demuestra que Le Pen, pese a sus intentos de ¡°desdiabolizaci¨®n" de su partido, Reagrupamiento Nacional, sigue escondiendo su naturaleza extremista. ¡°Genio y figura hasta la sepultura¡±, decret¨®.??
?? Le Pen dice asumir su gesto. Y por ahora, no parece sufrir consecuencias. A un a?o de las presidenciales, la l¨ªder de ultraderecha se mantiene, insistentemente, en lo m¨¢s alto de los sondeos y con las mayores posibilidades de todo el espectro pol¨ªtico franc¨¦s de pasar a la segunda vuelta junto con el actual presidente, Emmanuel Macron, como en 2017.?
Una de las ¨²ltimas encuestas, publicada por Le Monde este fin de semana, confirma que Le Pen obtendr¨ªa el mayor porcentaje de votos (entre el 26 y el 28%) en la primera vuelta fuera cual fuera el candidato conservador y con la izquierda dividida. Llegar¨ªa as¨ª a la segunda ronda con Macron, que obtendr¨ªa en el primer escrutinio entre 25 y 29% de los sufragios. ¡°En todos los escenarios previstos, los finalistas de 2017 van ampliamente en cabeza en la primera vuelta. La actualidad, angustiosa, le permite al presidente acumular una base de electores poco deseosos de cambiarlo todo, mientras que Marine Le Pen capta la c¨®lera¡±, se?ala el rotativo.?
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