El Constitucional franc¨¦s veta la inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica en las escuelas p¨²blicas
El ¨®rgano supremo establece que la lengua de la Rep¨²blica es ¡°el franc¨¦s¡±
No habr¨¢ inmersi¨®n ling¨¹¨ªstica en las escuelas de Francia. El Consejo Constitucional anul¨® el viernes un art¨ªculo clave de la ley para la protecci¨®n y la promoci¨®n de las lenguas regionales. El art¨ªculo permit¨ªa la ense?anza en lengua aut¨®ctona en las escuelas p¨²blicas de regiones donde se habla bret¨®n, catal¨¢n o euskera. La ley supon¨ªa una revoluci¨®n educativa en una naci¨®n fundada en la uniformidad ling¨¹¨ªstica y el centralismo. El Constitucional fren¨® en seco el intento y record¨® que la ley fundamental proclama: ¡°La lengua de la Rep¨²blica es el franc¨¦s¡±.
La alegr¨ªa de los militantes de las lenguas regionales y de algunos de sus hablantes dur¨® poco. Si hab¨ªan cre¨ªdo que un d¨ªa la ense?anza en otras lenguas distintas a la dominante podr¨ªa equipararse en Francia a la del catal¨¢n o el euskera en Espa?a, el sue?o se evapor¨® enseguida.
El 8 de abril se hab¨ªa abierto una ventana ins¨®lita. Ese d¨ªa el Parlamento adopt¨® la ley que, en su art¨ªculo 4, daba la posibilidad, pero no la obligaci¨®n, de ofrecer una ense?anza inmersiva en la escuela. Es decir, predominantemente en otra lengua distinta del franc¨¦s y en centros donde la lengua principal de comunicaci¨®n pod¨ªa acabar siendo otra que el franc¨¦s.
El Constitucional cerr¨® la puerta a esta opci¨®n. El ¨®rgano encargado de velar por la constitucionalidad de las leyes remite al art¨ªculo 2 de la ley fundamental, que establece que el franc¨¦s es la lengua de la Rep¨²blica. Y deduce que, en la relaci¨®n entre la Administraci¨®n y los particulares, estos ¡°no pueden arrogarse (...) del derecho a usar otra lengua que no sea el franc¨¦s, ni ser obligados a tal uso¡±.
El diputado bret¨®n Paul Molac, art¨ªfice de la ley y miembro del peque?o grupo Libertades y territorios, juzga con severidad la decisi¨®n del Constitucional. ¡°Son nacionalistas franceses, personas que no soportan que un franc¨¦s no sea al mismo tiempo de cultura francesa¡±, dijo a El PA?S. ¡°Para ellos es una cuesti¨®n de principios: el franc¨¦s debe aplastarlo todo¡±.
No es que la demanda de inmersi¨®n sea masiva. De los 12 millones de alumnos en el sistema escolar franc¨¦s, unos 170.000 reciben clases en sus lenguas regionales. Y de estos, una minor¨ªa reducida frecuenta escuelas privadas donde se practicaba la inmersi¨®n, hasta ahora no regulada.
Nadie ten¨ªa claro qu¨¦ significaba la inmersi¨®n en Francia; en todo caso, era inconcebible, incluso con la nueva ley, un modelo como el catal¨¢n. De lo que se trataba, seg¨²n la ley Molac, era de ofrecer la opci¨®n en algunas escuelas, y siempre que los padres y educadores lo solicitasen. La proporci¨®n de asignaturas en la lengua regional quedaba abierta.
¡°Yo, en la ley, dec¨ªa que pod¨ªa hacerse m¨¢s del 50% en lenguas regionales en la ense?anza p¨²blica¡±, aclara Molac, quien teme que la decisi¨®n del Constitucional acabe afectando a las escuelas privadas donde rige la inmersi¨®n, como los centros de la red Diwan en Breta?a.
El Constitucional, en la misma decisi¨®n, declar¨® legales las subvenciones a escuelas privadas que ense?en la lengua regional, pero vet¨® el uso en los documentos del estado civil graf¨ªas no francesas, como la ¡®?¡¯ del nombre bret¨®n Fa?ch. El argumento es el mismo que el de la inmersi¨®n: admitir que los particulares usen en sus relaciones con la Administraci¨®n y el servicio p¨²blico otra lengua que no sea el franc¨¦s vulnera el art¨ªculo 2 de la Constituci¨®n.
La decisi¨®n, en su conjunto, representa una victoria para el centralismo frente al regionalismo, corrientes que dividen Francia como m¨ªnimo desde los a?os revolucionarios de finales del siglo XVIII cuando se enfrentaban jacobinos contra girondinos. Los primeros prevalecieron. Y tanto el centralismo pol¨ªtico como la uniformidad ling¨¹¨ªstica en nombre de la igualdad y la abolici¨®n de los privilegios del Antiguo R¨¦gimen acabaron consider¨¢ndose esenciales para la cohesi¨®n nacional y la construcci¨®n de la Rep¨²blica.
Las lenguas regionales quedaron al borde de la extinci¨®n o en extrema precariedad. Pero ni la idea girondina, ni el regionalismo desapareci¨® del todo. Su manifestaci¨®n m¨¢s reciente fue la adopci¨®n hace cinco semanas de la ley de las lenguas regionales, hoy parcialmente liquidada. ¡°Para ellos¡±, dice el diputado Molac en alusi¨®n a los miembros del Constitucional, ¡°la escuela debe servir para formatear al ciudadano. Piensan que es el Estado el que hace al ciudadano, y no a la inversa¡±.
Las lenguas regionales dividen al partido de Macron
La Rep¨²blica en Marcha (LREM), el partido del presidente Emmanuel Macron, suele votar casi en bloque a favor de las propuestas del presidente. La ley para la defensa y la promoci¨®n de las lenguas regionales fue una excepci¨®n. No era iniciativa del Gobierno y, por sorpresa, acabo siendo aprobada en la Asamblea Nacional con 247 votos a favor, 76 en contra y 19 abstenciones. Cien diputados de LREM apoyaron la ley, muchos de ellos procedentes de zonas con lenguas regionales, como Occitania o Breta?a. Otros 61, del mismo partido, presentaron unos d¨ªas despu¨¦s un recurso ante Consejo Constitucional, alentados, entre otros, por el ministro de Educaci¨®n, Jean-Michel Blanquer. Seg¨²n ¡®Le Monde¡¯, Blanquer argument¨® en un encuentro con diputados macronistas que quer¨ªa evitar ¡°vivir, en Francia, el fen¨®meno catal¨¢n¡±.
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