El ¡®Geo Barents¡¯ busca puerto seguro en el Mediterr¨¢neo para los m¨¢s de 400 migrantes que lleva a bordo
Crece la tensi¨®n entre los rescatados por el barco de MSF a la espera de que Italia responda a la petici¨®n para poder atracar en sus costas
Despu¨¦s de rescatar a m¨¢s de 400 personas en 48 horas, el Geo Barents, el barco de salvamento de M¨¦dicos sin Fronteras (MSF) que patrulla desde hace dos semanas las aguas del Mediterr¨¢neo central, espera que Italia le d¨¦ luz verde para poder atracar y que desembarquen. Entre los migrantes se mezclan las emociones. La incertidumbre y el cansancio de la larga traves¨ªa comienzan a hacer mella en ellos y elevan la tensi¨®n a bordo, pero tambi¨¦n hay esperanza.
El barco aguarda a que le asignen un puerto seguro. La ONG realiz¨® siete operaciones de salvamento entre el jueves y el s¨¢bado, con cuatro rescates en un mismo d¨ªa. Tres de los cuatro del s¨¢bado se llevaron a cabo en la zona de salvamento y rescate (SAR, search and rescue) de Malta. El resto, en las aguas internacionales frente a la costa libia. MSF inform¨® a las autoridades competentes de cada operaci¨®n. Malta ya ha rechazado la petici¨®n y la esperanza ahora se centra en la posible respuesta afirmativa de Italia, que en los ¨²ltimos d¨ªas se ha visto desbordada con la llegada de decenas de embarcaciones.
Roma ha respondido, en una primera comunicaci¨®n, que el desembarco no es su responsabilidad dado que los rescates no tuvieron lugar en su zona de b¨²squeda y rescate. La organizaci¨®n humanitaria ha enviado una segunda solicitud acompa?ada de los informes m¨¦dicos de los migrantes as¨ª como datos de car¨¢cter humanitario. En ellos se detalla cu¨¢ntos hombres y mujeres van a bordo, cu¨¢ntos ni?os y menores no acompa?ados, nacionalidades y las vulnerabilidades en materia de derechos humanos que hayan encontrado hasta ahora. Si han detectado que pueden ser v¨ªctimas de tr¨¢fico de personas, si han sido torturados o sufrido violencia sexual. Todos los informes se env¨ªan a las autoridades de Libia, Malta e Italia. Remiten tambi¨¦n copia a Noruega, pa¨ªs que abandera el barco. De momento no ha habido respuesta.
Puerto seguro
La espera se hace larga y se empieza a notar en el ambiente. ¡°Espero que nos asignen un lugar de desembarco seguro en las pr¨®ximas horas. Lo que temo es que no sea lo que suceda¡±, ha lamentado la jefa de la misi¨®n, Barbara Deck, en declaraciones a EL PA?S. ¡°Continuamos abogando ante las autoridades para que act¨²en de la forma en la que est¨¢n obligadas¡±, ha enfatizado Deck, quien ha recordado que ¡°seg¨²n las leyes mar¨ªtimas y el convenio internacional sobre b¨²squeda y salvamento, un rescate no puede considerarse completo hasta que las personas son desembarcadas en un lugar seguro¡±.
Un rescate no puede considerarse completo hasta que las personas son desembarcadas en un lugar seguroBarbara Deck, jefa de misi¨®n de MSF en el 'Geo Barents'
El calor se ha intensificado en los ¨²ltimos d¨ªas y, aunque la cubierta est¨¢ abierta en la popa y tiene una barandilla donde poder asomarse al mar, el agobio es patente en la zona que ocupan los hombres. Se trata de un espacio de unos 40 metros de largo por 12 de ancho en el que conviven 394 varones entre adultos y menores. Las mujeres y los ni?os m¨¢s peque?os son alojados en la cubierta superior, m¨¢s peque?a puesto que suelen ser menos, y con acceso directo a la cl¨ªnica. Algunas personas ya llevan cinco d¨ªas a bordo del Geo Barents y la incertidumbre, el cansancio y las diferencias culturales han provocado las primeras tensiones entre los migrantes.
Problemas de convivencia
Durante el reparto de la comida y del t¨¦ esta ma?ana, miembros del equipo de MSF se han ido reuniendo por grupos con los rescatados para trasladarles en ingl¨¦s, franc¨¦s y ¨¢rabe un mensaje de convivencia. Mientras, algunos de los m¨¢s j¨®venes se han ofrecido a ayudar al equipo de la organizaci¨®n humanitaria. Adamou y John, de Costa de Marfil, se han sumado a la cadena para repartir las bolsas con las raciones diarias. Est¨¢n atentos para recoger la caja de cart¨®n una vez se ha distribuido la comida. John, al igual que han hecho algunos en los ¨²ltimos d¨ªas, ha decorado su camiseta con un rotulador rojo.
En un momento del reparto, una treintena de personas se han negado a comer y han puesto las bolsas en un mont¨®n en protesta, exigiendo llegar a puerto. El mediador cultural Salah Dasuki, de origen sirio, ha intervenido para apaciguar los ¨¢nimos. ¡°Tenemos mucho estr¨¦s, mucha presi¨®n, muchos problemas, queremos que nos reciban¡±, ha pedido el cabecilla del grupo a la jefa de la misi¨®n, que se encontraba en la cubierta. Dasuki ha logrado convencerles de que es una situaci¨®n dura para todos y que no les pueden dar una respuesta de hacia d¨®nde va el barco porque no la tienen. Finalmente los ¨¢nimos se han calmado y el asunto se ha zanjado con unos aplausos.
Barbara Deck reconoce que la situaci¨®n es compleja. ¡°Est¨¢n a bordo en un lugar confinado con mucha gente, es ruidoso, hace calor¡ Tenemos gente que lleva cinco d¨ªas, gente que igual lleva un par de d¨ªas menos, pero nunca deber¨ªan estar a bordo por d¨ªas¡±. El puerto de destino es una pregunta constante. ¡°Quieren saber qu¨¦ est¨¢ pasando y no tenemos mucho que decirles m¨¢s que estamos esperando¡±, lamenta. Tambi¨¦n hay otra expresi¨®n que no dejan de repetir: ¡°Libia no. Libia no¡±.
El term¨®metro marca 27? con una humedad del 62% en la zona donde se encuentra el Geo Barents, que navega a una velocidad de 2,7 nudos al sur de la isla de Sicilia. En la tarde del lunes han comenzado las duchas por turnos. Tambi¨¦n se han distribuido juegos, que han recibido con ganas los migrantes. Algunos han hecho sus propios tableros con cart¨®n y han usado como fichas unas chapas de refresco que les han dado los miembros de la tripulaci¨®n. Tambi¨¦n est¨¢ en pleno funcionamiento la cl¨ªnica donde se atiende a los pacientes que lo necesiten. Todos los d¨ªas se les toma la temperatura como medida de seguimiento anticovid y antes de comer se desinfectan las manos. En la cubierta tienen, adem¨¢s, un fregadero con varios grifos para asearse y lavar la ropa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.