El abogado brit¨¢nico Karim Khan toma posesi¨®n como nuevo fiscal del Tribunal Penal Internacional

El abogado brit¨¢nico Karim Khan, de 50 a?os, ha tomado posesi¨®n este mi¨¦rcoles de su cargo como nuevo fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI). Le ha entregado el testigo la jurista gambiana Fatou Bensouda, que ha cumplido su mandato de nueve a?os y ha hecho bandera de la lucha contra los delitos sexuales y de g¨¦nero. A Khan le aguarda, entre otras, la investigaci¨®n de presuntos cr¨ªmenes de guerra cometidos en Afganist¨¢n, e igual tarea en Cisjordania, Gaza y Jerusal¨¦n Este. Ambos casos cuentan con el rechazo de Estados Unidos e Israel y ¨¦l deber¨¢ emplearse a fondo para evitar presiones pol¨ªticas. Tambi¨¦n necesitar¨¢ buscar el apoyo de la comunidad internacional para que no se pierdan las peticiones de auxilio de las v¨ªctimas por falta de visibilidad y presupuesto de la propia corte.

Tras jurar emocionado el cargo, el nuevo fiscal ha dicho que en siglo XXI ¡°se siguen cometiendo cr¨ªmenes medievales y el Tribunal representa una promesa de futuro¡±. Luego ha mostrado su intenci¨®n de ¡°fomentar el compromiso para que puedan celebrarse juicios en condiciones a escala local, porque la ley no se exporta sino que es patrimonio de la Humanidad¡±. Una vez subrayada su independencia profesional, ha pedido ¡°paciencia a las v¨ªctimas, aut¨¦nticos h¨¦roes por su b¨²squeda de la justicia, mientras abordamos las reformas necesarias¡±. Al final, ha prometido que rectificar¨¢ de inmediato ¡°el desequilibrio de g¨¦nero patente en el seno de la Fiscal¨ªa para mejorar su rendimiento¡±, y se asegurar¨¢ de que las investigaciones sobre los casos ¡°son lo bastante s¨®lidas como para soportar el escrutinio de los jueces a la hora de probar los hechos¡±. Las causas en las que el TPI tiene competencias son limitadas pues este tribunal se concibi¨® como una instancia de ¨²ltimo recurso que se pone en marcha de tres formas: cuando los tribunales locales no pueden o no quieren hacerlo, a instancias de la ONU, o bien de oficio, por parte de su Fiscal¨ªa. Su nuevo titular, Khan, ha hecho votos por impulsar la cooperaci¨®n con los pa¨ªses investigados.

En su despedida, Bensouda, de 60 a?os, dijo que hab¨ªa hecho lo posible por apoyarse ¡°solo en la ley, sin miedos ni favores¡±. Karim Khan fue elegido el pasado febrero en Nueva York, en segunda ronda, con los votos de 72 de los 123 Estados miembro del TPI. Llega de dirigir el grupo encargado por Naciones Unidas de investigar los cr¨ªmenes perpetrados por Estado Isl¨¢mico (ISIS, en sus siglas en ingl¨¦s) contra la minor¨ªa yazid¨ª en el norte de Irak. Una labor que concluy¨® este mayo con la presentaci¨®n de un informe ante el Consejo de Seguridad, donde asegur¨® que ¡°hay pruebas convincentes de que se cometi¨® un genocidio contra los yazid¨ªes, con cr¨ªmenes horrorosos que rompen el alma¡±. Ahora afronta el reto de inspirar confianza y credibilidad en la Fiscal¨ªa, donde un grupo independiente de expertos ha constatado un ambiente de acoso e intimidaci¨®n. Khan conoce a fondo el TPI porque en sus salas de vistas defendi¨® al exvicepresidente congole?o Jean-Pierre Bemba, y al vicepresidente keniano William Ruto, y ha representado a Saif el Islam, hijo del dictador libio Muamar el Gadafi.

