La justicia brasile?a condena por primera vez a un represor de la dictadura

El comisario de polic¨ªa retirado Carlos Alberto Augusto, conocido como Carlinhos Metralha o Carteira Preta, se convirti¨® en el primer acusado condenado penalmente por perseguir a opositores al r¨¦gimen militar brasile?o (1964-1985). El 9? Tribunal Penal Federal de S?o Paulo sentenci¨® a dos a?os y 11 meses de prisi¨®n a Augusto por el secuestro agravado del exmarino Edgar de Aquino Duarte, desaparecido hace 50 a?os. La condena del exagente de la dictadura militar y colaborador de connotados represores y torturadores no tiene precedentes y es el resultado de una denuncia realizada en 2012 por los fiscales.

A diferencia de los pa¨ªses vecinos que tambi¨¦n vivieron gobiernos dictatoriales en el siglo XX, la justicia brasile?a hab¨ªa realizado hasta ahora pocas condenas y solo en el ¨¢mbito civil. El poder judicial, incluido el Supremo Tribunal Federal, sigue considerando v¨¢lida la ley de 1979 que concedi¨® la amnist¨ªa a los cr¨ªmenes del r¨¦gimen militar, a pesar de los veredictos contrarios de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En su decisi¨®n, el magistrado Silvio C¨¦sar Arouck Gemaque se?al¨® que la responsabilidad penal de Carlos Alberto Augusto fue probada a lo largo del proceso y que en los delitos de graves violaciones a los derechos humanos ¡ªcomo es el caso del secuestro de Edgar Aquino de Duarte¡ª se aplica el mismo marco jur¨ªdico de los delitos de lesa humanidad. El juez destac¨® que su decisi¨®n no se bas¨® ¨²nicamente en pruebas testimoniales, un ¡°testimonio de o¨ªdas¡±, sino en un amplio mosaico de pruebas que apuntan a la responsabilidad de alias Carlinhos Metralha. En la sentencia, Gemaque tambi¨¦n se?al¨® que la detenci¨®n durante al menos dos a?os del exmarino Edgar de Aquino Duarte sin ninguna acusaci¨®n formal, y que result¨® en su desaparici¨®n, se dio en el contexto de un ¡°sistema de terror¡± implementado por el Estado, que ¡°deten¨ªa sin orden judicial, secuestraba, torturaba, desaparec¨ªa y mataba a personas por sus posiciones pol¨ªticas¡±.

En el proceso, la fiscal¨ªa acusa a alias Carlinhos Metralha de secuestro, tortura, ejecuci¨®n y ocultaci¨®n de un cad¨¢ver. En la decisi¨®n, el magistrado afirma que la desaparici¨®n de la v¨ªctima hasta el d¨ªa de hoy impide que el delito se considere prescrito, ya que se mantiene en la pr¨¢ctica. El juez acept¨® la tesis de la fiscal¨ªa de que la desaparici¨®n forzada de Duarte puede enmarcarse en un contexto de atentados y persecuci¨®n pol¨ªtica por parte del Estado, con un sistema de operaciones represivas que constituyen cr¨ªmenes de lesa humanidad, y, por lo tanto, imprescriptibles e inamnistiables.

El veredicto fue celebrado por fiscales, activistas e historiadores. En su p¨¢gina web oficial, la fiscal¨ªa informa que la mayor¨ªa de las m¨¢s de 50 acciones penales propuestas por el organismo sobre cr¨ªmenes cometidos en la dictadura fueron rechazadas o est¨¢n paralizadas en los tribunales federales de todo el pa¨ªs. El Supremo Tribunal Federal, sin embargo, ratific¨® la validez de la Ley de Amnist¨ªa y sigue ignorando las decisiones de la CIDH. En 2018, el entonces fiscal general, Raquel Dodge, pidi¨® al STF para reevaluar su posici¨®n en la acci¨®n para la reapertura del caso Rubens Paiva, diputado asesinado por el r¨¦gimen tambi¨¦n en 1971.

El delito

Edgar de Aquino Duarte fue detenido el 13 de junio de 1971, sin ninguna orden judicial que respaldara la acci¨®n policial. En aquella ¨¦poca, el exmarino, expulsado de la Marina en 1964 como consecuencia del Acto Institucional N¡ã1, el primero de la dictadura, trabajaba como agente burs¨¢til en la Bolsa de S?o Paulo. Duarte hab¨ªa abandonado la militancia pol¨ªtica desde que regres¨® del exilio en 1968, pero entr¨® en el radar de las autoridades despu¨¦s de que su nombre fuera mencionado, d¨ªas antes, en la declaraci¨®n de Jos¨¦ Anselmo dos Santos, conocido como Cabo Anselmo, que se alojaba en el apartamento del antiguo compa?ero de la Marina. Detenido d¨ªas antes que Duarte, el Cabo Anselmo se convertir¨ªa en agente encubierto de los ¨®rganos de represi¨®n, bajo la supervisi¨®n de Carlos Alberto Augusto.

Sin ninguna acusaci¨®n formal ni comunicaci¨®n judicial, Duarte estuvo detenido durante al menos dos a?os y durante este periodo fue trasladado sucesivamente entre el Departamento de Estado de Orden Pol¨ªtico y Social de S?o Paulo (Deops/SP) ¡ªdonde trabajaba ¡°Carlinhos Metralha¡±¡ª y la unidad comandada por el coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra. Torturador reconocido por la Justicia y excomandante del Destacamento de Operaciones de Informaci¨®n del II Ej¨¦rcito (DOI-Codi) en S?o Paulo, Ustra es tratado como un h¨¦roe por Jair Bolsonaro. Duarte fue visto por ¨²ltima vez por testigos en junio de 1973. Sin pruebas ni registros de su muerte y sin informaci¨®n sobre su paradero, el exmarino sigue formalmente secuestrado hasta el d¨ªa de hoy.

Carlinhos Metralha trabaj¨® como investigador en Deops/SP de 1970 a 1977, a las ¨®rdenes de S¨¦rgio Paranhos Fleury, otro conocido agente de la represi¨®n. Famoso por su truculencia y por las palizas que propinaba a los prisioneros, su apodo se debe a que Augusto ten¨ªa la costumbre de pasearse por los pasillos portando una ametralladora.

Retirado como comisario de polic¨ªa de 1? clase desde 2014, percibe una pensi¨®n del Estado. En el momento del anuncio de su jubilaci¨®n, el fiscal Andrey Borges de Mendon?a, responsable de la acci¨®n que dio lugar a su condena, hab¨ªa anunciado la posibilidad de pedir la suspensi¨®n de los beneficios de Augusto. Antes, los fiscales hab¨ªan intentado apartar al polic¨ªa del servicio activo, pero la petici¨®n hab¨ªa sido denegada por la Justicia y fue reiterada en la sentencia de Gemaque, ya que el expolic¨ªa, de 77 a?os, ya est¨¢ jubilado.

Pol¨ªticamente activo, Carlos Alberto Augusto particip¨® en manifestaciones pol¨ªticas contra la entonces presidenta Dilma Rousseff (2011-2016). Fue un cr¨ªtico feroz de la Comisi¨®n Nacional de la Verdad que, con retraso respecto a sus vecinos, enumer¨® las v¨ªctimas y los represores de la dictadura brasile?a en un documento publicado en 2014. Carlinhos Metralha fue condenado a r¨¦gimen semiabierto y puede recurrir la decisi¨®n en libertad.

Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n.