Malestar en Alemania por la vacunaci¨®n en M¨²nich de empleados de un hotel llegados desde Italia
La oposici¨®n pide explicaciones al Gobierno despu¨¦s de que el m¨¦dico que inmuniz¨® al centenar de trabajadores asegurara que el viaje lo organiz¨® el Ministerio de Sanidad
?Desde cu¨¢ndo existe un mercado libre de vacunas en la Uni¨®n Europea? La pregunta se escucha estos d¨ªas en los medios alemanes despu¨¦s de conocerse que un complejo hotelero de lujo de Cerde?a (Italia) pag¨® el viaje en avi¨®n de su centenar de empleados a M¨²nich, la capital de Baviera, para que fueran vacunados all¨ª. La respuesta es que no existe, no es legal, pero ha sucedido. Y nada menos que en ¡°la estricta Alemania¡±, como la llama el programa de la televisi¨®n p¨²blica italiana RAI3 que destap¨® el caso el 30 de mayo. El gerente del complejo Forte Village aparece contando que, ante la lentitud de la sanidad p¨²blica italiana, su empresa hab¨ªa decidido contratar la vacunaci¨®n en Alemania para crear ¡°un entorno protector¡± para sus hu¨¦spedes este verano.
El caso amenaza con crearle un nuevo problema al ministro de Sanidad alem¨¢n, Jens Spahn, porque el m¨¦dico muniqu¨¦s que pinch¨® las vacunas ha dicho que el viaje lo organiz¨® alguien del Gobierno federal y ha sugerido que el motivo es que ¡°pasan sus vacaciones all¨ª¡±.
Que una empresa extranjera pueda acceder a 100 dosis de BioNTech-Pfizer previo pago en Alemania ha sentado muy mal en un pa¨ªs que todav¨ªa tiene a la mitad de su poblaci¨®n esperando la primera inmunizaci¨®n y cuyo sistema de vacunaci¨®n ha sido ca¨®tico y arbitrario desde que en abril se permitiera a las consultas privadas de los m¨¦dicos decidir qui¨¦n recibe las dosis. La falta de control ha derivado en un coladero por el que se han vacunado antes j¨®venes sanos que enfermos o mayores de 60 a?os. Varios pol¨ªticos de la oposici¨®n, as¨ª como el presidente de Baviera, Markus S?der, del partido hermano de la CDU de Angela Merkel, han criticado lo sucedido en M¨²nich y se preguntan c¨®mo ha podido pasar. Muchas cuestiones siguen en el aire: ?Qui¨¦n autoriz¨® que se vacunara a personas que no residen en Alemania ni tienen seguro m¨¦dico alem¨¢n? ?El contrato inclu¨ªa, adem¨¢s del viaje, el coste de las dosis? Y la m¨¢s importante: ?De d¨®nde salieron las vacunas?
Fue el propio resort el que alert¨® a los periodistas al anunciar en una nota de prensa que hab¨ªa vacunado a todo su personal para prepararse para la temporada de verano. En el programa de la RAI el gerente lo cuenta como si fuera lo m¨¢s normal: ¡°Cogimos el vuelo en Cagliari a las nueve de la ma?ana. A las once est¨¢bamos en Baviera. A las doce y media hab¨ªamos terminado. En el intermedio esperamos con cerveza b¨¢vara y a las cinco volvimos a Cagliari con nuestro certificado de vacunaci¨®n¡±. El programa entrevist¨® tambi¨¦n al m¨¦dico alem¨¢n encargado de los pinchazos, Udo Beckenbauer, un internista muy conocido en M¨²nich con consulta privada en el centro de la ciudad. ¡°Fue una situaci¨®n excepcional, no es com¨²n¡±, reconoce. La periodista que le entrevista le pregunta entonces si cualquier empresa podr¨ªa contratar con ¨¦l una vacunaci¨®n de extranjeros: ¡°Si les registro como mis pacientes, s¨ª¡±. Beckenbauer aseguraba en su web ¨Cdeshabilitada y ¡°en mantenimiento¡± desde el lunes¨C que tiene como clientes a grandes multinacionales.