Bensouda deja sobre la mesa del nuevo fiscal dos asuntos relativos a minor¨ªas musulmanas perseguidas que ¨¦l deber¨¢ evaluar. Se trata, por un lado, de las denuncias de cr¨ªmenes contra los rohingy¨¢, deportados a Banglad¨¦s desde Myanmar, pa¨ªs que no forma parte del tribunal. Banglad¨¦s s¨ª lo es, y de ah¨ª que los jueces autorizasen en 2018 la primera fase de lo que puede convertirse en un caso durante su mandato. La suerte de los uigures, en China, es el otro expediente. China tampoco es miembro del TPI, y aunque la fiscal¨ªa carece de competencias para investigar la represi¨®n sufrida por este grupo en suelo chino, la fiscal saliente indic¨® en 2020 que mantendr¨ªa abierto el dosier a la espera de recibir m¨¢s datos.

Poco antes de su marcha, Bensouda pidi¨® a los jueces la apertura de una investigaci¨®n sobre supuestos cr¨ªmenes contra la humanidad cometidos en Filipinas durante la ¡°guerra contra las drogas¡±, del presidente, Rodrigo Duterte. El mandatario retir¨® en marzo de 2019 a su pa¨ªs del tribunal, pero la salida no afecta al abordaje de unos hechos que pueden sumar miles de muertos ocurridos a partir de 2016.

El TPI no forma parte de la ONU, aunque su texto fundacional, el Estatuto de Roma, fue negociado en 1998 en el marco de la organizaci¨®n. La corte opera desde hace dos d¨¦cadas como la ¨²nica instancia permanente para perseguir a los principales causantes de las peores atrocidades: el genocidio y los cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad, y Khan lidiar¨¢ con las dos crisis existenciales del organismo. Se trata de la ausencia de pa¨ªses como Estados Unidos, China, Rusia, India e Israel entre sus miembros, y las cr¨ªticas desde ?frica. De ese continente, proceden sus acusados hasta la fecha. Al jurista le corresponde abrirse a otras regiones y juega a su favor el desarrollo tecnol¨®gico, que puede facilitar su labor.

Falta de apoyo

Algunos casos no han seguido adelante por falta de apoyo de los pa¨ªses donde se investiga, pero ¡°la informaci¨®n digital carece de fronteras, y puede ser consultada sin tener acceso f¨ªsico a un territorio¡±, se?ala Raquel V¨¢zquez Llorente, representante permanente ante el TPI de la Federaci¨®n Internacional de Derechos Humanos (FIDH). Al tel¨¦fono, explica que se trata ¡°de un avance crucial para los investigadores, y la tecnolog¨ªa tendr¨¢ un papel clave en futuros juicios de cr¨ªmenes de guerra y contra la humanidad¡±. Seg¨²n ella, nunca sustituir¨¢n a las declaraciones de los testigos y el sistema debe adaptarse, ¡°pero en una corte internacional como esta, sin una fuerza policial, las pruebas digitales pueden ayudar¡±. La fiscal¨ªa ya cuenta con una Junta Asesora de Tecnolog¨ªa externa para mantenerse al corriente. La experta animar¨ªa al fiscal ¡°a informar a los supervivientes desde las primeras fases, ya que la desinformaci¨®n y la informaci¨®n err¨®nea o falsa son m¨¢s f¨¢ciles de difundir a trav¨¦s de Internet¡±.

Khan es el tercer fiscal jefe del tribunal (el primero fue el argentino Luis Moreno Ocampo) y deber¨¢ buscar asimismo recursos para mejorar la visibilidad del tribunal. V¨¢zquez Llorente asegura que el conocimiento acumulado por la Fiscal¨ªa es incalculable y la toma de posesi¨®n de Khan le parece ¡°una buena oportunidad para que la comunidad internacional reconozca los avances llevados a cabo en el enjuiciamiento de estos cr¨ªmenes¡±.