¡°Luchamos por la democracia en Chad, no somos mercenarios¡±
Mahamat Mahdi Ali, el jefe del grupo rebelde que mat¨® al presidente D¨¦by, acusa a Francia de avalar un supuesto golpe de Estado en favor del hijo del dictador
A medio camino entre la pol¨ªtica y las armas, refugiado en Francia durante 25 a?os, militante socialista, licenciado en Derecho y Econ¨®micas y eterno guerrillero, Mahamat Mahdi Ali (Yamena, 1964), ser¨¢ ya para siempre el l¨ªder del grupo rebelde que acab¨® con la vida del presidente chadiano Idris D¨¦by hace un mes. Oculto y en constante movimiento en alg¨²n lugar entre Libia, Chad y N¨ªger por temor a un ataque a¨¦reo, el presidente del Frente por la Alternancia y la Concordia en Chad (FACT, por sus siglas en franc¨¦s), acusa a Par¨ªs de avalar un supuesto golpe de Estado en favor del hijo de D¨¦by, niega haber sido derrotado y reivindica su papel de libertador en conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S. ¡°Somos como Garibaldi¡±, asegura.
Su voz suena ronca y serena. Afable, pero contundente. ¡°Nuestras tropas est¨¢n en el interior de Chad, controladas y sobrevoladas en todo momento por la aviaci¨®n francesa. Es todo lo que te puedo decir¡±, comenta al ser preguntado por su ubicaci¨®n. Hace una semana, el Ej¨¦rcito chadiano desfilaba triunfante por las calles de la capital, Yamena, y el ministro de Defensa aseguraba que la rebeli¨®n estaba ¡°en desbandada¡±. Aunque acepta haber sufrido bajas, Mahdi Ali niega la mayor y lo califica de propaganda mentirosa. ¡°Hemos declarado un alto el fuego, pero estamos operativos. El r¨¦gimen de Yamena, gracias al apoyo franc¨¦s, es quien quiere hacer la guerra¡±, apunta.
El presidente D¨¦by y su familia gobernaban Chad con pu?o de hierro desde hac¨ªa tres d¨¦cadas, sin dar un respiro a la oposici¨®n y aplastando todo intento de hacerles sombra. Por eso, su inesperada muerte por heridas de bala en el campo de batalla a pocas horas de ser reelegido para un sexto mandato cogi¨® a sus pr¨®ximos a contrapi¨¦. No hab¨ªa un relevo previsto. ¡°Fue al frente porque consideraba que nadie pod¨ªa reemplazarle, una mentalidad propia de todo dictador. Se cre¨ªa un superhombre. Por eso no nos sorprendi¨® su muerte, aunque tampoco era nuestro objetivo. Vimos un helic¨®ptero descender a recoger a alguien, pero no supimos que se trataba de ¨¦l hasta el d¨ªa siguiente¡±, comenta Mahdi Ali.
Antes de anunciar su fallecimiento y en un intento de evitar pugnas internas, con la rebeli¨®n haci¨¦ndose fuerte a solo 300 kil¨®metros de la capital, los generales se saltaron el procedimiento constitucional y aceptaron a Mahamat Idris D¨¦by, hijo del presidente, como el nuevo hombre fuerte del r¨¦gimen al frente de una junta militar. Tras calificar al difunto como ¡°un gran soldado¡± o ¡°amigo valeroso¡±, el El¨ªseo dio su r¨¢pido aval al nuevo r¨¦gimen en aras a la estabilidad de su gran aliado en ?frica central y el Sahel en la lucha contra el yihadismo.
¡°Lo que Francia est¨¢ haciendo es defender una dictadura, un golpe de Estado¡±, comenta Mahdi Ali, ¡°en lugar de contribuir a la emergencia de la democracia. No es normal. No es una cuesti¨®n de clanes, etnias o se?ores de la guerra, nuestro objetivo no es otro que la alternancia [en el poder] y la democracia, valores que est¨¢n supuestamente en los ideales europeos. Sin embargo, todos guardan silencio. La Uni¨®n Europea, la Uni¨®n Africana y la ONU se pliegan a los intereses franceses. No me vale el argumento de que el r¨¦gimen chadiano es campe¨®n en la lucha contra el yihadismo, nosotros tambi¨¦n lo hemos combatido en Libia. La diferencia es que D¨¦by se sum¨® a esta lucha para eternizarse en el poder mientras que nosotros lo hacemos por una creencia firme contra el radicalismo¡±.
El l¨ªder rebelde, musulm¨¢n moderado, se refiere a los tiempos en que el FACT, grupo creado por ¨¦l mismo en 2016, se entrenaba en la Libia controlada por el mariscal Jalifa Hafter y, de la mano, combat¨ªan al Estado Isl¨¢mico. De ah¨ª proceden tambi¨¦n los rumores que apuntan al v¨ªnculo entre estos rebeldes chadianos con mercenarios rusos, aliados del l¨ªder libio, y a la alargada sombra de Mosc¨² tras el asesinato de D¨¦by. ¡°Todo es para desacreditarnos, en la lucha contra los yihadistas tambi¨¦n coincidimos con los franceses y nadie nos lo recuerda. Luchamos por la democracia en Chad, no somos mercenarios; somos como Garibaldi, no como Bob Denard [mercenario franc¨¦s implicado en numerosos golpes de Estado en ?frica]¡±, explica Mahdi Ali.
Tras el desconcierto inicial por la muerte de D¨¦by, perteneciente a la minoritaria etnia zaghawa, la reacci¨®n del Ej¨¦rcito chadiano ha logrado frenar el avance rebelde. ¡°Hay un intento de genocidio en marcha como pas¨® en Ruanda. Nuestros combatientes detenidos, sobre todo los altos cargos de la etnia gorane, est¨¢n siendo ejecutados de manera sumaria¡±, denuncia el l¨ªder guerrillero, quien advierte de la existencia de ¡°discursos tribales¡± que pretenden confundir a la comunidad internacional. ¡°En el FACT est¨¢n todas las etnias de Chad¡±, concluye.
Mientras tanto, en Yamena, el nuevo Gobierno de transici¨®n nombrado por la junta militar, que integra a hist¨®ricos opositores en un intento de rebajar la tensi¨®n, ha anunciado ya la apertura de un proceso de negociaci¨®n inclusivo del que, por ahora, el FACT, acusado de terrorismo, queda excluido. ¡°Idris D¨¦by nunca acept¨® el di¨¢logo, pero el problema chadiano debe arreglarse pol¨ªticamente. El Ejecutivo de transici¨®n no puede ser una marioneta de los militares, tendr¨¢ que negociar con nosotros¡±, remata Mahdi Ali.
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