La violencia deja a 120.000 birmanos en situaci¨®n de extrema necesidad en Myanmar
Los enfrentamientos entre las fuerzas rebeldes y el Ej¨¦rcito se recrudecen cuatro meses despu¨¦s del golpe de Estado
Unos 120.000 birmanos desplazados por los enfrentamientos entre el Ej¨¦rcito y las guerrillas formadas por minor¨ªas ¨¦tnicas necesitan urgentemente alimentos, medicinas y cobijo, ha alertado el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Su acuciante situaci¨®n se produce cuando aumentan los conflictos en ¨¢reas rurales fronterizas de Myanmar (antigua Birmania) entre las fuerzas rebeldes y el Tatmadaw ¡ªcomo se conoce al Ej¨¦rcito birmano¡ª, una tensi¨®n de d¨¦cadas que ha aumentado a ra¨ªz del golpe de Estado del pasado 1 de febrero. A la vez, grupos de resistencia contra el r¨¦gimen castrense ¡ªentrenados por las guerrillas¡ª han advertido que planean incrementar sus ataques en las ciudades en las pr¨®ximas semanas, llevando el conflicto a escala nacional.
En un comunicado, ACNUR alerta de los riesgos a los que se enfrentan decenas de miles de birmanos por todo el pa¨ªs debido a la escalada de la violencia de los pasados meses. Son varios los lugares a los que han huido los desplazados: en el Estado oriental de Kayah se estima que hay unas 46.000 personas refugiadas en la jungla debido al conflicto entre el Tatmadaw y los rebeldes Karenni. En Karen, Estado del sureste del pa¨ªs donde opera el grupo rebelde de m¨¢s antig¨¹edad, hay otros 45.000 desplazados, seg¨²n cifras de la ONU.
Al oeste, en el Estado de Chin, alrededor de 9.000 personas han huido, la inmensa mayor¨ªa de la ciudad de Mindat (de menos de 50.000 habitantes), despu¨¦s de que en las ¨²ltimas semanas el Tatmadaw respondiera disparando artiller¨ªa pesada a la resistencia presentada por una milicia local. Miles de personas se refugiaron en el bosque tras los ataques con misiles de las Fuerzas Armadas birmanas, que tambi¨¦n han bloqueado el acceso a la ciudad por carretera y cortado el acceso al suministro de agua.
A diferencia de los Estados de Karen o Kayah, Chin (donde habita una de las grandes minor¨ªas ¨¦tnicas del pa¨ªs) no cuenta con un grupo insurgente que controle parte del territorio desde los noventa, por lo que los desplazados est¨¢n a merced de las Fuerzas Armadas. A?adiendo a¨²n m¨¢s gravedad a la situaci¨®n, dos localidades de Chin han sido confinadas por orden de la junta militar debido a un aumento de casos de coronavirus en la zona, cercana a la frontera con la India, uno de los epicentros actuales de la pandemia, seg¨²n informa el medio local The Irrawaddy.
Tambi¨¦n en Kachin, en el norte, unas 8.500 personas se han visto obligadas a dejar sus hogares desde marzo, y se estima que otras 8.400 han tenido que abandonar sus viviendas en el Estado de Shan, al noroeste del pa¨ªs. En menor medida, se han registrado desplazados igualmente en el Estado sure?o de Mon y en la regi¨®n central de Bago.
Aunque muchas de las tensiones entre las guerrillas ¨¦tnicas y el Tatmadaw se remontan a d¨¦cadas atr¨¢s, poco despu¨¦s de que Myanmar se independizara del Reino Unido en 1948, los enfrentamientos se han agravado tras la asonada de febrero. A las demandas de autonom¨ªa de la mayor¨ªa de milicias se suma la oposici¨®n declarada al golpe de muchas de ellas, que han ofrecido adem¨¢s su apoyo y entrenamiento militar a los manifestantes prodemocracia. Estos han decidido adoptar una v¨ªa m¨¢s combativa ante los pocos resultados de las protestas que suceden a diario por el pa¨ªs desde febrero contra el r¨¦gimen militar. Se calcula que entre centenares y miles de activistas se han entrenado con las guerrillas en Estados como Karen, y muchos han pasado a formar parte de un grupo armado llamado ¡°fuerza de defensa popular¡±, que ha comenzado a atacar al Tatmadaw tambi¨¦n en las ciudades.
Esta fuerza de defensa fue anunciada el pasado mes por el Gobierno de Unidad Nacional, formado en la clandestinidad inicialmente por miembros del depuesto Ejecutivo civil de Aung San Suu Kyi, detenida desde el golpe y acusada de varios delitos que podr¨ªan acarrearle una pena de a?os de prisi¨®n. Su objetivo final es constituir un Ej¨¦rcito federal que incluya a las guerrillas ¨¦tnicas y sustituya al Tatmadaw, aunque es un escenario a¨²n poco plausible.
No obstante, a la vez que se recrudece el conflicto entre las guerrillas y el Ej¨¦rcito en las ¨¢reas fronterizas y rurales, aumentan los ataques contra comisar¨ªas y bases del Tatmadaw en las principales ciudades del pa¨ªs, entre ellas la capital, Naypyidaw, as¨ª como en Yang¨®n y Mandalay. La junta militar ha confiscado m¨¢s de 2.000 bombas de fabricaci¨®n casera y armas de fuego en Yang¨®n, donde el viernes anunci¨® ¡ªa trav¨¦s de su cadena de televisi¨®n, Myawaddy¡ª la detenci¨®n de m¨¢s de 40 personas por supuesta posesi¨®n de explosivos y recibir entrenamiento de las guerrillas ¨¦tnicas. Pese a los arrestos, las fuerzas rebeldes han advertido a trav¨¦s de las redes sociales de m¨¢s ataques en las pr¨®ximas semanas.
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