Acuerdo ¡®in extremis¡¯ en la ONU para financiar los 6.500 millones de d¨®lares que cuestan las misiones de paz
La falta de consenso amenazaba la continuidad de una docena de despliegues de cascos azules en todo el mundo
Los 193 pa¨ªses miembros de la ONU han alcanzado un acuerdo in extremis acerca del presupuesto para financiar las misiones de paz de la organizaci¨®n durante el pr¨®ximo a?o. El fracaso de las negociaciones, este lunes, logr¨® ser reconducido un d¨ªa despu¨¦s hasta llegar a un consenso que permitir¨¢ cerrar un presupuesto de 6.500 millones de d¨®lares (unos 5.460 millones de euros), evitando as¨ª la suspensi¨®n de la docena de operaciones de interposici¨®n y mantenimiento de la paz desplegadas por todo el mundo. El acuerdo, que ser¨¢ ratificado este mi¨¦rcoles en el plenario de la Asamblea General, garantizar¨¢ la presencia y continuidad de 90.000 cascos azules en tareas de protecci¨®n de la poblaci¨®n civil, observancia de acuerdos de alto el fuego e interposici¨®n entre las partes en zonas de conflicto, as¨ª como la mediaci¨®n y el acompa?amiento en procesos pol¨ªticos del posconflicto.
Las alarmas sonaron el lunes, cuando, por las demandas de ¨²ltima hora de China y algunos pa¨ªses africanos, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas con acceso a las negociaciones, el debate en el seno de la Asamblea General concluy¨® sin acuerdo, solo 48 horas antes de que expirara el plazo para adoptar el presupuesto (un presupuesto que, recuerda la propia ONU, apenas constituye el 0,5% del gasto global en defensa). De hecho, los equipos sobre el terreno ya hab¨ªan sido advertidos de la conveniencia de iniciar planes de contingencia por si no se llegaba a un acuerdo.
¡°Nuestra cr¨®nica incapacidad para respetar los plazos pone la arquitectura del mantenimiento de la paz en un riesgo sin precedentes¡±, se quej¨® hoy Thibault Camelli, representante de la Uni¨®n Europea ante la ONU. ¡°De cara al futuro y para pr¨®ximas negociaciones, debemos a los hombres y las mujeres sobre el terreno, a todos aquellos que se encargan de implementar el mandato de mantener la paz, terminar nuestro trabajo en el momento oportuno¡±, a?adi¨®.
En sus 72 a?os de historia, las misiones pacificadoras de la ONU han movilizado a m¨¢s de un mill¨®n de militares y polic¨ªas pertenecientes a 125 pa¨ªses. Son los Estados miembros los que aportan el personal, que se despliega bajo el pabell¨®n de Naciones Unidas. Seg¨²n la p¨¢gina web de las fuerzas de paz de la ONU, la acci¨®n de los cascos azules salva vidas a diario. Operaciones cada vez m¨¢s flexibles y sensibles a la diversidad, gracias a la interacci¨®n del personal civil y militar con la poblaci¨®n local, facilitan los procesos pol¨ªticos y sobre todo la protecci¨®n de los civiles. Incluso en conflictos enquistados como el de Chipre, una de las misiones de paz m¨¢s antiguas (se estableci¨® en 1964) y a¨²n vigente, si bien con un operativo reducido (un millar de personas, entre civiles y militares, seg¨²n el censo de abril) para garantizar la observancia del alto el fuego y el mantenimiento de la zona tap¨®n (buffer zone, en ingl¨¦s) entre las dos comunidades enfrentadas, grecochipriota y turcochipriota, de la isla, dividida desde 1974.
La viabilidad de algunas otras misiones resulta si cabe dudosa. Un ejemplo es la del S¨¢hara Occidental (Minurso), establecida en 1991, dado el abandono por una de las partes de su objetivo primordial: organizar el refer¨¦ndum en la antigua colonia espa?ola. En la Minurso partipan actualmente 461 personas, de las que 245 son personal uniformado. M¨¢s reducida a¨²n que la del S¨¢hara es la Unmik, establecida en Kosovo en 1999 como administraci¨®n interina de la antigua provincia aut¨®noma yugoslava. Cuenta con una dotaci¨®n de 342 personas, de las que solo 18 son personal uniformado (diez polic¨ªas de la ONU y ocho observadores militares).
Las misiones de m¨¢s envergadura de la ONU -con efectivos superiores a los 10.000 miembros- se localizan en ?frica, principalmente en Sud¨¢n del Sur, Mal¨ª, la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo y la Rep¨²blica Centroafricana. La de Mal¨ª, en concreto, que se ha convertido en la m¨¢s peligrosa de todas, ha sido prorrogada este martes un a?o m¨¢s por unanimidad del Consejo de Seguridad, el ¨®rgano del que dependen estos despliegues. Estados Unidos, que con el presidente Joe Biden ha vuelto plenamente al redil de la ONU tras los cuatro a?os de unilateralismo de Trump, es el principal contribuyente de las misiones de paz, con el 28% del presupuesto. Le siguen China (15,2%) y Jap¨®n (8,5%).
Otros operativos relacionados con las fuerzas de paz, como la Unamid, la misi¨®n h¨ªbrida de la ONU y la Uni¨®n Africana en Darfur, se cierran tras haber alcanzado, sobre el papel, los objetivos que se marcaron. La Unamid ha anunciado este martes la ¡°finalizaci¨®n del proceso de retirada gradual¡± de Sud¨¢n, que se completar¨¢ este mi¨¦rcoles, tal y como estaba estipulado, tras 13 a?os de mandato en esa conflictiva regi¨®n del pa¨ªs africano. De los 7.000 efectivos desplegados, el martes ya se hab¨ªan retirado 6.000.
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