Un ministro cuestionado
Las dudas sobre lo ocurrido se suman a los problemas que ya arrastra Spahn, cuestionado por otro esc¨¢ndalo a¨²n sin aclarar del todo: el supuesto intento de colocar millones de mascarillas de calidad cuestionada que hab¨ªa comprado su ministerio entre personas desfavorecidas: sin hogar, discapacitados y perceptores de la renta m¨ªnima. La oposici¨®n estudia c¨®mo investigar el caso, si mediante una comisi¨®n de investigaci¨®n en el Bundestag o encarg¨¢ndoselo al Tribunal de Cuentas. El despliegue de los centros de test gratuitos, sin control y aprovechado por algunos empresarios para estafar al Estado, tambi¨¦n est¨¢ pendiente de ser analizado. El SPD y los Verdes, en plena precampa?a, atizan a Spahn con ambas cuestiones en cuanto tienen ocasi¨®n.
El esc¨¢ndalo de la vacunaci¨®n creci¨® en intensidad despu¨¦s de que este domingo el programa emitiera una segunda parte de la entrevista y Beckenbauer asegurara que en la organizaci¨®n del viaje de los trabajadores italianos hab¨ªa participado el Gobierno alem¨¢n. ¡°No s¨¦ por qu¨¦. Me pidieron que pusiera las vacunas¡±, a?adi¨® ante la sorpresa de la periodista. ¡°Por alguna raz¨®n estaba permitido¡±, continu¨®. Los empleados del centro de vacaciones italiano pr¨¢cticamente no tuvieron que salir del aeropuerto. Se les puso la vacuna en un hotel situado entre las terminales 1 y 2, el Hilton Munich Airport. Ocurri¨® el 21 de mayo, m¨¢s de dos semanas antes de que las autoridades levantaran la priorizaci¨®n y permitieran a todos los mayores de 12 a?os pedir una cita para vacunarse. La periodista pregunt¨® varias veces por qu¨¦ hab¨ªa ayudado el Gobierno alem¨¢n a una empresa privada. ¡°Porque van all¨ª de vacaciones¡±, dijo el m¨¦dico. ¡°En el aeropuerto hab¨ªa muchos m¨¦dicos; era algo organizado¡±, a?adi¨® Beckenbauer. ¡°Confusi¨®n sobre el papel del Gobierno federal¡±, titulaba este lunes el S¨¹ddeutsche Zeitung, el primer medio alem¨¢n en contar la historia.
El Ministerio de Sanidad ha negado haber participado en la organizaci¨®n de ese viaje. Tambi¨¦n asegura no saber nada ni mucho menos haberlo autorizado el departamento de Sanidad de Baviera, el Estado federado donde ocurri¨® la vacunaci¨®n irregular. Pero ni uno ni otro aclaran de d¨®nde salieron las vacunas ni si est¨¢n indagando para exigir responsabilidades. El Gobierno de Baviera no respondi¨® a la petici¨®n de informaci¨®n de EL PA?S acerca del estado de la investigaci¨®n. El lunes, Beckenbauer recul¨® a trav¨¦s de su abogado, Thomas Pfister, que calific¨® de ¡°inexactas¡± las declaraciones de su cliente. ¡°El Ministerio de Sanidad y el se?or Spahn no han tenido nada que ver¡±, a?adi¨® en declaraciones al S¨¹ddeutsche Zeitung, que le pregunt¨® si hab¨ªa recibido alguna llamada desde Berl¨ªn para cambiar su relato. El m¨¦dico muniqu¨¦s hizo esas afirmaciones ¡°por una exagerada necesidad de reconocimiento y cierta ingenuidad en el trato con los medios¡±, seg¨²n su abogado.
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